Si algo miraba con lupa el PSOE cuando perdió el Gobierno de la Junta de Andalucía en las elecciones de diciembre de 2018 era la Consejería de Salud. Los socialistas llevaban lustros, si no décadas, luciendo como pavos reales los logros de la sanidad pública, que había experimentado desde que arrancó el siglo un avance incuestionable que enflaqueció la crisis económica de 2007 y 2008 por la pérdida de fuelle en la inversión institucional pero que resistía como un músculo bien ejercitado por más que asomara un principio de esclerosis. Noticia Relacionada estandar Si El plan de choque para enmendar el cribado del cáncer de mama en cinco claves Rafael Aguilar Inyecta doce millones al programa, lo dota de más personal y lo centra en el Virgen del Rocío de Sevilla, que suma el 90 por ciento de los casosEn el argumentario de la dirigencia del PSOE autonómico que aún era fiel a la descompuesta Susana Díaz seguía figurando en los inicios de 2019 que la prioridad era mantener a salvo la «joya de la corona», como llamaba a la Consejería que había estado bajo el mando directo de María Jesús Montero, hoy vicepresidenta del Gobierno , entre 2004 y 2012. Parecía que en el edificio Arena de Sevilla Este, sede de Salud, había entrado una banda dispuesta a dinamitar uno de los pilares del Estado de Bienestar —de «lo público»— de los que se preciaban los socialistas aunque en sus últimos meses con poder en el palacio de San Telmo el intento fallido de las fusiones hospitalarias, y la irrupción de una estrella mediática que se apodaba ‘ Spiriman ‘, hubieran desgastado su gestión. De hecho, Díaz y los suyos, como sus adversarios, tenían para sí que el descuido reciente de las políticas sanitarias o su conducción errática era una de las claves que explicaban que se vieran apeados de la Presidencia de la Junta.ProvisionalidadEn los siete años que lleva Juanma Moreno en el Gobierno —primero en coalición con Ciudadanos y el apoyo parlamentario de Vox y ya en la segunda legislatura con mayoría absoluta— no ha habido una consejería más convulsa e inestable que la de Salud.El veterano Antonio Sanz, que acaba de hacerse cargo de ella de forma «provisional» (?), es el cuarto mandamás en el departamento de la Administración autonómica con más presupuesto —más de 15.200 millones de euros, un tercio del de toda la Junta— y que se ha afianzado como el principal ente empleador de Andalucía con en torno a 120.000 asalariados y con cerca de treinta grandes hospitales gestionados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), el verdadero nervio de la Consejería.Al médico de Familia cordobés y exsenador Jesús Aguirre , hoy presidente del Parlamento Andaluz, le correspondió el primer encargo de Moreno para romper con las inercias socialistas. El consejero de más edad del gabinete fundacional del entonces denominado ‘Gobierno del cambio’ acabó en pocos meses con la subasta de medicamentos y se convirtió en la cara más popular de esa etapa inicial del PP en el Ejecutivo regional en coalición con Vox : denunció el fraude de las listas de espera, a las que inyectó 24 millones en el primero de los numerosos planes de choque que el SAS ha activado desde 2019, y la presencia de «trabajadores fantasmas» en la Consejería, entre ellos el gurú de las células madre Bernart Soria , que acabó despedido de la Fundación Progreso y Salud. Fulminante fue el cese, también, del primer director-gerente del Servicio Andaluz de Salud, Miguel Moreno Verdugo, antes de que cumpliera un año en el despacho de la avenida de la Constitución de Sevilla.Que la sanidad era una cuestión de batalla política contra el PP quedó claro en agosto de 2019 cuando estalló la crisis de la listeriaQue la sanidad era una cuestión de batalla política contra Moreno y los suyos quedó claro cuando llevaban apenas ocho meses en el poder: en agosto de 2019 el equipo de Aguirre se enfrentó a una crisis alimentaria con resonancias de la de la colza de hace cuarenta años por la intoxicación masiva por el consumo de carne de mechada fabricada por