Eyal Zamir llegó al puesto de jefe del Estado Mayor de Israel el pasado marzo en sustitución de Herzi Halevi, quien renunció a su cargo por los fallos de seguridad del ejército durante los ataques de Hamas del 7 de octubre. Ahora es la principal voz dentro de la cúpula militar que se opone a Beniamin Netanyahu, que ha anunciado su voluntad de ocupar la totalidad de la franja de Gaza.
El jefe del ejército israelí se opone al plan para ocupar la totalidad de Gaza
Eyal Zamir llegó al puesto de jefe del Estado Mayor de Israel el pasado marzo en sustitución de Herzi Halevi, quien renunció a su cargo por los fallos de seguridad del ejército durante los ataques de Hamas del 7 de octubre. Ahora es la principal voz dentro de la cúpula militar que se opone a Beniamin Netanyahu, que ha anunciado su voluntad de ocupar la totalidad de la franja de Gaza.
En una difícil reunión de tres horas, el teniente general Zamir mostró, según medios israelíes, su temor a que una ampliación de la ofensiva terrestre implique la muerte de los 20 rehenes que, supuestamente, aún permanecen dentro del enclave palestino. Según funcionarios que hablaron bajo condición de anonimato, Netanyahu reprochó al líder militar su incapacidad de rescatar a la mayoría de apresados. De hecho, la mayor parte de las liberaciones se han producido a través de negociaciones diplomáticas.
El ejército israelí afirma controlar ya el 75% de la franja tras casi dos años de guerra. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se han opuesto en numerosas ocasiones a la imposición de una administración militar, anexionar el territorio o reconstruir asentamientos judíos; políticas defendidas por el ala más extremista del Gobierno, encabezada por el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Givr.
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Netanyahu se enfrenta a una intensa presión internacional para alcanzar un alto el fuego en el enclave costero, reducido a escombros tras los combates. La mayor parte de su población, de unos dos millones, ha sido desplazada en múltiples ocasiones, y las organizaciones humanitarias advierten que los residentes están al borde de la hambruna. Las calles de Tel Aviv también han vivido una semana de protestas contra el Gobierno: piden el fin de la guerra en Gaza y el regreso de los secuestrados.
El Gabinete del primer ministro se reúne hoy para decidir si amplía la ofensiva
El mando militar israelí, que acusa a Hamas de utilizar a la población civil como escudo, ha evitado en algunas ocasiones atacar zonas donde los informes de inteligencia indicaban la posible presencia de rehenes. Algunos de los que consiguieron salir en los intercambios de prisioneros durante el alto el fuego han declarado que sus captores los amenazaron con matarlos si las fuerzas israelíes se acercaban.
El ministro de Defensa, Israel Katz, escribió ayer en X que el jefe del ejército tiene tanto el derecho como la obligación de expresar su punto
de vista, pero subrayó que los militares seguirán ejecutando las decisiones del Gobierno hasta alcanzar todos los objetivos bélicos.
El premier israelí tiene previsto reunirse hoy con otros ministros para abordar los planes militares en Gaza. Otra fuente, citada por Reuters, afirmó que el objetivo de esta nueva campaña es ejercer más presión a Hamas tras el fallo de la última ronda de negociaciones.
En una reunión de 40 minutos con el primer ministro ayer, el líder de la oposición, Yair Lapid, le comentó a Netanyahu que la población no deseaba continuar con la guerra y que una toma militar total de Gaza sería una muy mala idea, según declaraciones posteriores a la prensa. Una encuesta pública realizada el mes pasado por el Canal 12 de Israel mostró también un apoyo mayoritario a un acuerdo diplomático que ponga fin a la guerra y garantice la liberación de los rehenes.
El mando militar teme por la vida de los rehenes israelíes en caso de anexión de la franja
La guerra en Gaza ha llevado al límite al ejército israelí, que depende de un contingente permanente reducido y se ha visto obligado a movilizar a sus reservistas una y otra vez. Aún no está claro si necesitará convocar a más para ampliar su ofensiva y tomar el control de más territorio.
Los bombardeos aéreos continuaron ayer en distintos puntos de la franja. Al menos 135 personas murieron en las últimas 24 horas, según informa el Ministerio de Salud de Gaza, que eleva el balance total de víctimas desde el inicio del conflicto a más de 61.000, en su mayoría civiles. Del lado israelí, las cifras oficiales apuntan a unos 1.200 muertos –más de 700 de ellos civiles– y 251 personas secuestradas y trasladadas a Gaza tras el ataque de Hamas en octubre.
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