Con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TSJUE) que le da la razón todavía caliente, la Xunta aprieta el acelerador de la energía eólica con la autorización de construcción de dos nuevos parques, bautizados como de Baro y de Greco. Dos proyectos nacidos al amparo de la nueva Ley de Recursos Naturales de Galicia, que, además, tendrán beneficios para los vecinos de su entorno, incluyendo descuentos en la factura de la luz.En una rueda de prensa este lunes tras la reunión del Consello de Goberno de la Xunta, el presidente gallego, Alfonso Rueda, y la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, han puesto sobre la mesa las cifras de estos proyectos: una inversión total de 163 millones de euros y la creación d 25 puestos de trabajo permanentes.Pero tal vez lo más destacado será el beneficio que los vecinos de los concellos donde se van a ubicar podrán obtener, de forma directa, de estos dos parques eólicos: podrán acceder a descuentos en la factura de la luz de hasta 300 euros año y, además, tener posibilidad de invertir en los proyectos, garantizándosele un beneficio de un 5% anual. También se priorizará la contratación de mano de obra local y se fomentará la inserción laboral de jóvenes y de mujeres. El parque de Baro se construirá entre los concellos de Mondoñedo, Lourenzá, Castro de Rei, Pol, Riotorto, A Pastoriza y Meira. Por su parte, el Greco se ubicará en las localidades de Cerdedo-Cotobade, Ponte Caldelas, A Lama, Fornelos de Montes, A Cañiza, Cobelo, Avión, Melón, Carballeda de Avia y Allaríz. Los vecinos de estos municipios son los que podrán beneficiarse de todas estas medidas.En ambos casos, la Xunta ha declarado «la excepcionalidad» de estos dos parques. Y eso, con la ley en la mano, significa, por ejemplo, que el Gobierno autonómico garantiza que más del 80 por ciento de la energía que generen se destinará a industrias gallegas. En estos casos, en concreto, nutrirán de energía limpia a la fábrica de Ferroglobe, en Sabón (La Coruña).Todo ello después del «pronunciamiento categórico» del TSJUE -así lo ha definido Ruda-, que, en respuesta a una cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), avaló la forma en que la Xunta tramitaba los permisos para la construcción de parques eólicos. A día de hoy, el TSXG mantiene paralizados un total de 92 parques eólicos en Galicia, y Rueda espera que el tribunal superior levante las paralizaciones para que la Comunidad Autónoma «no siga perdiendo oportunidades».«Nosotros ya dijimos desde el principio que la Xunta y los técnicos estaban haciendo las cosas bien», ahondó el presidente gallego, que lamentó los «años de paralizaciones en los que muchas empresas tuvieron que buscar energía en otras Comunidades Autónoma porque decenas de proyectos de parques gallegos quedaron congelados. Con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TSJUE) que le da la razón todavía caliente, la Xunta aprieta el acelerador de la energía eólica con la autorización de construcción de dos nuevos parques, bautizados como de Baro y de Greco. Dos proyectos nacidos al amparo de la nueva Ley de Recursos Naturales de Galicia, que, además, tendrán beneficios para los vecinos de su entorno, incluyendo descuentos en la factura de la luz.En una rueda de prensa este lunes tras la reunión del Consello de Goberno de la Xunta, el presidente gallego, Alfonso Rueda, y la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, han puesto sobre la mesa las cifras de estos proyectos: una inversión total de 163 millones de euros y la creación d 25 puestos de trabajo permanentes.Pero tal vez lo más destacado será el beneficio que los vecinos de los concellos donde se van a ubicar podrán obtener, de forma directa, de estos dos parques eólicos: podrán acceder a descuentos en la factura de la luz de hasta 300 euros año y, además, tener posibilidad de invertir en los proyectos, garantizándosele un beneficio de un 5% anual. También se priorizará la contratación de mano de obra local y se fomentará la inserción laboral de jóvenes y de mujeres. El parque de Baro se construirá entre los concellos de Mondoñedo, Lourenzá, Castro de Rei, Pol, Riotorto, A Pastoriza y Meira. Por su parte, el Greco se ubicará en las localidades de Cerdedo-Cotobade, Ponte Caldelas, A Lama, Fornelos de Montes, A Cañiza, Cobelo, Avión, Melón, Carballeda de Avia y Allaríz. Los vecinos de estos municipios son los que podrán beneficiarse de todas estas medidas.En ambos casos, la Xunta ha declarado «la excepcionalidad» de estos dos parques. Y eso, con la ley en la mano, significa, por ejemplo, que el Gobierno autonómico garantiza que más del 80 por ciento de la energía que generen se destinará a industrias gallegas. En estos casos, en concreto, nutrirán de energía limpia a la fábrica de Ferroglobe, en Sabón (La Coruña).Todo ello después del «pronunciamiento categórico» del TSJUE -así lo ha definido Ruda-, que, en respuesta a una cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), avaló la forma en que la Xunta tramitaba los permisos para la construcción de parques eólicos. A día de hoy, el TSXG mantiene paralizados un total de 92 parques eólicos en Galicia, y Rueda espera que el tribunal superior levante las paralizaciones para que la Comunidad Autónoma «no siga perdiendo oportunidades».«Nosotros ya dijimos desde el principio que la Xunta y los técnicos estaban haciendo las cosas bien», ahondó el presidente gallego, que lamentó los «años de paralizaciones en los que muchas empresas tuvieron que buscar energía en otras Comunidades Autónoma porque decenas de proyectos de parques gallegos quedaron congelados.