la empresa sevillana Magrudis , que causó cuatro muertos, seis abortos y con doscientas personas afectadas. El PSOE tiró con artillería gruesa a la gestión de la Consejería, que salvó la situación no sin apuros ni tensiones.Al año y medio llegó la pandemia por el Covid y Salud (y Familias, como se llamaba entonces la Consejería) respondió con altura, sobre todo en el dispositivo de vacunación. Aguirre aguantó como consejero hasta el final de la legislatura en junio de 2022 —es el que más tiempo ha estado en el cargo hasta la fecha— después de vérselas también con el virus del Nilo y la viruela del Mono, y de ahí saltó a la Presidencia del Parlamento, donde sigue dando muestras de su carácter cercano y natural que le ha granjeado tantas alegrías como disgustos.RelevosLa enfermera Catalina García Carrasco , su viceconsejera desde el principio y peso pesando del PP de Jaén, le sucedió en el puesto. No tardó en colocar en la plaza que ella dejaba libre al director-gerente del SAS , Miguel Ángel Guzmán, desde finales de 2019. Éste, junto a dos altos cargos más del ente público —entre ellos la actual gerente, Valle García Sánchez— están investigados por los tribunales por los contratos de emergencia en la etapa del Covid. La polémica generada por este sistema de externalización, sumado a las crecientes listas de espera, provocó en diciembre de 2023 la dimisión de Guzmán y de Diego Vargas, este último como gerente del Servicio Andaluz de Salud.El presidente anunció en el Parlamento en diciembre de 2024 la puesta en marcha de un protocolo para que los centros de salud atendiesen a los ciudadanos en un plazo máximo de 72 horasEntonces la otrora joya de la corona había perdido una parte de su lustre, y por momentos era ya la china en el zapato de un Gobierno asentado en una plácida mayoría absoluta y con el resto de sus objetivos —empuje económico, mejora de las infraestructuras, proyección exterior de la región— a su alcance. Las quejas de los usuarios iban a más, sobre todo en la Atención Primaria , donde la Consejería había activado desde el inicio de la nueva era en San Telmo al menos dos planes para agilizarla y reducir las esperas. El más reciente no tiene ni un año: el presidente de la Junta anunció en el Parlamento en diciembre de 2024 la puesta en marcha de un protocolo para que los centros de salud atendiesen a los ciudadanos en un plazo máximo de 72 horas.Una orden claraY la consejera que tenía la encomienda de desarrollarla ya no era Catalina García, que el junio anterior había asumido la cartera de Sostenibilidad después de una labor con claroscuros, sino Rocío Hernández , que la sustituyó en la citada fecha con una orden clara del presidente. «Me encargaron que gestionara y eso lo que estoy haciendo», declaró la doctora en una entrevista concedida a ABC hace justo un mes, la última que dio en su cargo antes de dimitir. Ni ella ni sus antecesores han logrado que cale en el común de los ciudadanos que el estándar de calidad de la sanidad andaluza ha mejorado con el PP por más que nunca antes se haya invertido tanto en ella, ni que la patraña de la privatización es, eso, una falacia. El plazo para invertir ese estado de ánimo mayoritario es el mismo que el queda para las próximas elecciones autonómicas. Si algo miraba con lupa el PSOE cuando perdió el Gobierno de la Junta de Andalucía en las elecciones de diciembre de 2018 era la Consejería de Salud. Los socialistas llevaban lustros, si no décadas, luciendo como pavos reales los logros de la sanidad pública, que había experimentado desde que arrancó el siglo un avance incuestionable que enflaqueció la crisis económica de 2007 y 2008 por la pérdida de fuelle en la inversión institucional pero que resistía como un músculo bien ejercitado por más que asomara un principio de esclerosis. Noticia Relacionada estandar Si El plan de choque para enmendar el cribado del cáncer de mama en cinco claves Rafael Aguilar Inyecta doce millones al programa, lo dota de más personal y lo centra en el Virgen del Rocío de Sevilla, que