No es ninguna exageración decir que la salida de la Tarasca desde el Ayuntamiento de Granada es uno de los momentos más esperados de las fiestas del Corpus. La Tarasca representa a una mujer sobre un dragón que parece rendirse a sus pies. Se trata de una tradición heredada de Francia , un símbolo del triunfo de la belleza sobre lo feo. Y, lo que más importa a la gente, el maniquí en cuestión se viste cada año de forma diferente. Se supone que ese atuendo debe marcar tendencia de moda. Cada año se elige a un diseñador o una diseñadora local para que se encargue del vestuario. Esta vez ese honor ha correspondido a Iván Martín , mientras que el maquillaje ha corrido a cargo de Rocío García , el peluquero ha sido Mario Álvarez y Lilian Urquieta se ha encargado de las joyas y los complementos. El diseñador ha optado por un vestido celeste largo, entallado y de seda, con cola de volantes y chorreras y mangas con lazada. El pelo lo lleva suelto. El autor asegura que se ha inspirado en uno de los símbolos de la ciudad, los jardines del Generalife . Como todos los años, ahí sí que no hay novedad, tendrá a buen seguro seguidores y detractores. Hablar de cómo va vestida la Tarasca es un clásico granadino. Iván Martín ha asegurado que ha trabajado en el diseño durante más de un mes y que con él ha querido combinar «tradición, teatralidad y artesanía» en una « oda a la riqueza estética y emocional de Granada». Ha incidido en que la inspiración «nace de un profundo agradecimiento a nuestra ciudad y, muy especialmente, al Generalife, por lo que hemos querido reflejar la poesía de sus fuentes, la exuberancia de su vegetación y el cromatismo de sus atardeceres».Detalle del vestido de la Tarasca en la puerta del ayuntamiento antonio l. juárezEl Ayuntamiento de Granada ha explicado, además, que la Tarasca va este año peinada con una espectacular melena pelirroja, trabajada por el estilista Mario Álvarez Martín, en clara influencia del arte prerrafaelista, con aire romántico y onírico, y maquillada por la esteticista Rocío García Díaz (Rogardi), con una gama de colores cálidos anaranjados, cejas marcadas y labios de color rojo, la Tarasca incorpora en su atrezzo unas joyas elaboradas en forma de « flores de porcelana y metal creadas a mano por la artista Liliam Urquieta Castrillo (Cala by Lilian) en un guiño al valor artesanal del diseño.La alcaldesa, Marifrán Carazo , ha agradecido las «manos expertas, sensibles y comprometidas de los profesionales que hoy nos brindan la oportunidad de cumplir con la tradición que representa esta figura mitológica que, montada en su dragón y escoltada por los gigantes y cabezudos, anuncia la llegada de los días grandes de la fiesta del Corpus».Después de ser expuesta en la puerta del Ayuntamiento, a las doce del mediodía de este miércoles 18 de junio, la Tarasca ha salido de procesión, acompañada, como siempre, por gigantes y cabezudos . Es una fiesta que gusta mucho a los niños y no pocos se han perdido el día de colegio -el penúltimo del curso, por cierto- para verla desfilar. Ha recorrido la calle Reyes Católicos, la Gran Vía, las calles Cárcel Baja y San Jerónimo, la Plaza de la Romanilla, la de Trinidad, la calle Mesones y, de ahí, ha vuelto a la Plaza del Carmen, donde está el edificio consistorial. Mañana volverá a salir a la calle , esta vez para acompañar a la procesión del Corpus. No es ninguna exageración decir que la salida de la Tarasca desde el Ayuntamiento de Granada es uno de los momentos más esperados de las fiestas del Corpus. La Tarasca representa a una mujer sobre un dragón que parece rendirse a sus pies. Se trata de una tradición heredada de Francia , un símbolo del triunfo de la belleza sobre lo feo. Y, lo que más importa a la gente, el maniquí en cuestión se viste cada año de forma diferente. Se supone que ese atuendo debe marcar tendencia de moda. Cada año se elige a un diseñador o una diseñadora local para que se encargue del vestuario. Esta vez ese honor ha correspondido a Iván Martín , mientras que el maquillaje ha corrido a cargo de Rocío García , el peluquero ha sido Mario Álvarez y Lilian Urquieta se ha encargado de las joyas y los complementos. El diseñador ha optado por un vestido celeste largo, entallado y de seda, con cola de volantes y chorreras y mangas con lazada. El pelo lo lleva suelto. El autor asegura que se ha inspirado en uno de los símbolos de la ciudad, los jardines del Generalife . Como todos los años, ahí sí que no hay novedad, tendrá a buen seguro seguidores y detractores. Hablar de cómo va vestida la Tarasca es un clásico granadino. Iván Martín ha asegurado que ha trabajado en el diseño durante más de un mes y que con él ha querido combinar «tradición, teatralidad y artesanía» en una « oda a la riqueza estética y emocional de Granada». Ha incidido en que la inspiración «nace de un profundo agradecimiento a nuestra ciudad y, muy especialmente, al Generalife, por lo que hemos querido reflejar la poesía de sus fuentes, la exuberancia de su vegetación y el cromatismo de sus atardeceres».Detalle del vestido de la Tarasca en la puerta del ayuntamiento antonio