La asociación Hablamos Español ha solicitado a la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo un «interlocutor» para que atienda las múltiples quejas que recibe de familias que se sienten « discriminadas » por imposición lingüística. Por ejemplo, sus hijos aprenden en clase en castellano -tal como habían votado- pero con libros de texto en valenciano . Desde este departamento de la Generalitat Valenciana, han asegurado que «no constan» estas reclamaciones.La justificación que se da a algunos de los progenitores para facilitarles este material en el otro idioma oficial es que son los únicos de los que disponen, por el sistema del banco de libros , en el que se conservan en el centro educativo cuando el alumno pasa de curso. Aunque también se había prometido comprar más, según Hablamos Español .No obstante, los responsables autonómicos señalan que esta problemática no les ha llegado: «En la Dirección General no tenemos constancia ni conocimiento de centros concretos donde se dé la presunta situación que afirma la asociación Hablamos Español, respecto a los libros de texto».También puntualizan que «en este caso, la normativa sí que es clara al indicar que los libros de texto deben estar en la lengua vehicular de la asignatura con carácter general», si bien hay matices para situaciones particulares. «Sólo se permite cambiar la lengua del libro en excepciones para alumnos/as concretos con necesidades educativas especiales , o cuando se requiera hacer adaptaciones lingüísticas o adaptaciones de acceso », han detallado.A preguntas de ABC sobre si esa última circunstancia podría explicar las situaciones apuntadas por la asociación, desde la Conselleria han remitido a la normativa, en el artículo 19.2 de la Ley 1/2024 de libertad educativa, que «recoge las excepciones para casos individuales de alumnado».Tras la votación de los progenitores«Desde la consulta en la Comunidad Valenciana a las familias sobre la lengua base en los centros de enseñanza, en Hablamos Español no hemos dejado de recibir quejas y peticiones de ayuda », relata la entidad presidida por Gloria Lago . «En algunos casos, conseguimos mejorar la situación de una familia concreta hablando con el centro de enseñanza, pero en otros no ha sido posible», añade. MÁS INFORMACIÓN noticia No Un hostelero se cobra 40 euros del bote de sus camareros por 22 pinchitos con moho: «Menudo sinvergüeza»Ante estas otras situaciones, ha enviado a la Consejería una relación de « casos sin resolver » y le piden a su titular, José Antonio Rovira, que «designe un interlocutor» que se encargue de atender a las familias castellanohablante afectadas.Aparte de esa discordancia con los libros, según Hablamos Español «en algunos colegios no se enseña ninguna asignatura en castellano , tenemos constancia de que esto está sucediendo, en muchos casos, con el visto bueno de la Consejería». Además, aseguran que «mientras todo esto pasa, los servicios de inspección no se lo están poniendo nada fácil a los padres para recibir su asistencia». De ahí, la necesidad -a su juicio- de ese encargado especial a esta tarea como «interlocutor». La asociación Hablamos Español ha solicitado a la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo un «interlocutor» para que atienda las múltiples quejas que recibe de familias que se sienten « discriminadas » por imposición lingüística. Por ejemplo, sus hijos aprenden en clase en castellano -tal como habían votado- pero con libros de texto en valenciano . Desde este departamento de la Generalitat Valenciana, han asegurado que «no constan» estas reclamaciones.La justificación que se da a algunos de los progenitores para facilitarles este material en el otro idioma oficial es que son los únicos de los que disponen, por el sistema del banco de libros , en el que se conservan en el centro educativo cuando el alumno pasa de curso. Aunque también se había prometido comprar más, según Hablamos Español .No obstante, los responsables autonómicos señalan que esta problemática no les ha llegado: «En la Dirección General no tenemos constancia ni conocimiento de centros concretos donde se dé la presunta situación que afirma la asociación Hablamos Español, respecto a los libros de texto».También puntualizan que «en este caso, la normativa sí que es clara al indicar que los libros de texto deben estar en la lengua vehicular de la asignatura con carácter general», si bien hay matices para situaciones particulares. «Sólo se permite cambiar la lengua del libro en excepciones para alumnos/as concretos con necesidades educativas especiales , o cuando se requiera hacer adaptaciones lingüísticas o adaptaciones