suma el 90 por ciento de los casosEn el argumentario de la dirigencia del PSOE autonómico que aún era fiel a la descompuesta Susana Díaz seguía figurando en los inicios de 2019 que la prioridad era mantener a salvo la «joya de la corona», como llamaba a la Consejería que había estado bajo el mando directo de María Jesús Montero, hoy vicepresidenta del Gobierno , entre 2004 y 2012. Parecía que en el edificio Arena de Sevilla Este, sede de Salud, había entrado una banda dispuesta a dinamitar uno de los pilares del Estado de Bienestar —de «lo público»— de los que se preciaban los socialistas aunque en sus últimos meses con poder en el palacio de San Telmo el intento fallido de las fusiones hospitalarias, y la irrupción de una estrella mediática que se apodaba ‘ Spiriman ‘, hubieran desgastado su gestión. De hecho, Díaz y los suyos, como sus adversarios, tenían para sí que el descuido reciente de las políticas sanitarias o su conducción errática era una de las claves que explicaban que se vieran apeados de la Presidencia de la Junta.ProvisionalidadEn los siete años que lleva Juanma Moreno en el Gobierno —primero en coalición con Ciudadanos y el apoyo parlamentario de Vox y ya en la segunda legislatura con mayoría absoluta— no ha habido una consejería más convulsa e inestable que la de Salud.El veterano Antonio Sanz, que acaba de hacerse cargo de ella de forma «provisional» (?), es el cuarto mandamás en el departamento de la Administración autonómica con más presupuesto —más de 15.200 millones de euros, un tercio del de toda la Junta— y que se ha afianzado como el principal ente empleador de Andalucía con en torno a 120.000 asalariados y con cerca de treinta grandes hospitales gestionados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), el verdadero nervio de la Consejería.Al médico de Familia cordobés y exsenador Jesús Aguirre , hoy presidente del Parlamento Andaluz, le correspondió el primer encargo de Moreno para romper con las inercias socialistas. El consejero de más edad del gabinete fundacional del entonces denominado ‘Gobierno del cambio’ acabó en pocos meses con la subasta de medicamentos y se convirtió en la cara más popular de esa etapa inicial del PP en el Ejecutivo regional en coalición con Vox : denunció el fraude de las listas de espera, a las que inyectó 24 millones en el primero de los numerosos planes de choque que el SAS ha activado desde 2019, y la presencia de «trabajadores fantasmas» en la Consejería, entre ellos el gurú de las células madre Bernart Soria , que acabó despedido de la Fundación Progreso y Salud. Fulminante fue el cese, también, del primer director-gerente del Servicio Andaluz de Salud, Miguel Moreno Verdugo, antes de que cumpliera un año en el despacho de la avenida de la Constitución de Sevilla.Que la sanidad era una cuestión de batalla política contra el PP quedó claro en agosto de 2019 cuando estalló la crisis de la listeriaQue la sanidad era una cuestión de batalla política contra Moreno y los suyos quedó claro cuando llevaban apenas ocho meses en el poder: en agosto de 2019 el equipo de Aguirre se enfrentó a una crisis alimentaria con resonancias de la de la colza de hace cuarenta años por la intoxicación masiva por el consumo de carne de mechada fabricada por la empresa sevillana Magrudis , que causó cuatro muertos, seis abortos y con doscientas personas afectadas. El PSOE tiró con artillería gruesa a la gestión de la Consejería, que salvó la situación no sin apuros ni tensiones.Al año y medio llegó la pandemia por el Covid y Salud (y Familias, como se llamaba entonces la Consejería) respondió con altura, sobre todo en el dispositivo de vacunación. Aguirre aguantó como consejero hasta el final de la legislatura en junio de 2022 —es el que más tiempo ha estado en el cargo hasta la fecha— después de vérselas también con el virus del Nilo y la viruela del Mono, y de ahí saltó a la Presidencia del Parlamento, donde sigue dando muestras de su carácter cercano y natural que le ha granjeado tantas alegrías como disgustos.RelevosLa