Hispanoamérica no se entiende sin Extremadura . Y Extremadura, seguramente, no se entienda sin Hispanoamérica . Así ha sido durante siglos. Pese a voceros de la llamada leyenda negra, algunos con mucho peso institucional, que han tratado durante años de derribar puentes, de alterar la propia historia. Hay quien ha puesto en entredicho el concepto mismo de hispanidad o quienes, directamente, han tratado de enterrarlo hasta las últimas consecuencias. Quedó patente en el reciente e irracional ataque vandálico contra el cuadro de Cristóbal Colón en el Museo Naval. Por encima de todo eso, Extremadura ha logrado poner sus raíces por riendas para, no solo reivindicar su historia, sino para hacer de ella un argumento con el que construir, crecer y unir lazos.En el discurso por el Día de Extremadura de 2024, la presidenta de la Junta, María Guardiola , puso el foco, decididamente, en Hispanoamérica y, ya entonces, mencionó una palabra que ordena buena parte de los quehaceres del ejecutivo autonómico: ‘Extremestiza´ . No se trata de un programa de actividades. Tampoco es una mera campaña. Va más allá. Es una estrategia de región. Una forma de actuar troncal y transversalmente, con la que Extremadura quiere volver a cruzar el charco.El gobierno extremeño entiende que comparte con América una impronta común con la que trabajar unidos. De esta forma, Extremadura se ha convertido en sede de la VI Bienal de Novela Mario Vargas Llosa , siendo la primera vez que España acoge tal cita. Cáceres será protagonista, junto con Badajoz o Trujillo –cuna de Francisco Pizarro-, con los que reparte actividades, del 22 al 25 de octubre de una cita literaria de primer orden internacional, meses después, además, del fallecimiento del escritor. El director de la Cátedra Vargas Llosa , el peruano Raúl Tola, reivindicaba hace apenas unos días el simbolismo del evento: «Hay una serie de conexiones que hacen que tenga todo el sentido del mundo realizarlo en Extremadura, es una oportunidad extraordinaria».Traer la bienal a Extremadura es, quizás, lo que mejor ejemplifica la estrategia que está llevando a cabo la región, con la que se pretende también crear sinergias entre empresas, atraer inversiones o captar turistas . La consejera de Turismo, Cultura y Deportes, Victoria Bazaga, es la cara visible del gobierno extremeño en todo lo que tiene que ver con `Extremestiza´: «Nace como un homenaje y una reivindicación del sueño de aquellos extremeños que un día salieron al mundo, que se mezclaron con otras gentes y que también fueron encontrados por ellas. De ese encuentro surgió un mestizaje que hoy da sentido a lo que somos».Puente culturalAntes de la bienal y en este mismo sentido, la región ya ha sido sede de numerosos eventos de cierto calibre. El pasado mes de marzo, fue un rotundo éxito las llamadas Jornadas de Patrimonio Compartido , que contó con voces autorizadas de México, Ecuador o Perú que pusieron en valor el mestizaje cultural entre Extremadura e Hispanoamérica, recorriendo, además, lugares simbólicos, por ser cuna de conquistadores , como Trujillo, Jerez de los Caballeros o Medellín, donde nació Hernán Cortés . Aquella cita reivindicó y puso de manifiesto que los pueblos de la Extremadura rural visten y lucen como otros muchos pueblos hispanoamericanos, con una arquitectura común en sus edificios religiosos y palacios: bóvedas de crucería, balcones de esquina, portadas con frontón triangular o patios interiores que se convierten en códigos compartidos. «Viajas a Cuzco, a Puebla, a México y te encuentras con un balcón que ves cada día en tu pueblo», decía, en ABC, la directora de la Fundación Extremeña de la Cultura, Carmen Sánchez Risco.Retablo mayor de la Iglesia de San Miguel Arcángel, en Jerez de los Caballeros Junta de ExtremaduraEstos actos también han servido para poner en primer plano historias que la propia historia ha olvidado. Como la de los llamados Doce Apóstoles de México . Eran doce frailes franciscanos que partieron desde Extremadura, concretamente desde el convento del municipio cacereño de Belvís de Monroy, con la misión de evangelizar en el Nuevo Mundo. No solo fueron fundamentales en su tarea religiosa, sino también en su tarea cultural y humanitaria, con la que impulsaron la educación de los pueblos indígenas, cuyos derechos siempre respetaron: «Defendieron a los nativos y fomentaron la igualdad», decía Bazaga. El pasado año, también por octubre, se celebró