La Universidad Columbia de Nueva York aceptó este miércoles pagar una multa de 200 millones de dólares para resolver la disputa con la administración de Donald Trump, que acusó a la institución de no haber hecho lo suficiente para frenar el acoso a los estudiantes judíos durante las protestas a favor de Palestina.
La universidad neoyorquina asume otras medidas para combatir el antisemitismo, como el nombramiento de un monitor que controle el campus, a cambio de recuperar los 400 millones de fondos federales congelados
La Universidad Columbia de Nueva York aceptó este miércoles pagar una multa de 200 millones de dólares para resolver la disputa con la administración de Donald Trump, que acusó a la institución de no haber hecho lo suficiente para frenar el acoso a los estudiantes judíos durante las protestas a favor de Palestina.
Esta sanción forma parte de un acuerdo más amplio para restaurar la financiación federal destinada a la investigación en este centro docente, según un comunicado de la rectora interina Claire Shipman.
A cambio de recuperar cientos de millones de esos fondos, la Columbia también se comprometió a cumplir la ley que prohíbe la consideración de la raza en la admisión de estudiantes y la contratación de personal, además del compromiso de reducir el antisemitismo y los disturbios en el campus, cuestiones que ya fueron asumidas el pasado marzo.
“Este acuerdo supone un importante paso adelante después de un periodo de escrutinio federal sostenido y de incertidumbre institucional”, remarcó Shipman.
La administración Trump informó en marzo que cancelaba 400 millones de dólares en subvenciones, tras acusar a la institución de “inacción” en la protección de los estudiantes judíos, lo que representaba una violación de la leyes antidiscriminación. La institución aceptó entonces una lista de demandas (controladores en determinadas áreas de estudio como Oriente Medio o África o una policía para el campus), que muchos entendieron como una capitulación de una universidad privada al chantaje del gobierno.
El pacto, que resuelve más de media docena de investigaciones abiertas sobre derechos civiles, será supervisado por un monitor independiente elegido por ambas partes. Reportará al gobierno de los progresos cada seis meses. Columbia también pagará 21 millones para dejar sin efecto un caso presentado por la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo en EE.UU.
“El acuerdo ha sido elaborado meticulosamente para proteger los valores que nos definen y permite que vuelva a funcionar nuestra asociación de investigación esencial con el gobierno federal”, añadió Shipman.
“Aunque la Columbia no admite haber cometido ningún irregularidad con este acuerdo de resolución, los líderes de la institución han reconocido repetidamente que los estudiantes y docentes judíos experimentaron dolor, incidentes inaceptables, y esta reformar era y es necesaria”, indicó el comunicado oficial.
Así que este desarrollo también marca un hito para el presidente Trump en su apuesta por poner bajo control a las universidades de élite. Columbia es la primera en llegar a un acuerdo negociado sobre las acusaciones de antisemitismo.
Harvard, que demandó a la administración Trump y el caso sigue su curso, es la otra cara por su resistencia. La universidad más antigua y rica del país también está negociando la restauración del dinero federal, pero no cede a la presión. La expectativa es que el pacto con la Columbia proporcione un modelo para futuros acuerdo.
Mientras que la institución dispondrá de tres años para abonar la sanción, la Columbia recuperará la mayor parte de los 400 millones congelados. Esta universidad recibe anualmente alrededor de 1.300 millones federales para investigación. Según su versión, todo este dinero estaba en riesgo si la Casa Blanca les mantenía en la lista negra.
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