enfermera Catalina García Carrasco , su viceconsejera desde el principio y peso pesando del PP de Jaén, le sucedió en el puesto. No tardó en colocar en la plaza que ella dejaba libre al director-gerente del SAS , Miguel Ángel Guzmán, desde finales de 2019. Éste, junto a dos altos cargos más del ente público —entre ellos la actual gerente, Valle García Sánchez— están investigados por los tribunales por los contratos de emergencia en la etapa del Covid. La polémica generada por este sistema de externalización, sumado a las crecientes listas de espera, provocó en diciembre de 2023 la dimisión de Guzmán y de Diego Vargas, este último como gerente del Servicio Andaluz de Salud.El presidente anunció en el Parlamento en diciembre de 2024 la puesta en marcha de un protocolo para que los centros de salud atendiesen a los ciudadanos en un plazo máximo de 72 horasEntonces la otrora joya de la corona había perdido una parte de su lustre, y por momentos era ya la china en el zapato de un Gobierno asentado en una plácida mayoría absoluta y con el resto de sus objetivos —empuje económico, mejora de las infraestructuras, proyección exterior de la región— a su alcance. Las quejas de los usuarios iban a más, sobre todo en la Atención Primaria , donde la Consejería había activado desde el inicio de la nueva era en San Telmo al menos dos planes para agilizarla y reducir las esperas. El más reciente no tiene ni un año: el presidente de la Junta anunció en el Parlamento en diciembre de 2024 la puesta en marcha de un protocolo para que los centros de salud atendiesen a los ciudadanos en un plazo máximo de 72 horas.Una orden claraY la consejera que tenía la encomienda de desarrollarla ya no era Catalina García, que el junio anterior había asumido la cartera de Sostenibilidad después de una labor con claroscuros, sino Rocío Hernández , que la sustituyó en la citada fecha con una orden clara del presidente. «Me encargaron que gestionara y eso lo que estoy haciendo», declaró la doctora en una entrevista concedida a ABC hace justo un mes, la última que dio en su cargo antes de dimitir. Ni ella ni sus antecesores han logrado que cale en el común de los ciudadanos que el estándar de calidad de la sanidad andaluza ha mejorado con el PP por más que nunca antes se haya invertido tanto en ella, ni que la patraña de la privatización es, eso, una falacia. El plazo para invertir ese estado de ánimo mayoritario es el mismo que el queda para las próximas elecciones autonómicas.
Si algo miraba con lupa el PSOE cuando perdió el Gobierno de la Junta de Andalucía en las elecciones de diciembre de 2018 era la Consejería de Salud. Los socialistas llevaban lustros, si no décadas, luciendo como pavos reales los … logros de la sanidad pública, que había experimentado desde que arrancó el siglo un avance incuestionable que enflaqueció la crisis económica de 2007 y 2008 por la pérdida de fuelle en la inversión institucional pero que resistía como un músculo bien ejercitado por más que asomara un principio de esclerosis.
En el argumentario de la dirigencia del PSOE autonómico que aún era fiel a la descompuesta Susana Díaz seguía figurando en los inicios de 2019 que la prioridad era mantener a salvo la «joya de la corona», como llamaba a la Consejería que había estado bajo el mando directo de María Jesús Montero, hoy vicepresidenta del Gobierno, entre 2004 y 2012.
Parecía que en el edificio Arena de Sevilla Este, sede de Salud, había entrado una banda dispuesta a dinamitar uno de los pilares del Estado de Bienestar —de «lo público»— de los que se preciaban los socialistas aunque en sus últimos meses con poder en el palacio de San Telmo el intento fallido de las fusiones hospitalarias, y la irrupción de una estrella mediática que se apodaba ‘Spiriman‘, hubieran desgastado su gestión. De hecho, Díaz y los suyos, como sus adversarios, tenían para sí que el descuido reciente de las políticas sanitarias o su conducción errática era una de las claves que explicaban que se vieran apeados de la Presidencia de la Junta.