de acceso », han detallado.A preguntas de ABC sobre si esa última circunstancia podría explicar las situaciones apuntadas por la asociación, desde la Conselleria han remitido a la normativa, en el artículo 19.2 de la Ley 1/2024 de libertad educativa, que «recoge las excepciones para casos individuales de alumnado».Tras la votación de los progenitores«Desde la consulta en la Comunidad Valenciana a las familias sobre la lengua base en los centros de enseñanza, en Hablamos Español no hemos dejado de recibir quejas y peticiones de ayuda », relata la entidad presidida por Gloria Lago . «En algunos casos, conseguimos mejorar la situación de una familia concreta hablando con el centro de enseñanza, pero en otros no ha sido posible», añade. MÁS INFORMACIÓN noticia No Un hostelero se cobra 40 euros del bote de sus camareros por 22 pinchitos con moho: «Menudo sinvergüeza»Ante estas otras situaciones, ha enviado a la Consejería una relación de « casos sin resolver » y le piden a su titular, José Antonio Rovira, que «designe un interlocutor» que se encargue de atender a las familias castellanohablante afectadas.Aparte de esa discordancia con los libros, según Hablamos Español «en algunos colegios no se enseña ninguna asignatura en castellano , tenemos constancia de que esto está sucediendo, en muchos casos, con el visto bueno de la Consejería». Además, aseguran que «mientras todo esto pasa, los servicios de inspección no se lo están poniendo nada fácil a los padres para recibir su asistencia». De ahí, la necesidad -a su juicio- de ese encargado especial a esta tarea como «interlocutor».
La asociación Hablamos Español ha solicitado a la Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo un «interlocutor» para que atienda las múltiples quejas que recibe de familias que se sienten «discriminadas» por imposición lingüística. Por ejemplo, sus hijos aprenden en clase … en castellano -tal como habían votado- pero con libros de texto en valenciano. Desde este departamento de la Generalitat Valenciana, han asegurado que «no constan» estas reclamaciones.
La justificación que se da a algunos de los progenitores para facilitarles este material en el otro idioma oficial es que son los únicos de los que disponen, por el sistema del banco de libros, en el que se conservan en el centro educativo cuando el alumno pasa de curso. Aunque también se había prometido comprar más, según Hablamos Español.
No obstante, los responsables autonómicos señalan que esta problemática no les ha llegado: «En la Dirección General no tenemos constancia ni conocimiento de centros concretos donde se dé la presunta situación que afirma la asociación Hablamos Español, respecto a los libros de texto».
También puntualizan que «en este caso, la normativa sí que es clara al indicar que los libros de texto deben estar en la lengua vehicular de la asignatura con carácter general», si bien hay matices para situaciones particulares. «Sólo se permite cambiar la lengua del libro en excepciones para alumnos/as concretos con necesidades educativas especiales, o cuando se requiera hacer adaptaciones lingüísticas o adaptaciones de acceso», han detallado.
A preguntas de ABC sobre si esa última circunstancia podría explicar las situaciones apuntadas por la asociación, desde la Conselleria han remitido a la normativa, en el artículo 19.2 de la Ley 1/2024 de libertad educativa, que «recoge las excepciones para casos individuales de alumnado».
Tras la votación de los progenitores
«Desde la consulta en la Comunidad Valenciana a las familias sobre la lengua base en los centros de enseñanza, en Hablamos Español no hemos dejado de recibir quejas y peticiones de ayuda», relata la entidad presidida por Gloria Lago . «En algunos casos, conseguimos mejorar la situación de una familia concreta hablando con el centro de enseñanza, pero en otros no ha sido posible», añade.
Ante estas otras situaciones, ha enviado a la Consejería una relación de «casos sin resolver» y le piden a su titular, José Antonio Rovira, que «designe un interlocutor» que se encargue de atender a las familias castellanohablante afectadas.
Aparte de esa discordancia con los libros, según Hablamos Español «en algunos colegios no se enseña ninguna asignatura en castellano, tenemos constancia de que esto está sucediendo, en muchos casos, con el visto bueno de la Consejería». Además, aseguran que «mientras todo esto pasa, los servicios de inspección no se lo están poniendo nada fácil a los padres para recibir su asistencia». De ahí, la necesidad -a su juicio- de ese encargado especial a esta tarea como «interlocutor».
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