Cinco días entre partido y partido en una eliminatoria por un título de Liga pueden ser una eternidad. Tiempo de sobras para reflexionar, pulir los defectos y reforzar las cosas que han salido bien anteriormente. El Barça viajaba a Cartagena con 1-1 en la eliminatoria tras los dos primeros duelos en el Palau. Dos partidos eléctricos en los que el Barça se adelantó en el primer minuto. Dos partidos que no tuvieron nada que ver (a excepción de la emoción hasta el final) con el tercer encuentro de la final de Liga que se disputó este martes en la ciudad murciana. El Barça acabó cayendo ante el conjunto local (3-2) en un duelo con muchas alternativas. Un resultado que le obliga a vencer este jueves (21 h) en Cartagena para evitar una temporada en blanco.
Los culés pierden en el primer partido de la final de Liga disputado en Cartagena (3-2) y están obligados a ganar este jueves si quieren forzar el quinto y definitivo encuentro en el Palau Blaugrana
Cinco días entre partido y partido en una eliminatoria por un título de Liga puede ser una eternidad. Tiempo de sobras para reflexionar, pulir los defectos y reforzar las cosas que han salido bien anteriormente. El Barça viajaba a Cartagena con 1-1 en la eliminatoria tras los dos primeros duelos en el Palau. Dos partidos eléctricos en los que el Barça se adelantó en el primer minuto. Dos partidos que no tuvieron nada que ver (a excepción de la emoción hasta el final) con el tercer encuentro de la final de Liga que se disputó este martes en la ciudad murciana. El Barça acabó cayendo ante el conjunto local (3-2) en un duelo con muchas alternativas. Un resultado que le obliga a vencer este jueves (21 h) en Cartagena para evitar una temporada en blanco.
El partido arrancó con una buena movilidad sin balón de los culés, encontrando varias ocasiones en las botas de Erick Mendonça y de Antonio a las que respondió Jimbee mediante una gran acción de Motta en el uno para uno zafándose de Eric Martel en una jugada calcada al gol que consiguió el jugador italiano en el segundo partido de la eliminatoria en el Palau.
Movió el balón de lado a lado el conjunto local buscando la superioridad como si estuviera jugando con portero-jugador para obtener el primer gol del partido. Los de Duda circularon el balón a las mil maravillas para encontrar a Waltinho pegado en el palo. El pívot brasileño superó a Dídac Plana en el mano a mano para estrenar el marcador y obligar a Tino Pérez a pedir un tiempo muerto cuando quedaban nueve minutos para el descanso. El gran inicio culé no tuvo premio en forma de gol y permitió crecerse a los cartageneros hasta llegar al descanso.
El Barça arrancó la segunda parte con una declaración de intenciones: dos faltas en el primer minuto y medio. Los jugadores de Tino Pérez mostraron más hambre y colmillo. No marcó de milagro Matheus a los cuatro minutos cuando estaba completamente solo en el segundo palo tras una gran acción individual de Martel. Inmediatamente después, Tino Pérez decidió poner toda la carne en el asador. Salió Dyego a pista. El brasileño hizo acto de presencial por primera vez en la final al perderse los dos primeros duelos por unas molestias físicas.
EL partido enloqueció. Un robo de Touré a Mouhodine propulsó un contraataque culé a velocidad de crucero. Empezó a correr Pito para servir el balón en bandeja a Martel y el de Santa Coloma de Gramenet no perdonó para igualar el partido. Pero la alegría solo duró 20 segundos. Los que tardó el equipo de Duda en volverse a poner por delante en el marcador con un tanto de Mouhodine para redimirse de su grave error anterior.
La gran polémica llegó a falta de nueve minutos para el final, cuando el árbitro expulsó a Pito por una ostensible protesta en la que reclamaba la segunda tarjeta amarilla a Tomaz por un agarrón sobre Touré. La segunda cartulina amarilla no la vio el cierre internacional con España, sino el ala-pívot azulgrana, que ya había recibido una anteriormente. A la postre, la decisión condenó a los culés debido al gol de Mellado en el primer minuto defendiendo con inferioridad numérica después de que el pie de Antonio desviase la trayectoria del balón. El 3-1 en el marcador supuso la primera vez en la que Jimbee se situaba con dos goles de ventaja en la eliminatoria.
Se volcó el Barça en ataque y a punto estuvo Adolfo de marcar un golazo con su pierna zurda, pero el larguero lo impidió. A quien nadie pudo parar fue a Dyego. El brasileño, que afronta sus últimos partidos con la camiseta blaugrana al igual que Sergio Lozano, acompañó una buena acción entre Erick y Sergio González para empujar el balón al fondo de la red en el segundo palo y reducir distancias a tres minutos y medio para el final.
Se debatía en ese momento internamente Tino Pérez si sacaba o no el portero-jugador con Adolfo ya preparado en el banquillo luciendo la camiseta. El técnico toledano apuró hasta que quedaron dos minutos para salir jugando de cinco con Dyego vistiendo la camiseta de portero-jugador. Y la tuvo el brasileño para empatar el partido a falta de cuatro segundos con un disparo lejano que pasó cerca del poste.
El Barça no se rindió pero perdió, lo que le deja contra las cuerdas y sin margen de error este jueves en Cartagena. En juego, un título de Liga y un billete para disputar la próxima Champions.
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