Todo ha explosionado en una semana. La trama corrupta del PSOE -que salpica a dos de sus secretarios de Organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán , por presuntas mordidas y adjudicación de obra pública para este fin-, deja daños colaterales en el ala de Sumar del Ejecutivo, que no anda precisamente sobrado de estabilidad. La posible salida de Compromís y Més , que seguirían el ejemplo de Podemos en diciembre de 2023, amenaza con agravar la sangría en el Grupo Plurinacional, iniciada hace poco más de un año con la espantada de Yolanda Díaz, que renunció a liderar su propio espacio político, dejándolo hecho un polvorín tras la debacle de las europeas . A ello se sumaron las acusaciones de acoso sexual contra su portavoz Íñigo Errejón y ahora, los pésimos resultados en los sondeos, según los cuales, la izquierda alternativa al PSOE no suma ni la mitad de diputados que el 23-J.La primera en dar portazo a Díaz y saltar al Grupo Mixto con Podemos podría ser Águeda Micó, de Més Compromís , facción mayoritaria de la coalición valenciana en la que también están integradas Iniciativa y VerdsEquo. Los de Joan Baldoví ya amagaron con irse tras el veto a la comparecencia de Sánchez en la comisión de investigación de la dana en el Congreso. Decidieron posponer su salida e hicieron llegar un documento a la dirección de Sumar plagado de exigencias para ganar visibilidad. «Nos ofrecen coordinación, queremos plena autonomía» con libertad de voto y capacidad de control al Ejecutivo, señalan en Més.Noticia Relacionada Co-coordinadora de Movimiento Sumar estandar Si Lara Hernández: «Si Sumar no estuviera en el Gobierno, ninguna política progresista se abriría camino» Patricia Romero El objetivo de los de Yolanda Díaz pasa por «cuidar» el Gobierno de coalición con el PSOE y «revalidarlo» en las generales de 2027Este lunes someten a consulta a su Consell Nacional, máximo órgano representativo de sus bases, la decisión final y en caso de que el resultado sea que sí, efectuarán su salida de Sumar mientras Alberto Ibáñez, de Iniciativa, el otro diputado de Compromís, permanecería dentro. Todo ello, pese a que hace un par de semanas, se comprometieron a que este movimiento no implicase una división de su acción parlamentaria.«Estaban buscando cualquier excusa para irse , pero la división en Madrid les va a traer consecuencias en Valencia», opinan en Sumar, donde se creía que el acuerdo para la permanencia de Compromís estaba cerrado a falta de unos flecos. En Iniciativa tampoco sentó demasiado bien la consulta a las bases de Més. «El debate no está en si seguir o no en Sumar, sino en cómo confrontamos la corrupción », se quejan.Hartazgo por el «ninguneo»En Més -coalición que formaron Més per Mallorca y Més per Menorca con Sumar el 23-J- llevan tiempo reclamando la «confederalización» del Grupo Sumar de cara a que los partidos territoriales ganasen mayor peso, explican voces de esta formación en conversación con ABC. Al hecho de que la agenda balear no esté encima de la mesa, se suma la corrupción del PSOE, que les empujó a pedir sin éxito la salida de los cinco ministros de Sumar del Gobierno.Noticia Relacionada estandar No Yolanda Díaz endurece su discurso ante el caso Santos Cerdán: «La corrupción está en el PP y en el PSOE» I. Asenjo La vicepresidenta en la coalición progresista del Gobierno, presume de que Sumar tiene «cinco ministerios limpios» y «nunca ha robado»Ante negativa de la dirección del grupo, Més propuso la salida de Vicenç Vidal, primer diputado independentista mallorquín en el Congreso para «poder fiscalizar mejor a Sánchez». En cualquier caso, la decisión definitiva la adoptarán las bases de Més en asamblea este jueves, igual que en Compromís. Más silenciosa, pero igual de significativa es la situación de CHA, cuyo único representante en el Congreso, Jorge Pueyo , reconoció la pasada semana, al igual que hizo Gerardo Pisarello (Comuns), que «todos los escenarios están abiertos». En la misma línea que Compromís, sienten hartazgo por el «ninguneo» del PSOE a sus socios e «incomodidad» a la hora de seguir dando sustento al Gobierno. Según ha podido saber este diario, su dirección se reúne también este lunes para hacer análisis de toda esta situación, si bien aclaran que es un cónclave ordinario en el que no