Provisionalidad
En los siete años que lleva Juanma Moreno en el Gobierno —primero en coalición con Ciudadanos y el apoyo parlamentario de Vox y ya en la segunda legislatura con mayoría absoluta— no ha habido una consejería más convulsa e inestable que la de Salud.
El veterano Antonio Sanz, que acaba de hacerse cargo de ella de forma «provisional» (?), es el cuarto mandamás en el departamento de la Administración autonómica con más presupuesto —más de 15.200 millones de euros, un tercio del de toda la Junta— y que se ha afianzado como el principal ente empleador de Andalucía con en torno a 120.000 asalariados y con cerca de treinta grandes hospitales gestionados por el Servicio Andaluz de Salud (SAS), el verdadero nervio de la Consejería.

DIEZ CLAVES DE LA SANIDAD
ANDALUZA EN LA ÚLTIMA DÉCADA
Diciembre
de 2018
EL PSOE PIERDE EL GOBIERNO
Susana Díaz ganó las elecciones pero el PP se alió con Ciudadanos y Vox para derrocarla. El desgaste de la gestión socialista de la sanidad fue clave para que el PSOE no sacara unos resultados más contundentes.
Enero
de 2019
JESÚS AGUIRRE, CONSEJERO
El presidente Juanma Moreno nombra al médico cordobés responsable de Salud y Familias. A las pocas semanas desvela que el PSOE maquillaba las listas de espera y que la Consejería tenía ‘trabajadores fantasmas’, como Bernart Soria. El primer gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Miguel Moreno Verdugo, no dura ni diez meses en el cargo.
Agosto
de 2019
CRISIS DE LA LISTERIA
El equipo de Aguirre se enfrenta a una intoxicación masiva desatada por el consumo de una carne mechada producida por la empresa sevillana Magrudis, que causó cuatro muertos, seis abortos y que afectó a más de 200 personas.
Marzo
de 2020
PANDEMIA POR COVID
Pedro Sánchez declara el Estado de Alarma y el posterior confinamiento, que pone a prueba el sistema sanitario público.
Junio
de 2022
MAYORÍA ABSOLUTA DEL PP EN ANDALUCÍA
Tras las elecciones, Moreno nombra a Jesús Aguirre presidente del Parlamento y coloca de consejera de Salud a su segunda hasta ese momento, Catalina García.
Verano
de 2023
VIRUS DEL NILO
La infección que transmiten los mosquitos provocan al menos diez muertes en Andalucía. Los casos se solapan con la atención a la viruela del mono.
Diciembre
de 2023
CONTRATOS FRACCIONADOS EN EL SAS Y DIMISIONES
La polémica por las abultadas listas de espera y la judicialización de los contratos de emergencia para la asistencia en el Covid acaban con el viceconsejero, Miguel Ángel Guzmán, y el director-gerente del SAS, Diego Vargas.
Julio
de 2024
ROCIO HERNÁNDEZ, CONSEJERA
Juanma Moreno nombra a la tercera máxima responsable de Salud de sus gobiernos. Sustituye a Catalina García Carrasco, que pasa a hacerse cargo de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.
Diciembre
de 2024
PLAN DE 72 HORAS
La Junta activa el programa para atender en tres días como máximo las citas de la Atención Primaria, con notables demoras y quejas de los pacientes. Lo pilota la gerente del SAS, Valle García Sánchez, investigada por los contratos de emergencia junto a Miguel Ángel Guzmán y Diego Vargas.
Octubre
de 2025
CRISIS DEL CÁNCER DE MAMA
La denuncia de un grupo de mujeres enfermas de cáncer sobre retrasos en los diagnósticos de mama desemboca en una enorme polémica sanitaria y política que acaba con la dimisión de la consejera Rocío Hernández.