el quinto centenario de su partida.Extremeñas, de antes y ahora, «adelantadas» a su épocaPrecisamente, el nombre de tres mujeres olvidadas por la historia, ha motivado la creación de `Adelantadas: Círculo de Talento Femenino´ , cuyo objetivo es homenajear a mujeres que, desde ambos lados del Atlántico, han contribuido al desarrollo de Extremadura e Hispanoamérica. Uno de esos nombres es el de Catalina de Bustamante , natural del municipio pacense de Llerena, considerada primera maestra de América y fundadora, en 1531, de la primera escuela para niñas indígenas. También el de Mencía Calderón, nacida como Hernán Cortés en Medellín, que se convirtió en una de las primeras mujeres europeas en liderar una expedición transatlántica. O el de Florencia de Mora, sobrina de Pizarro, convertida en figura clave del Virreinato de Perú por su labor filantrópica. Ellas abren paso a otras «adelantadas» a su época que, hoy, como emprendedoras o científicas, también unen lazos con Hispanoamérica. Extremadura está consiguiendo, a la luz de los hechos, asentar el «extremestizaje» en el día a día de la región. No solo con eventos, con actos de relevancia, como la bienal que, se presume, será de un impacto monumental en la comunidad autónoma, sino también con mensajes de unión y hermanamiento que, en estos tiempos de polarización y odio, son entendidos casi como excepcionales. La leyenda negra , de la que todavía algunos hablan, Extremadura la ha borrado, poniéndole, por encima, dos tonos más, blanco y verde, para hacer de su historia, de su unión con Hispanoamérica, su orgullosa bandera. Hispanoamérica no se entiende sin Extremadura . Y Extremadura, seguramente, no se entienda sin Hispanoamérica . Así ha sido durante siglos. Pese a voceros de la llamada leyenda negra, algunos con mucho peso institucional, que han tratado durante años de derribar puentes, de alterar la propia historia. Hay quien ha puesto en entredicho el concepto mismo de hispanidad o quienes, directamente, han tratado de enterrarlo hasta las últimas consecuencias. Quedó patente en el reciente e irracional ataque vandálico contra el cuadro de Cristóbal Colón en el Museo Naval. Por encima de todo eso, Extremadura ha logrado poner sus raíces por riendas para, no solo reivindicar su historia, sino para hacer de ella un argumento con el que construir, crecer y unir lazos.En el discurso por el Día de Extremadura de 2024, la presidenta de la Junta, María Guardiola , puso el foco, decididamente, en Hispanoamérica y, ya entonces, mencionó una palabra que ordena buena parte de los quehaceres del ejecutivo autonómico: ‘Extremestiza´ . No se trata de un programa de actividades. Tampoco es una mera campaña. Va más allá. Es una estrategia de región. Una forma de actuar troncal y transversalmente, con la que Extremadura quiere volver a cruzar el charco.El gobierno extremeño entiende que comparte con América una impronta común con la que trabajar unidos. De esta forma, Extremadura se ha convertido en sede de la VI Bienal de Novela Mario Vargas Llosa , siendo la primera vez que España acoge tal cita. Cáceres será protagonista, junto con Badajoz o Trujillo –cuna de Francisco Pizarro-, con los que reparte actividades, del 22 al 25 de octubre de una cita literaria de primer orden internacional, meses después, además, del fallecimiento del escritor. El director de la Cátedra Vargas Llosa , el peruano Raúl Tola, reivindicaba hace apenas unos días el simbolismo del evento: «Hay una serie de conexiones que hacen que tenga todo el sentido del mundo realizarlo en Extremadura, es una oportunidad extraordinaria».Traer la bienal a Extremadura es, quizás, lo que mejor ejemplifica la estrategia que está llevando a cabo la región, con la que se pretende también crear sinergias entre empresas, atraer inversiones o captar turistas . La consejera de Turismo, Cultura y Deportes, Victoria Bazaga, es la cara visible del gobierno extremeño en todo lo que tiene que ver con `Extremestiza´: «Nace como un homenaje y una reivindicación del sueño de aquellos extremeños que un día salieron al mundo, que se mezclaron con otras gentes y que también fueron encontrados por ellas. De ese encuentro surgió un mestizaje que hoy da sentido a lo que somos».Puente culturalAntes de la bienal y en este mismo sentido, la región ya ha sido sede de numerosos eventos de cierto calibre. El pasado mes de marzo, fue un rotundo éxito las llamadas Jornadas de Patrimonio