l. juárezEl Ayuntamiento de Granada ha explicado, además, que la Tarasca va este año peinada con una espectacular melena pelirroja, trabajada por el estilista Mario Álvarez Martín, en clara influencia del arte prerrafaelista, con aire romántico y onírico, y maquillada por la esteticista Rocío García Díaz (Rogardi), con una gama de colores cálidos anaranjados, cejas marcadas y labios de color rojo, la Tarasca incorpora en su atrezzo unas joyas elaboradas en forma de « flores de porcelana y metal creadas a mano por la artista Liliam Urquieta Castrillo (Cala by Lilian) en un guiño al valor artesanal del diseño.La alcaldesa, Marifrán Carazo , ha agradecido las «manos expertas, sensibles y comprometidas de los profesionales que hoy nos brindan la oportunidad de cumplir con la tradición que representa esta figura mitológica que, montada en su dragón y escoltada por los gigantes y cabezudos, anuncia la llegada de los días grandes de la fiesta del Corpus».Después de ser expuesta en la puerta del Ayuntamiento, a las doce del mediodía de este miércoles 18 de junio, la Tarasca ha salido de procesión, acompañada, como siempre, por gigantes y cabezudos . Es una fiesta que gusta mucho a los niños y no pocos se han perdido el día de colegio -el penúltimo del curso, por cierto- para verla desfilar. Ha recorrido la calle Reyes Católicos, la Gran Vía, las calles Cárcel Baja y San Jerónimo, la Plaza de la Romanilla, la de Trinidad, la calle Mesones y, de ahí, ha vuelto a la Plaza del Carmen, donde está el edificio consistorial. Mañana volverá a salir a la calle , esta vez para acompañar a la procesión del Corpus.
El maniquí, vestido este año por el diseñador Iván Martín, luce un traje celeste que quiere «combinar tradición, teatralidad y fantasía»
No es ninguna exageración decir que la salida de la Tarasca desde el Ayuntamiento de Granada es uno de los momentos más esperados de las fiestas del Corpus. La Tarasca representa a una mujer sobre un dragón que parece rendirse a sus pies. Se trata de una tradición heredada de Francia, un símbolo del triunfo de la belleza sobre lo feo. Y, lo que más importa a la gente, el maniquí en cuestión se viste cada año de forma diferente. Se supone que ese atuendo debe marcar tendencia de moda.
Cada año se elige a un diseñador o una diseñadora local para que se encargue del vestuario. Esta vez ese honor ha correspondido a Iván Martín, mientras que el maquillaje ha corrido a cargo de Rocío García, el peluquero ha sido Mario Álvarez y Lilian Urquieta se ha encargado de las joyas y los complementos.
El diseñador ha optado por un vestido celeste largo, entallado y de seda, con cola de volantes y chorreras y mangas con lazada. El pelo lo lleva suelto. El autor asegura que se ha inspirado en uno de los símbolos de la ciudad, los jardines del Generalife. Como todos los años, ahí sí que no hay novedad, tendrá a buen seguro seguidores y detractores. Hablar de cómo va vestida la Tarasca es un clásico granadino.
Iván Martín ha asegurado que ha trabajado en el diseño durante más de un mes y que con él ha querido combinar «tradición, teatralidad y artesanía» en una «oda a la riqueza estética y emocional de Granada». Ha incidido en que la inspiración «nace de un profundo agradecimiento a nuestra ciudad y, muy especialmente, al Generalife, por lo que hemos querido reflejar la poesía de sus fuentes, la exuberancia de su vegetación y el cromatismo de sus atardeceres».
antonio l. juárez
El Ayuntamiento de Granada ha explicado, además, que la Tarasca va este año peinada con una espectacular melena pelirroja, trabajada por el estilista Mario Álvarez Martín, en clara influencia del arte prerrafaelista, con aire romántico y onírico, y maquillada por la esteticista Rocío García Díaz (Rogardi), con una gama de colores cálidos anaranjados, cejas marcadas y labios de color rojo, la Tarasca incorpora en su atrezzo unas joyas elaboradas en forma de «flores de porcelana y metal creadas a mano por la artista Liliam Urquieta Castrillo (Cala by Lilian) en un guiño al valor artesanal del diseño.
La alcaldesa, Marifrán Carazo, ha agradecido las «manos expertas, sensibles y comprometidas de los profesionales que hoy nos brindan la oportunidad de cumplir con la tradición que representa esta figura mitológica que, montada en su dragón y escoltada por los gigantes y cabezudos, anuncia la llegada de los días grandes de la fiesta del Corpus».
Después de ser expuesta en la puerta del Ayuntamiento, a las doce del mediodía de este miércoles 18 de junio, la Tarasca ha salido de procesión, acompañada, como siempre, por gigantes y cabezudos. Es una fiesta que gusta mucho a los niños y no pocos se han perdido el día de colegio -el penúltimo del curso, por cierto- para verla desfilar.
Ha recorrido la calle Reyes Católicos, la Gran Vía, las calles Cárcel Baja y San Jerónimo, la Plaza de la Romanilla, la de Trinidad, la calle Mesones y, de ahí, ha vuelto a la Plaza del Carmen, donde está el edificio consistorial. Mañana volverá a salir a la calle, esta vez para acompañar a la procesión del Corpus.
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