Fuente: Elaboración propia
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA

DIEZ CLAVES DE LA SANIDAD
ANDALUZA EN LA ÚLTIMA DÉCADA
Diciembre de 2018
EL PSOE PIERDE EL GOBIERNO
Susana Díaz ganó las elecciones pero el PP se alió con Ciudadanos y Vox para derrocarla. El desgaste de la gestión socialista de la sanidad fue clave para que el PSOE no sacara unos resultados más contundentes.
Enero de 2019
JESÚS AGUIRRE, CONSEJERO
El presidente Juanma Moreno nombra al médico cordobés responsable de Salud y Familias. A las pocas semanas desvela que el PSOE maquillaba las listas de espera y que la Consejería tenía ‘trabajadores fantasmas’, como Bernart Soria. El primer gerente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Miguel Moreno Verdugo, no dura ni diez meses en el cargo.
Agosto de 2019
CRISIS DE LA LISTERIA
El equipo de Aguirre se enfrenta a una intoxicación masiva desatada por el consumo de una carne mechada producida por la empresa sevillana Magrudis, que causó cuatro muertos, seis abortos y que afectó a más de 200 personas.
Marzo de 2020
PANDEMIA POR COVID
Pedro Sánchez declara el Estado de Alarma y el posterior confinamiento, que pone a prueba el sistema sanitario público.
Junio de 2022
MAYORÍA ABSOLUTA DEL PP EN ANDALUCÍA
Tras las elecciones, Moreno nombra a Jesús Aguirre presidente del Parlamento y coloca de consejera de Salud a su segunda hasta ese momento, Catalina García.
Verano de 2023
VIRUS DEL NILO
La infección que transmiten los mosquitos provocan al menos diez muertes en Andalucía. Los casos se solapan con la atención a la viruela del mono.
Diciembre de 2023
CONTRATOS FRACCIONADOS EN EL SAS Y DIMISIONES
La polémica por las abultadas listas de espera y la judicialización de los contratos de emergencia para la asistencia en el Covid acaban con el viceconsejero, Miguel Ángel Guzmán, y el director-gerente del SAS, Diego Vargas.
Julio de 2024
ROCIO HERNÁNDEZ, CONSEJERA
Juanma Moreno nombra a la tercera máxima responsable de Salud de sus gobiernos. Sustituye a Catalina García Carrasco, que pasa a hacerse cargo de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul.
Octubre de 2025
PLAN DE 72 HORAS
La Junta activa el programa para atender en tres días como máximo las citas de la Atención Primaria, con notables demoras y quejas de los pacientes. Lo pilota la gerente del SAS, Valle García Sánchez, investigada por los contratos de emergencia junto a Miguel Ángel Guzmán y Diego Vargas.
Julio de 2024
CRISIS DEL CÁNCER DE MAMA
La denuncia de un grupo de mujeres enfermas de cáncer sobre retrasos en los diagnósticos de mama desemboca en una enorme polémica sanitaria y política que acaba con la dimisión de la consejera Rocío Hernández.
Fuente: Elaboración propia
Gráfico: A. Montes / ABC SEVILLA
Al médico de Familia cordobés y exsenador Jesús Aguirre, hoy presidente del Parlamento Andaluz, le correspondió el primer encargo de Moreno para romper con las inercias socialistas.
El consejero de más edad del gabinete fundacional del entonces denominado ‘Gobierno del cambio’ acabó en pocos meses con la subasta de medicamentos y se convirtió en la cara más popular de esa etapa inicial del PP en el Ejecutivo regional en coalición con Vox: denunció el fraude de las listas de espera, a las que inyectó 24 millones en el primero de los numerosos planes de choque que el SAS ha activado desde 2019, y la presencia de «trabajadores fantasmas» en la Consejería, entre ellos el gurú de las células madre Bernart Soria, que acabó despedido de la Fundación Progreso y Salud. Fulminante fue el cese, también, del primer director-gerente del Servicio Andaluz de Salud, Miguel Moreno Verdugo, antes de que cumpliera un año en el despacho de la avenida de la Constitución de Sevilla.