se adoptarán decisiones al respecto.Mientras tanto, IU advierte que el riesgo final de legislatura es «más alto que nunca» y Más Madrid, cabe recordar, deslizó hace meses su voluntad de concurrir en solitario a las próximas generales.En junio del año pasado, tras la aparente renuncia de Díaz, Sumar se rindió a la evidencia de que lo que estaba en pie era una amalgama de partidos territoriales y no, como pretendía, una formación federal al uso, equiparable a PP y PSOE. Renunció a las cuotas de poder impuestas por la vicepresidenta -70% para Sumar y tan sólo el 30% para las otras seis organizaciones- y se adentró en la senda de la «horizontalidad». Improvisó entonces la llamada mesa de partidos , que serviría para la reorganización del espacio. Compromís, Chunta y Més declinaron la oferta de participar. El motivo, mismo que a día de hoy esgrimen, no forman parte del Gobierno y sólo pretenden seguir ligados a esta confluencia de partidos a nivel de grupo parlamentario de cara a próximos procesos electorales.La creación de esta mesa coincidió con las rencillas por la financiación singular de Cataluña a la que el PSOE se prestó a cambio del apoyo de ERC a la investidura de Salvador Illa . Valencianos y aragoneses se plantaron, exigiendo a los socialistas el mismo modelo para sus comunidades. De lo contrario, advirtieron, romperían con Sumar. Ahora, la historia se repite. Hartos del ninguneo de PSOE y Sumar a sus agendas territoriales , podrían consumar su amenaza. Sin Micó, Vidal y Pueyo, Sumar se quedaría con 24 de los 31 asientos que obtuvo el 23-J. En dos años, Díaz habría perdido por el camino cerca de una cuarta parte de su grupo y Sánchez, de su socio de Gobierno. Todo ha explosionado en una semana. La trama corrupta del PSOE -que salpica a dos de sus secretarios de Organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán , por presuntas mordidas y adjudicación de obra pública para este fin-, deja daños colaterales en el ala de Sumar del Ejecutivo, que no anda precisamente sobrado de estabilidad. La posible salida de Compromís y Més , que seguirían el ejemplo de Podemos en diciembre de 2023, amenaza con agravar la sangría en el Grupo Plurinacional, iniciada hace poco más de un año con la espantada de Yolanda Díaz, que renunció a liderar su propio espacio político, dejándolo hecho un polvorín tras la debacle de las europeas . A ello se sumaron las acusaciones de acoso sexual contra su portavoz Íñigo Errejón y ahora, los pésimos resultados en los sondeos, según los cuales, la izquierda alternativa al PSOE no suma ni la mitad de diputados que el 23-J.La primera en dar portazo a Díaz y saltar al Grupo Mixto con Podemos podría ser Águeda Micó, de Més Compromís , facción mayoritaria de la coalición valenciana en la que también están integradas Iniciativa y VerdsEquo. Los de Joan Baldoví ya amagaron con irse tras el veto a la comparecencia de Sánchez en la comisión de investigación de la dana en el Congreso. Decidieron posponer su salida e hicieron llegar un documento a la dirección de Sumar plagado de exigencias para ganar visibilidad. «Nos ofrecen coordinación, queremos plena autonomía» con libertad de voto y capacidad de control al Ejecutivo, señalan en Més.Noticia Relacionada Co-coordinadora de Movimiento Sumar estandar Si Lara Hernández: «Si Sumar no estuviera en el Gobierno, ninguna política progresista se abriría camino» Patricia Romero El objetivo de los de Yolanda Díaz pasa por «cuidar» el Gobierno de coalición con el PSOE y «revalidarlo» en las generales de 2027Este lunes someten a consulta a su Consell Nacional, máximo órgano representativo de sus bases, la decisión final y en caso de que el resultado sea que sí, efectuarán su salida de Sumar mientras Alberto Ibáñez, de Iniciativa, el otro diputado de Compromís, permanecería dentro. Todo ello, pese a que hace un par de semanas, se comprometieron a que este movimiento no implicase una división de su acción parlamentaria.