El secretario general del Partido Socialista de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, insiste en no haber cometido ningún delito en todo el proceso que acabó con David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno, contratado como coordinador de los conservatorios de la Diputación de Badajoz que él mismo presidió hasta el presente año 2025. Procedimiento por el que se le acusa de delitos de prevaricación y tráfico de influencias.ABC ha podido acceder al escrito de defensa presentado ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, en el que se niega «categóricamente» haber enchufado al hermano de Sánchez y solicita su absolución libre de todos los cargos que se le imputan.En el documento se insiste, como ha venido haciendo Gallardo con sus declaraciones públicas, en que las acusaciones se basan únicamente en «especulaciones». Se argumenta que Gallardo, pese a ostentar el cargo de presidente de la Diputación en el momento de la contratación, no participó en la decisión de crear el puesto, subrayándose que esa competencia era del Pleno de la Corporación.Insiste también que, en las fechas en las que se aprobó la iniciativa, a finales de 2016, «desconocía por completo» a David Sánchez y que en ningún caso existió trato de favor ni contacto alguno con el ahora presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Es más, aclara que en las primarias del PSOE en 2017, Gallardo apoyó la candidatura de Susana Díaz, lo que, cree, demuestra que era ajeno a cualquier «entorno» político favorable.De hecho, en esta línea, solicita la práctica de nuevas pruebas testificales. Entre ellas, la de Estrella Gordillo, actual diputada del PSOE en la Asamblea de Extremadura, que fue la responsable en 2017 de la candidatura de Díaz en tierras extremeñas.En el texto, se recalca que Gallardo, como presidente del ente provincial, se limitó a firmar la resolución final de la contratación. Todo después de un procedimiento, se defiende, conforme a la legalidad. También niega que el cambio de nomenclatura del puesto -que pasó a denominarse jefe de la Oficina de Artes Escénicas- constituya alguna irregularidad. El secretario general del Partido Socialista de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, insiste en no haber cometido ningún delito en todo el proceso que acabó con David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno, contratado como coordinador de los conservatorios de la Diputación de Badajoz que él mismo presidió hasta el presente año 2025. Procedimiento por el que se le acusa de delitos de prevaricación y tráfico de influencias.ABC ha podido acceder al escrito de defensa presentado ante el Juzgado de Instrucción número 3 de Badajoz, en el que se niega «categóricamente» haber enchufado al hermano de Sánchez y solicita su absolución libre de todos los cargos que se le imputan.En el documento se insiste, como ha venido haciendo Gallardo con sus declaraciones públicas, en que las acusaciones se basan únicamente en «especulaciones». Se argumenta que Gallardo, pese a ostentar el cargo de presidente de la Diputación en el momento de la contratación, no participó en la decisión de crear el puesto, subrayándose que esa competencia era del Pleno de la Corporación.Insiste también que, en las fechas en las que se aprobó la iniciativa, a finales de 2016, «desconocía por completo» a David Sánchez y que en ningún caso existió trato de favor ni contacto alguno con el ahora presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Es más, aclara que en las primarias del PSOE en 2017, Gallardo apoyó la candidatura de Susana Díaz, lo que, cree, demuestra que era ajeno a cualquier «entorno» político favorable.De hecho, en esta línea, solicita la práctica de nuevas pruebas testificales. Entre ellas, la de Estrella Gordillo, actual diputada del PSOE en la Asamblea de Extremadura, que fue la responsable en 2017 de la candidatura de Díaz en tierras extremeñas.En el texto, se recalca que Gallardo, como presidente del ente provincial, se limitó a firmar la resolución final de la contratación. Todo después de un procedimiento, se defiende, conforme a la legalidad. También niega que el cambio de nomenclatura del puesto -que pasó a denominarse jefe de la Oficina de Artes Escénicas- constituya alguna irregularidad.
ABC accede a su escrito de defensa, en el que subraya su inocencia y dice que, en el momento de su contratación, «desconocía por completo» a David Sánchez
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