Que la sanidad era una cuestión de batalla política contra el PP quedó claro en agosto de 2019 cuando estalló la crisis de la listeria
Que la sanidad era una cuestión de batalla política contra Moreno y los suyos quedó claro cuando llevaban apenas ocho meses en el poder: en agosto de 2019 el equipo de Aguirre se enfrentó a una crisis alimentaria con resonancias de la de la colza de hace cuarenta años por la intoxicación masiva por el consumo de carne de mechada fabricada por la empresa sevillana Magrudis, que causó cuatro muertos, seis abortos y con doscientas personas afectadas. El PSOE tiró con artillería gruesa a la gestión de la Consejería, que salvó la situación no sin apuros ni tensiones.
Al año y medio llegó la pandemia por el Covid y Salud (y Familias, como se llamaba entonces la Consejería) respondió con altura, sobre todo en el dispositivo de vacunación. Aguirre aguantó como consejero hasta el final de la legislatura en junio de 2022 —es el que más tiempo ha estado en el cargo hasta la fecha— después de vérselas también con el virus del Nilo y la viruela del Mono, y de ahí saltó a la Presidencia del Parlamento, donde sigue dando muestras de su carácter cercano y natural que le ha granjeado tantas alegrías como disgustos.
Relevos
La enfermera Catalina García Carrasco, su viceconsejera desde el principio y peso pesando del PP de Jaén, le sucedió en el puesto. No tardó en colocar en la plaza que ella dejaba libre al director-gerente del SAS, Miguel Ángel Guzmán, desde finales de 2019. Éste, junto a dos altos cargos más del ente público —entre ellos la actual gerente, Valle García Sánchez— están investigados por los tribunales por los contratos de emergencia en la etapa del Covid.
La polémica generada por este sistema de externalización, sumado a las crecientes listas de espera, provocó en diciembre de 2023 la dimisión de Guzmán y de Diego Vargas, este último como gerente del Servicio Andaluz de Salud.
El presidente anunció en el Parlamento en diciembre de 2024 la puesta en marcha de un protocolo para que los centros de salud atendiesen a los ciudadanos en un plazo máximo de 72 horas
Entonces la otrora joya de la corona había perdido una parte de su lustre, y por momentos era ya la china en el zapato de un Gobierno asentado en una plácida mayoría absoluta y con el resto de sus objetivos —empuje económico, mejora de las infraestructuras, proyección exterior de la región— a su alcance.
Las quejas de los usuarios iban a más, sobre todo en la Atención Primaria, donde la Consejería había activado desde el inicio de la nueva era en San Telmo al menos dos planes para agilizarla y reducir las esperas. El más reciente no tiene ni un año: el presidente de la Junta anunció en el Parlamento en diciembre de 2024 la puesta en marcha de un protocolo para que los centros de salud atendiesen a los ciudadanos en un plazo máximo de 72 horas.
Una orden clara
Y la consejera que tenía la encomienda de desarrollarla ya no era Catalina García, que el junio anterior había asumido la cartera de Sostenibilidad después de una labor con claroscuros, sino Rocío Hernández, que la sustituyó en la citada fecha con una orden clara del presidente. «Me encargaron que gestionara y eso lo que estoy haciendo», declaró la doctora en una entrevista concedida a ABC hace justo un mes, la última que dio en su cargo antes de dimitir.
Ni ella ni sus antecesores han logrado que cale en el común de los ciudadanos que el estándar de calidad de la sanidad andaluza ha mejorado con el PP por más que nunca antes se haya invertido tanto en ella, ni que la patraña de la privatización es, eso, una falacia. El plazo para invertir ese estado de ánimo mayoritario es el mismo que el queda para las próximas elecciones autonómicas.
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