Hace poco menos de dos semanas arrancó el último proceso de selección de Operación Triunfo con los castings en Madrid. Los concursantes que han pasado la segunda fase todavía tienen que esperar para saber si llegan a la gala 0 Leer Hace poco menos de dos semanas arrancó el último proceso de selección de Operación Triunfo con los castings en Madrid. Los concursantes que han pasado la segunda fase todavía tienen que esperar para saber si llegan a la gala 0 Leer
«¡Qué bien lo has hecho!»; «¡Has cantado súper bien!»; «¡Estaba claro que te iban a coger!», le gritaban a Emma camino del metro. «¡Muchas gracias», responde sonriente mientras habla por teléfono. «¡Mamá me han cogido! ¡Y me han entrevistado para EL MUNDO!», exclamaba.
Emma Valdivielso (Islas Canarias, 2004), afroespañola residente en Salamanca y estudiante de lenguas orientales fue seleccionada en la fase 1 del casting de Operación Triunfo 2025 en Madrid. Ella también se encontraba en una fila que se inició a las 12 de la noche del día anterior y en la que algunas personas incluso durmieron. Porque Operación Triunfo sigue provocando lo que ya hicieron sus predecesores: las ansias de una oportunidad.
Quienes pasaron la noche allí tuvieron que hacerlo sobre suelo mojado por la tormenta del día anterior. Por fortuna, las lluvias trajeron una mañana fresca alejada del calor de junio. La cola, desde el Pabellón Satélite de la Casa de Campo, contaba con un kilómetro aproximadamente y parece que quería llegar hasta el río Manzanares.
En la fila había nervios, abanicos y chavales montando su propio concierto a las personas que tenían alrededor. En ella se distinguían dos tipos de personas: los que venían a cantar: concentrados, repasando las letras de las canciones y calentando la voz; y los que venían a pasar el rato: con maletas, ligando o dando la nota (nunca mejor dicho).
A las 10:00 de la mañana del 12 de junio comenzó el último casting de OT tras tener lugar en ciudades como Barcelona, Málaga o Las Palmas de Gran Canaria. Los nerviosos y jóvenes aspirantes a entrar en el concurso tenían que cantar una canción durante 20 segundos. Podían escoger (preferiblemente) temas que se encuentran en una lista de reproducción preestablecida entre las que se encontraban Creep de Radiohead (Noemí Galera ha acabado harta de oírla), Mi princesa de David Bisbal o Te quiero, te quiero de Nino Bravo.
En el caso de Emma, su canción no estaba en la lista: Y si fuera de ella. «Como vivo en Salamanca, y mi hermana está en Madrid, decidí venir aquí» nos reveló la joven canaria. «Además, así me presentaba al último casting: o todo o nada».
Emma estudia idiomas orientales y venía con la idea de «mezclar español y coreano». «Quizá esta tarde lo haga en la segunda fase del casting», explicaba la joven. «Alejandro Sanz me ha dado suerte» añadía sonriente. A pesar de que la voz de Emma suena como los ángeles cuando se escucha de cerca, la suerte es más que necesaria porque la criba es muy grande.
Tras cantar una o varias veces (según vayan gustando -o desafinando-), los chicos y chicas se enfrentaban a recibir un escueto «gracias», que significa que no han sido seleccionados. También puede ocurrir que Noemí Galera, Pablo Wessling, Sonia Edo o Monica Carbonell se quitasen los auriculares y se levantasen, señal de que se acercarían a ellos para ponerles la codiciada pegatina y entonces… llegaban los aplausos y vítores.
Esto es lo que ocurrió con Emma precisamente. Después de recibir la pegatina, los aspirantes tenían que cantar en la fase 2 del casting, el cual se realiza a puerta cerrada y por grupos. Emma se atrevió con la versión en coreano de Y si fuera ella del grupo de Kpop SHINee, pero se trabó por los nervios. Triste final. Ni ella ni ninguno de compañeros fueron seleccionados para continuar.
Diferente fue lo que ocurrió con Javier Crespo (Córdoba, 2003), estudiante de criminología. El lucentino ganó La Voz 2022 en el equipo de Antonio Orozco, tras haber llegado a la final el año anterior en La Voz Kids en el equipo de Vanesa Martín. Desde luego, nadie puede acusar a este chico de no ser persistente.
En esta ocasión se presentó a Operación Triunfo porque «hay que probar y no dejar pasar ninguna oportunidad». El joven cantante, primer participante del casting de Madrid consiguió pasar a la fase 2 tras interpretar Me rehúso de Danny Ocean. ¿Por qué un tema de reggaeton? Se considera más «latino que flamenco», ya que «de flamenco» solo tiene «el acento», nos comentaba el joven.
En la fase 2, junto a cuatro compañeros de su grupo, fue seleccionado para continuar en el casting y pasar a la siguiente etapa, denominada fase limbo (o fantasma, como la llaman entre bambalinas). Noemí Galera, directora de la famosa Academia desde 2017, explica que a esta fase se llega tras haber superado las dos primeras. En ella, el equipo se reúne con dirección para valorar las propuestas «participante por participante» y se decide quién acude al casting final, antesala de la Gala 0 de Operación Triunfo 2025.
«Nosotros no somos Dios, ni la pitonisa Lola», confiesa Galera, «el casting no es ciencia exacta». Y aunque lo fuera, como admite la directora: «Muchos vienen a hacer el cafre». Y se ven muchos de ellos, desde quien va pintado de arriba abajo de color rosa para su performance, a quien reinventa la letra de Torero de Chayanne para reivindicar el arte de la perforación («hay que ser minero, romper el pico en el hierro…»).
La catalana, cuyos rifirrafes con Risto Mejide son ya historia de la televisión, se ha vuelto cada vez más exigente. «No nos gusta repetir perfiles o seleccionar a alguien que se parezca mucho en la voz a otros concursantes que hayan participado», confiesa. Pero tanta exigencia da sus frutos: «En 2018 la primera pegatina del casting se la di yo a Miki Núñez y mira lo bien que le ha ido».
Desde luego que a muchos concursantes les va de maravilla. ¿Quién no recuerda a David Bisbal moviendo la cadera mientras cantaba Dímelo de Marc Anthony? ¿O quién no ha bailado La niña de la escuela de Lola Índigo, quien fuera la primera expulsada de su edición? ¿Y quién diría que una finalista de la primera edición sería presentadora por segundo año consecutivo del formato?
Chenoa es nuevamente la encargada de presentar las galas semana tras semana, cargo que ostenta «con notaza», como opina Galera. «Está triunfando un montón y creo que está en su mejor momento», comenta orgullosa, «y verla así me llena de orgullo y satisfacción».
Al casting de Madrid acudieron 2.925 personas, incluyendo a Javier y a Emma, y solo fueron seleccionados 76 (sí que han sido exigentes, sí). La gala 0 de Operación Triunfo se emitirá en septiembre y, en ella, 18 personas de las más de 11.000 en total que se han presentado en toda España probará su valía para entrar en la Academia. ¿Por qué? Porque solamente 16 podrán escuchar con alivio aquello de: «¡Cruza la pasarela!».
Televisión // elmundo