«Estaban buscando cualquier excusa para irse , pero la división en Madrid les va a traer consecuencias en Valencia», opinan en Sumar, donde se creía que el acuerdo para la permanencia de Compromís estaba cerrado a falta de unos flecos. En Iniciativa tampoco sentó demasiado bien la consulta a las bases de Més. «El debate no está en si seguir o no en Sumar, sino en cómo confrontamos la corrupción », se quejan.Hartazgo por el «ninguneo»En Més -coalición que formaron Més per Mallorca y Més per Menorca con Sumar el 23-J- llevan tiempo reclamando la «confederalización» del Grupo Sumar de cara a que los partidos territoriales ganasen mayor peso, explican voces de esta formación en conversación con ABC. Al hecho de que la agenda balear no esté encima de la mesa, se suma la corrupción del PSOE, que les empujó a pedir sin éxito la salida de los cinco ministros de Sumar del Gobierno.Noticia Relacionada estandar No Yolanda Díaz endurece su discurso ante el caso Santos Cerdán: «La corrupción está en el PP y en el PSOE» I. Asenjo La vicepresidenta en la coalición progresista del Gobierno, presume de que Sumar tiene «cinco ministerios limpios» y «nunca ha robado»Ante negativa de la dirección del grupo, Més propuso la salida de Vicenç Vidal, primer diputado independentista mallorquín en el Congreso para «poder fiscalizar mejor a Sánchez». En cualquier caso, la decisión definitiva la adoptarán las bases de Més en asamblea este jueves, igual que en Compromís. Más silenciosa, pero igual de significativa es la situación de CHA, cuyo único representante en el Congreso, Jorge Pueyo , reconoció la pasada semana, al igual que hizo Gerardo Pisarello (Comuns), que «todos los escenarios están abiertos». En la misma línea que Compromís, sienten hartazgo por el «ninguneo» del PSOE a sus socios e «incomodidad» a la hora de seguir dando sustento al Gobierno. Según ha podido saber este diario, su dirección se reúne también este lunes para hacer análisis de toda esta situación, si bien aclaran que es un cónclave ordinario en el que no se adoptarán decisiones al respecto.Mientras tanto, IU advierte que el riesgo final de legislatura es «más alto que nunca» y Más Madrid, cabe recordar, deslizó hace meses su voluntad de concurrir en solitario a las próximas generales.En junio del año pasado, tras la aparente renuncia de Díaz, Sumar se rindió a la evidencia de que lo que estaba en pie era una amalgama de partidos territoriales y no, como pretendía, una formación federal al uso, equiparable a PP y PSOE. Renunció a las cuotas de poder impuestas por la vicepresidenta -70% para Sumar y tan sólo el 30% para las otras seis organizaciones- y se adentró en la senda de la «horizontalidad». Improvisó entonces la llamada mesa de partidos , que serviría para la reorganización del espacio. Compromís, Chunta y Més declinaron la oferta de participar. El motivo, mismo que a día de hoy esgrimen, no forman parte del Gobierno y sólo pretenden seguir ligados a esta confluencia de partidos a nivel de grupo parlamentario de cara a próximos procesos electorales.La creación de esta mesa coincidió con las rencillas por la financiación singular de Cataluña a la que el PSOE se prestó a cambio del apoyo de ERC a la investidura de Salvador Illa . Valencianos y aragoneses se plantaron, exigiendo a los socialistas el mismo modelo para sus comunidades. De lo contrario, advirtieron, romperían con Sumar. Ahora, la historia se repite. Hartos del ninguneo de PSOE y Sumar a sus agendas territoriales , podrían consumar su amenaza. Sin Micó, Vidal y Pueyo, Sumar se quedaría con 24 de los 31 asientos que obtuvo el 23-J. En dos años, Díaz habría perdido por el camino cerca de una cuarta parte de su grupo y Sánchez, de su socio de Gobierno.
Todo ha explosionado en una semana. La trama corrupta del PSOE -que salpica a dos de sus secretarios de Organización, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, por presuntas mordidas y adjudicación de obra pública para este fin-, deja daños colaterales en el ala … de Sumar del Ejecutivo, que no anda precisamente sobrado de estabilidad.
La posible salida de Compromís y Més, que seguirían el ejemplo de Podemos en diciembre de 2023, amenaza con agravar la sangría en el Grupo Plurinacional, iniciada hace poco más de un año con la espantada de Yolanda Díaz, que renunció a liderar su propio espacio político, dejándolo hecho un polvorín tras la debacle de las europeas. A ello se sumaron las acusaciones de acoso sexual contra su portavoz Íñigo Errejón y ahora, los pésimos resultados en los sondeos, según los cuales, la izquierda alternativa al PSOE no suma ni la mitad de diputados que el 23-J.
