Las protestas juveniles se reanudaron este jueves en quince ciudades de Marruecos, con el anuncio de una suspensión temporal de las manifestaciones este viernes, por el discurso anual del rey Mohamed VI, y la publicación por primera vez de un documento detallado con sus principales demandas sociales. “¡Esperamos que el rey nos hable!”, dijeron.
El movimiento presenta un documento que subraya su lealtad al Estado, pero que recuerda las obligaciones de garantizar servicios sanitarios modernos, educación de calidad y empleo digno para los jóvenes
Las protestas juveniles se reanudaron este jueves en quince ciudades de Marruecos, con el anuncio de una suspensión temporal de las manifestaciones este viernes, por el discurso anual del rey Mohamed VI, y la publicación por primera vez de un documento detallado con sus principales demandas sociales. “¡Esperamos que el rey nos hable!”, dijeron.
Aunque es la máxima autoridad del Estado, Mohamed VI rara vez se dirige al público, y a menudo delega en ministros o en miembros de la familia real la representación internacional de Marruecos.
Las manifestaciones, convocadas en urbes como Rabat, Casablanca, Tánger y Tetuán, transcurrieron de forma pacífica, con la participación de decenas de jóvenes que corearon consignas en favor de reformas en los sectores de sanidad, educación y empleo.
Los jóvenes firman un texto de lealtad a los pilares del Estado: el islam, la unidad nacional, la monarquía y la vía democrática
A través de un comunicado, el movimiento GenZ212, que encabeza estas protestas, informó que suspenderá sus actividades programadas para este viernes, con el objetivo de atender el esperado discurso del monarca ante el Parlamento en la apertura del nuevo año legislativo.
En paralelo, el colectivo -creado el pasado 18 de septiembre a través de redes sociales- dio a conocer un escrito de once páginas titulado Documento de reivindicaciones de la juventud marroquí: para la activación del pacto constitucional, en el que detalla sus principales demandas.

Mosa’ab Elshamy / Ap-LaPresse
El texto, aprobado por el 87 % de los 3.383 votantes en la plataforma Discord, donde nació el movimiento, propone cerrar la “gran brecha” entre las promesas constitucionales y la realidad social del país. En el texto, los firmantes reafirman su adhesión a los pilares fundamentales del Estado marroquí: el islam, la unidad nacional, la monarquía y la vía democrática, conforme al artículo primero de la Constitución de 2011.
Sin embargo, el documento recuerda las obligaciones del Estado de garantizar servicios sanitarios modernos, educación de calidad y empleo digno para los jóvenes, al tiempo que subraya la desconfianza creciente entre la juventud y las instituciones públicas.
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En el ámbito de la sanidad, el movimiento exige una reforma profunda del sistema público, que incluya mejoras en infraestructura hospitalaria, personal médico y costos de tratamiento. Entre las propuestas destaca el aumento de la cobertura de la prestación sanitaria obligatoria del 50 % actual al 75 % del costo del tratamiento.
Actualmente, Marruecos cuenta con 15.600 médicos en el sector público para una población de 37 millones de habitantes, lo que representa 0,42 médicos por cada mil habitantes, una cifra muy por debajo del promedio mundial, que se sitúa en 1,72.
En cuanto a la educación, el documento reclama una revisión integral de los contenidos de enseñanza, con énfasis en el desarrollo del pensamiento crítico, habilidades digitales, educación cívica y formación adaptada a las competencias del siglo XXI.
El movimiento exige una reforma profunda del sistema de sanidad público que incluya mejoras en infraestructura hospitalaria
Respecto al empleo, el documento propone reorientar la economía hacia sectores de alto valor agregado, como las tecnologías, la economía verde y las industrias avanzadas, mediante incentivos fiscales y protección a las empresas emergentes frente a la burocracia.
Así mismo, GENZ212 exige una lucha decidida contra la corrupción, que incluya el fortalecimiento de los órganos de control, garantía de independencia judicial, transparencia en la contratación pública, criminalización del enriquecimiento ilícito y mecanismos eficaces de rendición de cuentas para los cargos públicos.
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