El antiguo administrador de la empresa ocultó al resto de socios que negociaba para venderlo a un socio de MásMóvil al tiempo que reclamaba un sueldo de 3.750 euros mensuales netos durante dos años Leer El antiguo administrador de la empresa ocultó al resto de socios que negociaba para venderlo a un socio de MásMóvil al tiempo que reclamaba un sueldo de 3.750 euros mensuales netos durante dos años Leer
El futuro de Finetwork sigue sin resolverse. La compañía se declaró en preconcurso de acreedores para renegociar su deuda hace unas semanas, pero su dirección ha recibido aire tras vencer a uno de sus antiguos accionistas en una disputa judicial sobre un conflicto que arrancó ha casi cinco años.
La disputa tuvo su primer episodio en octubre de 2020 cuando el resto de socios de la compañía presidida ahora por Pascual Pérez abrió una negociación con José Domingo Martínez, entonces administrador único, para que dejara la sociedad. El directivo puso tres condiciones a su salida: que le compraran los dos locales sede del operador por 350.000 euros, un sueldo como economista de 3.750 euros netos hasta jubilarse en agosto de 2022, sujeto a un pacto de no competencia clave en el juicio, y el paso de su 11% del capital a su sociedad familiar FamarFlor SL sin que ningún socio ejerciera su derecho de suscripción.
Sin embargo, cuatro meses después los accionistas que superaban el 80% del capital de Finetwork anularon el pacto que hubiera reportado más de 400.000 euros al denunciante. De hecho, ya en noviembre de ese año, Finetwork bloqueó la dirección de correo electrónico de Martínez, que denunció los hechos ante la Audiencia Provincial de Alicante. Esta ha desestimado ahora el recurso al considerar que este había incurrido en varios comportamientos desleales antes y después de su salida, según la sentencia a la que ha accedido este diario, que no es firme.
La decisión del grueso de accionistas de Finetwork se basaba en que, sin haberlo comentado con los socios, Martínez había constituido la sociedad patrimonial con un objeto social que incluía prestar servicios de telecomunicaciones y este lo había ocultado en el contrato de compraventa, lo que violaría los acuerdos de no competencia. Además, menos de un mes después de la firma, el antiguo administrador vendió un 5% de FamarFlor por 400.000 euros a «una mercantil dedicada al capital-riesgo» representada por un «representante del grupo de telecomunicación MásMóvil».
En su auto, el juez acusa en varias ocasiones de «mala fe» al directivo que además obvió en su demanda la venta de ese 5% del capital y la posible operación de compra de todo Finetwork en ciernes que sí confirmó como testigo el socio de la empresa de capital riesgo, con el que llevaba negociando desde antes de salir de la empresa.
«En su declaración como testigo manifestó que la adquisición de esa participación tenía una finalidad estratégica porque le podía servir para lanzar en el futuro una operación destinada a adquirir WEWI. Este hecho tan revelador de la conducta desleal de Felipe [alias de Martínez en la sentencia anonimizada] fue ocultado en la demanda», señala el magistrado que condenó a este en costas.
Además, el juez también aseguró que este había cometido «actos desleales y perjudiciales para el interés social (…) en particular, la extracción masiva de información de Wewi realizada el día 4 de septiembre de 2020 cuando estaba negociando su cese como Administrador (y) los contactos realizados con una empresa competidora», apunta la sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 4 de Alicante.
A esto se suma la ocultación del objeto social de la entidad a la que el directivo quería transmitir la sociedad, algo que el juez cree que «omitió deliberadamente» «Si, según la apelante, era irrelevante el objeto social de FAMARFLOR no se entiende que ocultara la parte del objeto social coincidente con el de WEWI. Precisamente, la ocultación del extenso objeto social relacionado con las telecomunicaciones tenía por finalidad impedir que los otros socios conocieran que FAMARFLOR, la mercantil que pasaba a ser nuevo socio de WEWI, realmente, competía en el mismo sector», remarca el juez. Con todo, segín las últimas cuentas de la compañía, que no ha respondido al cierre de esta edición las consultas de este diario, Martínez mantiene un 10,65% de las acciones del operador de telecomunicaciones.
Finetwork se encuentra en un momento complicado después de que Vodafone incrementara la presión sobre la compañía al denunciar que arrastraba una deuda millonaria por el uso de la red.
La compañía tiene una duración de tres meses en los que la entidad puede negociar una nueva financiación o un nuevo repago de la deuda, que, si no, podría ser incluso recapitalizada por Vodafone para hacerse con la clientela del operador, que supera el millón de líneas.
Con todo, la empresa continúa operando con normalidad e incluso ha lanzado recientemente nuevas tarifas, entre ellas una con datos ilimitados desde diez euros.
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