La granada es una de las frutas más características del otoño. Con ese punto ácido tan característico y ese rojo tan vibrante, esconde en su interior propiedades nutricionales que no podemos dejar pasar porque su temporada es muy corta pero sus beneficios no lo son. Así que apuntala en tu lista de la compra porque es uno de los imprescindibles del momento.Más que lo bonita que es cuando la abrimos, la granada concentra en su composición gran cantidad de sustancias bioactivas , antioxidantes, vitaminas y minerales que nos ayudan a proteger nuestro sistema cardiovascular, fortalecer nuestro sistema inmune y regularse hormonalmente.Noticias relacionadas estandar No Tres bebidas calientes para afrontar el frío: aprende a prepararlas Melissa González estandar No Wrap de aguacate y atún, la receta del Chef Bosquet para comer ligero en el trabajo Chef BosquetEse color rojo tan intenso que la característica es debido a la alta presencia de antocianinas y taninos, que son dos tipos de polifenoles conocidos por su alta capacidad antioxidantes . Estos polifenoles ayudan a neutralizar los radicales libres que se generan por la contaminación, el estrés , la falta de descanso de calidad, el sedentarismo y posibles patologías, reduciendo la inflamación celular.Según varios estudios, el zumo de granada mejora la función endotelial, que es la capa interna de los vasos sanguíneos y favorece que las arterias sean más elásticas, ayudando a mejorar la circulación y reducir la presión arterial , de manera que este efecto es muy positivo para nuestro sistema cardiovascular, y a su vez se relaciona con una mayor oxigenación celular y por tanto reducen la fatiga.La granada también ayuda a mejorar el perfil lipídico sanguíneo. Se ha comprobado que aumenta el colesterol HDL (el bueno) y reduce la oxidación del LDL (un proceso clave en la formación de placas de ateroma). En conjunto, estas propiedades hacen que la granada sea una aliada natural para cuidar del corazón y prevenir el envejecimiento celular .También contienen otro polifenol exclusivo de su composición, que son las punicalaginas. Estas tienen la capacidad de actuar sobre nuestro sistema nervioso central. Observando que favorecen la circulación a nivel cerebral y reduciendo el estrés oxidativo neuronal. Lo que hace que tenga un papel como protector frente al deterioro cognigtivo.Además por si fuera poco, la granada es también rica en vitamina C, un potente antioxidante, y en ácido fólico, que es nutriente esencial para el metabolismo celular y la formación y regeneración de tejidos, especialmente en etapas como el embarazo, en épocas de crecimiento y de necesidades especiales.Su contenido en polifenoles también es clave para nuestra microbiota ya que estos son un festín para nuestras bacterias beneficiosas (como Lactobacillus y Bifidobacterium), es decir, que actúan como sustancias prebióticas, aumentando de esta manera nuestro sistema inmunitario.También es una fruta muy interesantes en perimenopausia y menopausia, ya que contienen pequeñas cantidades de fitoestrógenos que junto con el papel antioxidantes y anti inflamatorio de los polifenoles ayudan a reducir los sofocos, la retenciones de líquidos y la sequedad en la piel, mejorando su elasticidad y protegiendo los niveles de colágeno.Y de metabólicamente, la granada mejora la resistencia a la insulina que es tan típica de esta etapa. La puedes consumir de muchas maneras, como postre, pelar y listo o bien zumos, postres, ensaladas o como topping de cremas y cualquier preparación. A mi personalmente me encanta añadirla en ensaladas, porque les da un toque ácido y crujiente inconfundible.Por lo que la granada no solo está buena y es bonita, es una fruta deliciosa que cuida de nuestro corazón, nos equilibra hormonalmente y refuerza el sistema inmunitario. Así que no olvides añadirla en tu alimentación y tu cuerpo te lo agradecerá.Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘ Dietoterapia ‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’. La granada es una de las frutas más características del otoño. Con ese punto ácido tan característico y ese rojo tan vibrante, esconde en su interior propiedades nutricionales que no podemos dejar pasar porque su temporada es muy corta pero sus beneficios no lo son. Así que apuntala en tu lista de la compra porque es uno de los imprescindibles del momento.Más que lo bonita que es cuando la abrimos, la granada concentra en su composición gran cantidad de sustancias bioactivas , antioxidantes, vitaminas y minerales que nos ayudan a proteger nuestro sistema cardiovascular, fortalecer nuestro sistema inmune y regularse hormonalmente.Noticias relacionadas estandar No Tres bebidas calientes para afrontar el frío: aprende a prepararlas Melissa González estandar No Wrap de aguacate y atún, la receta del Chef Bosquet para comer ligero en el trabajo Chef BosquetEse color rojo tan intenso que la característica es debido a la alta presencia de antocianinas y taninos, que son dos tipos de polifenoles conocidos por su alta capacidad antioxidantes . Estos polifenoles ayudan a neutralizar los radicales libres que se generan por la contaminación, el estrés , la falta de descanso de calidad, el sedentarismo y posibles patologías, reduciendo la inflamación celular.Según varios estudios, el zumo de granada mejora la función endotelial, que es la capa interna de los vasos sanguíneos y favorece que las arterias sean más elásticas, ayudando a mejorar la circulación y reducir la presión arterial , de manera que este efecto es muy positivo para nuestro sistema cardiovascular, y a su vez se relaciona con una mayor oxigenación celular y por tanto reducen la fatiga.La granada también ayuda a mejorar el perfil lipídico sanguíneo. Se ha comprobado que aumenta el colesterol HDL (el bueno) y reduce la oxidación del LDL (un proceso clave en la formación de placas de ateroma). En conjunto, estas propiedades hacen que la granada sea una aliada natural para cuidar del corazón y prevenir el envejecimiento