“Por una p… décima, por una p… décima”. Seguro que Gemma Mengual le recordó a Iris Tíó estas palabras y este momento en los Mundiales de Natación de Roma de 2009, cuando estuvo a punto de proclamarse campeona del mundo de solo, en la brillante interpretación del ‘Yesterday’ de The Beatles versionada por Ray Charles. Pero las jueces, en una sincro encorsetada y que respetaba las jerarquías, premió a la rusa Natalia Ischenko. Una vez más. Ese oro estaba tras un muro insalvable que ni siquiera Ona Carbonell, ganadora de 23 medallas, lo puso saltar. Hasta que Iris Tió llegó a donde nadie lo había hecho.
La barcelonesa llega donde no pudo ni Gemma Mengual ni Ona Carbonell y, con una interpretación de diez en la parte artística y en la ejecución, supera a China y Bielorrusia
“Por una p… décima, por una p… décima”. Seguro que Gemma Mengual le recordó a Iris Tíó estas palabras y este momento en los Mundiales de Natación de Roma de 2009, cuando estuvo a punto de proclamarse campeona del mundo de solo, en la brillante interpretación del ‘Yesterday’ de The Beatles versionada por Ray Charles. Pero las jueces, en una sincro encorsetada y que respetaba las jerarquías, premió a la rusa Natalia Ischenko. Una vez más. Ese oro estaba tras un muro insalvable que ni siquiera Ona Carbonell, ganadora de 23 medallas, lo puso saltar. Hasta que Iris Tió llegó a donde nadie lo había hecho.
La barcelonesa de 22 años, una joya que debutó en la alta competición con 15, hija de músicos y con una sensibilidad especial para la sincro, se ha proclamado esta madrugada campeona del mundo de solo libre por primera vez en la historia. Con una dificultad menor que China y Bielorussia (54.7000), ha brillado especialmente en impresión artística en una competición igualada que ha premiado la puesta en escena de Iris Tió, en una coreografía que le iba “como anillo al dedo”. Con 112.900, ha superado en casi tres puntos a la china Xu Huiyan y la bielorrusia Vasilina Khandoshka en esta faceta interpretativa. La estrategia española funcionó con la brillante ejecución de Tió. En total, Iris registró 245.1913 por 241.0025 de Xu Huiyan y 239.5437 de Vasilina Khandoshka. La emoción se desbordó en los Mundiales de Singapur.

FAZRY ISMAIL / EFE
“Es la primera vez que España gana un oro en el solo, estoy en una nube, llorando, no me lo creo. Muchas emociones”, explicó justo después la solista española, que no pudo aguantar las lágrimas cuando supo la nota de Xu Huiyan, que la convertía en oro. “No me lo creo, estoy orgullosa y emocionada”. La alegría en la delegación española se desbordó. Cantando “campeona, campeona”, con Gemma Mengual y Andrea Fuentes abrazando a Iris Tío, en medio de la zona mixta. Fue un momento histórico para la natación artística española.
Iris Tío brilló más que nunca con una coreografía que ella mismo pensó. Quedó maravillada de la versión de Celine Dion en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París del Himno del Amor de Edit Piaf y le sugirió a Andrea Fuentes utilizar esa música. “Me encantó y creo que está coreo es especial, me siento a gusto y cómoda”. Curiosamente, en los Mundiales de Shanghái de 2011, Andrea Fuentes también interpretó un solo emocionante, en homenaje a su madre, de la compositoria francesa. “Pero Iris es mejor que yo”, explicaba Fuentes antes de esta cita en Singapur.
Una de las estrategias era bajar la dificultad para que Iris pudiera lucirse. De esta manera, la barcelonesa, que se mueve en el agua como pocas, pudo lucir sus movimientos de brazos, su expresividad, sin la obligación de incluir elementos muy arriesgados que pudieran llenar la coreografía. El trabajo con el biomecánico Andreu Roig, para pulir los detalles y ganar eficiencia, ha sido también determinante.
Con este oro, Iris Tió entra en un terreno desconocido de la natación española. Su estatus asciende y unido al bronce en la rutina técnica, se convierte en el gran icono de la sincro internacional. “Soy joven, estoy empezando mi camino. Puedo ser el ejemplo de las niñas”, dijo Tió hace unos días. Y estos Mundiales dan fe de ello.
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