Compartido , que contó con voces autorizadas de México, Ecuador o Perú que pusieron en valor el mestizaje cultural entre Extremadura e Hispanoamérica, recorriendo, además, lugares simbólicos, por ser cuna de conquistadores , como Trujillo, Jerez de los Caballeros o Medellín, donde nació Hernán Cortés . Aquella cita reivindicó y puso de manifiesto que los pueblos de la Extremadura rural visten y lucen como otros muchos pueblos hispanoamericanos, con una arquitectura común en sus edificios religiosos y palacios: bóvedas de crucería, balcones de esquina, portadas con frontón triangular o patios interiores que se convierten en códigos compartidos. «Viajas a Cuzco, a Puebla, a México y te encuentras con un balcón que ves cada día en tu pueblo», decía, en ABC, la directora de la Fundación Extremeña de la Cultura, Carmen Sánchez Risco.Retablo mayor de la Iglesia de San Miguel Arcángel, en Jerez de los Caballeros Junta de ExtremaduraEstos actos también han servido para poner en primer plano historias que la propia historia ha olvidado. Como la de los llamados Doce Apóstoles de México . Eran doce frailes franciscanos que partieron desde Extremadura, concretamente desde el convento del municipio cacereño de Belvís de Monroy, con la misión de evangelizar en el Nuevo Mundo. No solo fueron fundamentales en su tarea religiosa, sino también en su tarea cultural y humanitaria, con la que impulsaron la educación de los pueblos indígenas, cuyos derechos siempre respetaron: «Defendieron a los nativos y fomentaron la igualdad», decía Bazaga. El pasado año, también por octubre, se celebró el quinto centenario de su partida.Extremeñas, de antes y ahora, «adelantadas» a su épocaPrecisamente, el nombre de tres mujeres olvidadas por la historia, ha motivado la creación de `Adelantadas: Círculo de Talento Femenino´ , cuyo objetivo es homenajear a mujeres que, desde ambos lados del Atlántico, han contribuido al desarrollo de Extremadura e Hispanoamérica. Uno de esos nombres es el de Catalina de Bustamante , natural del municipio pacense de Llerena, considerada primera maestra de América y fundadora, en 1531, de la primera escuela para niñas indígenas. También el de Mencía Calderón, nacida como Hernán Cortés en Medellín, que se convirtió en una de las primeras mujeres europeas en liderar una expedición transatlántica. O el de Florencia de Mora, sobrina de Pizarro, convertida en figura clave del Virreinato de Perú por su labor filantrópica. Ellas abren paso a otras «adelantadas» a su época que, hoy, como emprendedoras o científicas, también unen lazos con Hispanoamérica. Extremadura está consiguiendo, a la luz de los hechos, asentar el «extremestizaje» en el día a día de la región. No solo con eventos, con actos de relevancia, como la bienal que, se presume, será de un impacto monumental en la comunidad autónoma, sino también con mensajes de unión y hermanamiento que, en estos tiempos de polarización y odio, son entendidos casi como excepcionales. La leyenda negra , de la que todavía algunos hablan, Extremadura la ha borrado, poniéndole, por encima, dos tonos más, blanco y verde, para hacer de su historia, de su unión con Hispanoamérica, su orgullosa bandera.
Hispanoamérica no se entiende sin Extremadura. Y Extremadura, seguramente, no se entienda sin Hispanoamérica. Así ha sido durante siglos. Pese a voceros de la llamada leyenda negra, algunos con mucho peso institucional, que han tratado durante años de derribar puentes, de alterar la … propia historia. Hay quien ha puesto en entredicho el concepto mismo de hispanidad o quienes, directamente, han tratado de enterrarlo hasta las últimas consecuencias. Quedó patente en el reciente e irracional ataque vandálico contra el cuadro de Cristóbal Colón en el Museo Naval. Por encima de todo eso, Extremadura ha logrado poner sus raíces por riendas para, no solo reivindicar su historia, sino para hacer de ella un argumento con el que construir, crecer y unir lazos.
En el discurso por el Día de Extremadura de 2024, la presidenta de la Junta, María Guardiola, puso el foco, decididamente, en Hispanoamérica y, ya entonces, mencionó una palabra que ordena buena parte de los quehaceres del ejecutivo autonómico: ‘Extremestiza´. No se trata de un programa de actividades. Tampoco es una mera campaña. Va más allá. Es una estrategia de región. Una forma de actuar troncal y transversalmente, con la que Extremadura quiere volver a cruzar el charco.