La primera en dar portazo a Díaz y saltar al Grupo Mixto con Podemos podría ser Águeda Micó, de Més Compromís, facción mayoritaria de la coalición valenciana en la que también están integradas Iniciativa y VerdsEquo. Los de Joan Baldoví ya amagaron con irse tras el veto a la comparecencia de Sánchez en la comisión de investigación de la dana en el Congreso. Decidieron posponer su salida e hicieron llegar un documento a la dirección de Sumar plagado de exigencias para ganar visibilidad. «Nos ofrecen coordinación, queremos plena autonomía» con libertad de voto y capacidad de control al Ejecutivo, señalan en Més.
Este lunes someten a consulta a su Consell Nacional, máximo órgano representativo de sus bases, la decisión final y en caso de que el resultado sea que sí, efectuarán su salida de Sumar mientras Alberto Ibáñez, de Iniciativa, el otro diputado de Compromís, permanecería dentro. Todo ello, pese a que hace un par de semanas, se comprometieron a que este movimiento no implicase una división de su acción parlamentaria.
«Estaban buscando cualquier excusa para irse, pero la división en Madrid les va a traer consecuencias en Valencia», opinan en Sumar, donde se creía que el acuerdo para la permanencia de Compromís estaba cerrado a falta de unos flecos. En Iniciativa tampoco sentó demasiado bien la consulta a las bases de Més. «El debate no está en si seguir o no en Sumar, sino en cómo confrontamos la corrupción», se quejan.
Hartazgo por el «ninguneo»
En Més -coalición que formaron Més per Mallorca y Més per Menorca con Sumar el 23-J- llevan tiempo reclamando la «confederalización» del Grupo Sumar de cara a que los partidos territoriales ganasen mayor peso, explican voces de esta formación en conversación con ABC. Al hecho de que la agenda balear no esté encima de la mesa, se suma la corrupción del PSOE, que les empujó a pedir sin éxito la salida de los cinco ministros de Sumar del Gobierno.
Ante negativa de la dirección del grupo, Més propuso la salida de Vicenç Vidal, primer diputado independentista mallorquín en el Congreso para «poder fiscalizar mejor a Sánchez». En cualquier caso, la decisión definitiva la adoptarán las bases de Més en asamblea este jueves, igual que en Compromís.
Más silenciosa, pero igual de significativa es la situación de CHA, cuyo único representante en el Congreso, Jorge Pueyo, reconoció la pasada semana, al igual que hizo Gerardo Pisarello (Comuns), que «todos los escenarios están abiertos». En la misma línea que Compromís, sienten hartazgo por el «ninguneo» del PSOE a sus socios e «incomodidad» a la hora de seguir dando sustento al Gobierno. Según ha podido saber este diario, su dirección se reúne también este lunes para hacer análisis de toda esta situación, si bien aclaran que es un cónclave ordinario en el que no se adoptarán decisiones al respecto.
Mientras tanto, IU advierte que el riesgo final de legislatura es «más alto que nunca» y Más Madrid, cabe recordar, deslizó hace meses su voluntad de concurrir en solitario a las próximas generales.
En junio del año pasado, tras la aparente renuncia de Díaz, Sumar se rindió a la evidencia de que lo que estaba en pie era una amalgama de partidos territoriales y no, como pretendía, una formación federal al uso, equiparable a PP y PSOE. Renunció a las cuotas de poder impuestas por la vicepresidenta -70% para Sumar y tan sólo el 30% para las otras seis organizaciones- y se adentró en la senda de la «horizontalidad».
Improvisó entonces la llamada mesa de partidos, que serviría para la reorganización del espacio. Compromís, Chunta y Més declinaron la oferta de participar. El motivo, mismo que a día de hoy esgrimen, no forman parte del Gobierno y sólo pretenden seguir ligados a esta confluencia de partidos a nivel de grupo parlamentario de cara a próximos procesos electorales.
La creación de esta mesa coincidió con las rencillas por la financiación singular de Cataluña a la que el PSOE se prestó a cambio del apoyo de ERC a la investidura de Salvador Illa. Valencianos y aragoneses se plantaron, exigiendo a los socialistas el mismo modelo para sus comunidades. De lo contrario, advirtieron, romperían con Sumar.
Ahora, la historia se repite. Hartos del ninguneo de PSOE y Sumar a sus agendas territoriales, podrían consumar su amenaza. Sin Micó, Vidal y Pueyo, Sumar se quedaría con 24 de los 31 asientos que obtuvo el 23-J. En dos años, Díaz habría perdido por el camino cerca de una cuarta parte de su grupo y Sánchez, de su socio de Gobierno.
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