celular .También contienen otro polifenol exclusivo de su composición, que son las punicalaginas. Estas tienen la capacidad de actuar sobre nuestro sistema nervioso central. Observando que favorecen la circulación a nivel cerebral y reduciendo el estrés oxidativo neuronal. Lo que hace que tenga un papel como protector frente al deterioro cognigtivo.Además por si fuera poco, la granada es también rica en vitamina C, un potente antioxidante, y en ácido fólico, que es nutriente esencial para el metabolismo celular y la formación y regeneración de tejidos, especialmente en etapas como el embarazo, en épocas de crecimiento y de necesidades especiales.Su contenido en polifenoles también es clave para nuestra microbiota ya que estos son un festín para nuestras bacterias beneficiosas (como Lactobacillus y Bifidobacterium), es decir, que actúan como sustancias prebióticas, aumentando de esta manera nuestro sistema inmunitario.También es una fruta muy interesantes en perimenopausia y menopausia, ya que contienen pequeñas cantidades de fitoestrógenos que junto con el papel antioxidantes y anti inflamatorio de los polifenoles ayudan a reducir los sofocos, la retenciones de líquidos y la sequedad en la piel, mejorando su elasticidad y protegiendo los niveles de colágeno.Y de metabólicamente, la granada mejora la resistencia a la insulina que es tan típica de esta etapa. La puedes consumir de muchas maneras, como postre, pelar y listo o bien zumos, postres, ensaladas o como topping de cremas y cualquier preparación. A mi personalmente me encanta añadirla en ensaladas, porque les da un toque ácido y crujiente inconfundible.Por lo que la granada no solo está buena y es bonita, es una fruta deliciosa que cuida de nuestro corazón, nos equilibra hormonalmente y refuerza el sistema inmunitario. Así que no olvides añadirla en tu alimentación y tu cuerpo te lo agradecerá.Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘ Dietoterapia ‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’.
La granada es una de las frutas más características del otoño. Con ese punto ácido tan característico y ese rojo tan vibrante, esconde en su interior propiedades nutricionales que no podemos dejar pasar porque su temporada es muy corta pero sus beneficios no lo … son. Así que apuntala en tu lista de la compra porque es uno de los imprescindibles del momento.
Más que lo bonita que es cuando la abrimos, la granada concentra en su composición gran cantidad de sustancias bioactivas, antioxidantes, vitaminas y minerales que nos ayudan a proteger nuestro sistema cardiovascular, fortalecer nuestro sistema inmune y regularse hormonalmente.
Ese color rojo tan intenso que la característica es debido a la alta presencia de antocianinas y taninos, que son dos tipos de polifenoles conocidos por su alta capacidad antioxidantes. Estos polifenoles ayudan a neutralizar los radicales libres que se generan por la contaminación, el estrés, la falta de descanso de calidad, el sedentarismo y posibles patologías, reduciendo la inflamación celular.
Según varios estudios, el zumo de granada mejora la función endotelial, que es la capa interna de los vasos sanguíneos y favorece que las arterias sean más elásticas, ayudando a mejorar la circulación y reducir la presión arterial, de manera que este efecto es muy positivo para nuestro sistema cardiovascular, y a su vez se relaciona con una mayor oxigenación celular y por tanto reducen la fatiga.
La granada también ayuda a mejorar el perfil lipídico sanguíneo. Se ha comprobado que aumenta el colesterol HDL (el bueno) y reduce la oxidación del LDL (un proceso clave en la formación de placas de ateroma). En conjunto, estas propiedades hacen que la granada sea una aliada natural para cuidar del corazón y prevenir el envejecimiento celular.
También contienen otro polifenol exclusivo de su composición, que son las punicalaginas. Estas tienen la capacidad de actuar sobre nuestro sistema nervioso central. Observando que favorecen la circulación a nivel cerebral y reduciendo el estrés oxidativo neuronal. Lo que hace que tenga un papel como protector frente al deterioro cognigtivo.
Además por si fuera poco, la granada es también rica en vitamina C, un potente antioxidante, y en ácido fólico, que es nutriente esencial para el metabolismo celular y la formación y regeneración de tejidos, especialmente en etapas como el embarazo, en épocas de crecimiento y de necesidades especiales.
Su contenido en polifenoles también es clave para nuestra microbiota ya que estos son un festín para nuestras bacterias beneficiosas (como Lactobacillus y Bifidobacterium), es decir, que actúan como sustancias prebióticas, aumentando de esta manera nuestro sistema inmunitario.
También es una fruta muy interesantes en perimenopausia y menopausia, ya que contienen pequeñas cantidades de fitoestrógenos que junto con el papel antioxidantes y anti inflamatorio de los polifenoles ayudan a reducir los sofocos, la retenciones de líquidos y la sequedad en la piel, mejorando su elasticidad y protegiendo los niveles de colágeno.
Y de metabólicamente, la granada mejora la resistencia a la insulina que es tan típica de esta etapa. La puedes consumir de muchas maneras, como postre, pelar y listo o bien zumos, postres, ensaladas o como topping de cremas y cualquier preparación. A mi personalmente me encanta añadirla en ensaladas, porque les da un toque ácido y crujiente inconfundible.
Por lo que la granada no solo está buena y es bonita, es una fruta deliciosa que cuida de nuestro corazón, nos equilibra hormonalmente y refuerza el sistema inmunitario. Así que no olvides añadirla en tu alimentación y tu cuerpo te lo agradecerá.
Puedes saber más de la nutricionista Elisa Escorihuela a través de su cuenta de Instagram: @eliescorihuela , su labor en el Centro de Nutrición Nutt y en su libro ‘Dietoterapia‘. Además puedes leer todas las recomendaciones nutricionales que recogen sus artículos en ABC de ‘Aula de nutrición’.
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