El Consello de la Xunta autoriza estos dos proyectos amparándose en la Ley de Recursos Naturales de Galicia y tras la sentencia del TJUE que da la razón en a la forma de tramitar los parques
Con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TSJUE) que le da la razón todavía caliente, la Xunta aprieta el acelerador de la energía eólica con la autorización de construcción de dos nuevos parques, bautizados como de Baro y de Greco. Dos proyectos nacidos al amparo de la nueva Ley de Recursos Naturales de Galicia, que, además, tendrán beneficios para los vecinos de su entorno, incluyendo descuentos en la factura de la luz.
En una rueda de prensa este lunes tras la reunión del Consello de Goberno de la Xunta, el presidente gallego, Alfonso Rueda, y la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, han puesto sobre la mesa las cifras de estos proyectos: una inversión total de 163 millones de euros y la creación d 25 puestos de trabajo permanentes.
Pero tal vez lo más destacado será el beneficio que los vecinos de los concellos donde se van a ubicar podrán obtener, de forma directa, de estos dos parques eólicos: podrán acceder a descuentos en la factura de la luz de hasta 300 euros año y, además, tener posibilidad de invertir en los proyectos, garantizándosele un beneficio de un 5% anual.
También se priorizará la contratación de mano de obra local y se fomentará la inserción laboral de jóvenes y de mujeres. El parque de Baro se construirá entre los concellos de Mondoñedo, Lourenzá, Castro de Rei, Pol, Riotorto, A Pastoriza y Meira. Por su parte, El Greco, en las localidades de Cerdedo-Cotobade, Ponte Caldelas, A Lama, Fornelos de Montes, A Cañiza, Cobelo, Avión, Melón, Carballeda de Avia y Allaríz. Los vecinos de estos municipios son los que podrán beneficiarse de todas estas medidas.
En ambos casos, la Xunta ha declarado «la excepcionalidad» de estos dos parques. Y eso, con la ley en la mano, significa, por ejemplo, que el Gobierno autonómico garantiza que más del 80 por ciento de la energía que generen se destinará a industrias gallegas. En estos casos, en concreto, nutrirán de energía limpia a la fábrica de Ferroglobe, en Sabón (La Coruña).
Todo ello después del «pronunciamiento categórico» del TSJUE -así lo ha definido Ruda-, que, en respuesta a una cuestión prejudicial planteada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), avaló la forma en que la Xunta tramitaba los permisos para la construcción de parques eólicos.
A día de hoy, el TSXG mantiene paralizados un total de 92 parques eólicos en Galicia, y Rueda espera que el tribunal superior levante las paralizaciones para que la Comunidad Autónoma «no siga perdiendo oportunidades».
«Nosotros ya dijimos desde el principio que la Xunta y los técnicos estaban haciendo las cosas bien», ahondó el presidente gallego, que lamentó los «años de paralizaciones en los que muchas empresas tuvieron que buscar energía en otras Comunidades Autónoma porque decenas de proyectos de parques gallegos estaban congelados.
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