El gobierno extremeño entiende que comparte con América una impronta común con la que trabajar unidos. De esta forma, Extremadura se ha convertido en sede de la VI Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, siendo la primera vez que España acoge tal cita. Cáceres será protagonista, junto con Badajoz o Trujillo –cuna de Francisco Pizarro-, con los que reparte actividades, del 22 al 25 de octubre de una cita literaria de primer orden internacional, meses después, además, del fallecimiento del escritor. El director de la Cátedra Vargas Llosa, el peruano Raúl Tola, reivindicaba hace apenas unos días el simbolismo del evento: «Hay una serie de conexiones que hacen que tenga todo el sentido del mundo realizarlo en Extremadura, es una oportunidad extraordinaria».
Traer la bienal a Extremadura es, quizás, lo que mejor ejemplifica la estrategia que está llevando a cabo la región, con la que se pretende también crear sinergias entre empresas, atraer inversiones o captar turistas. La consejera de Turismo, Cultura y Deportes, Victoria Bazaga, es la cara visible del gobierno extremeño en todo lo que tiene que ver con `Extremestiza´: «Nace como un homenaje y una reivindicación del sueño de aquellos extremeños que un día salieron al mundo, que se mezclaron con otras gentes y que también fueron encontrados por ellas. De ese encuentro surgió un mestizaje que hoy da sentido a lo que somos».
Puente cultural
Antes de la bienal y en este mismo sentido, la región ya ha sido sede de numerosos eventos de cierto calibre. El pasado mes de marzo, fue un rotundo éxito las llamadas Jornadas de Patrimonio Compartido, que contó con voces autorizadas de México, Ecuador o Perú que pusieron en valor el mestizaje cultural entre Extremadura e Hispanoamérica, recorriendo, además, lugares simbólicos, por ser cuna de conquistadores, como Trujillo, Jerez de los Caballeros o Medellín, donde nació Hernán Cortés. Aquella cita reivindicó y puso de manifiesto que los pueblos de la Extremadura rural visten y lucen como otros muchos pueblos hispanoamericanos, con una arquitectura común en sus edificios religiosos y palacios: bóvedas de crucería, balcones de esquina, portadas con frontón triangular o patios interiores que se convierten en códigos compartidos. «Viajas a Cuzco, a Puebla, a México y te encuentras con un balcón que ves cada día en tu pueblo», decía, en ABC, la directora de la Fundación Extremeña de la Cultura, Carmen Sánchez Risco.
Junta de Extremadura
Estos actos también han servido para poner en primer plano historias que la propia historia ha olvidado. Como la de los llamados Doce Apóstoles de México. Eran doce frailes franciscanos que partieron desde Extremadura, concretamente desde el convento del municipio cacereño de Belvís de Monroy, con la misión de evangelizar en el Nuevo Mundo. No solo fueron fundamentales en su tarea religiosa, sino también en su tarea cultural y humanitaria, con la que impulsaron la educación de los pueblos indígenas, cuyos derechos siempre respetaron: «Defendieron a los nativos y fomentaron la igualdad», decía Bazaga. El pasado año, también por octubre, se celebró el quinto centenario de su partida.
Extremeñas, de antes y ahora, «adelantadas» a su época
Precisamente, el nombre de tres mujeres olvidadas por la historia, ha motivado la creación de `Adelantadas: Círculo de Talento Femenino´, cuyo objetivo es homenajear a mujeres que, desde ambos lados del Atlántico, han contribuido al desarrollo de Extremadura e Hispanoamérica. Uno de esos nombres es el de Catalina de Bustamante, natural del municipio pacense de Llerena, considerada primera maestra de América y fundadora, en 1531, de la primera escuela para niñas indígenas. También el de Mencía Calderón, nacida como Hernán Cortés en Medellín, que se convirtió en una de las primeras mujeres europeas en liderar una expedición transatlántica. O el de Florencia de Mora, sobrina de Pizarro, convertida en figura clave del Virreinato de Perú por su labor filantrópica. Ellas abren paso a otras «adelantadas» a su época que, hoy, como emprendedoras o científicas, también unen lazos con Hispanoamérica.
Extremadura está consiguiendo, a la luz de los hechos, asentar el «extremestizaje» en el día a día de la región. No solo con eventos, con actos de relevancia, como la bienal que, se presume, será de un impacto monumental en la comunidad autónoma, sino también con mensajes de unión y hermanamiento que, en estos tiempos de polarización y odio, son entendidos casi como excepcionales. La leyenda negra, de la que todavía algunos hablan, Extremadura la ha borrado, poniéndole, por encima, dos tonos más, blanco y verde, para hacer de su historia, de su unión con Hispanoamérica, su orgullosa bandera.
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