Márquez Alentà, Marc y Àlex. Sus nombres y apellidos son historia del motociclismo y del deporte en un 2025 de película, nunca soñado por ellos mismos. Ya son los primeros hermanos campeón y subcampeón del mundo de la categoría reina el mismo año, lo nunca visto en las 77 ediciones del Mundial de velocidad.
Àlex culmina en Malasia un año de ensueño con su ‘plata mundial’, un mes después del título de su hermano Marc en Japón
Márquez Alentà, Marc y Àlex. Sus nombres y apellidos son historia del motociclismo y del deporte en un 2025 de película, nunca soñado por ellos mismos. Ya son los primeros hermanos campeón y subcampeón del mundo de la categoría reina el mismo año, lo nunca visto en las 77 ediciones del Mundial de motociclismo.
Desde que marcaron un hito singular ya el 2 de marzo en la primera carrera de la temporada, en Tailandia, al convertirse en los primeros hermanos que lograban un doblete en MotoGP, como primero y segundo, el dominio absolutista de los hermanos Márquez no ha hecho más que crecer este curso. Los bross se apoderaron del campeonato, siete veces compartieron podio en 18 carreras (6 como primero y segundo) y 11 veces en 18 Sprint, al tiempo que se sucedían las chanzas por dictadura: Márquezland, el Mundial de MárquezGP, el campeonato de Cervera…
La tiranía de los hermanos ha llegado a su punto culminante en Malasia, a tres GP de la conclusión del campeonato: la consecución de la plata por Àlex con su segundo puesto en la Sprint de Sepang, detrás de Pecco Bagnaia, un mes después de que Marc se llevase el título en Japón, recuperando la corona seis años después de haberla perdido.

INSTAGRAM MARC MARQUEZ
Lo de los Márquez es un caso irrepetible en el motociclismo, ninguna saga familiar había logrado lo que ellos, pero también en el deporte mundial. Para encontrar un precedente similar hay que buscar en el triatlón: los hermanos británicos Alistair y Jonathan Brownlee, nacidos unos años antes (1988 y 1990) que los de Cervera (1993 y 1996). Los dos atletas fueron en el 2011 campeón (Alistair) y subcampeón (Jonathan) en el Mundial de triatlón en Pekín, y luego repitieron como oro y plata en los Juegos de Río del 2016.
‘Made in Cervera’
El éxito de los Márquez está en la suma de factores de los dos hermanos, de talento, esfuerzo, sacrificio, trabajo… y mucho amor
Los Márquez son un paradigma, una historia de suma de factores: el talento innato pulido con trabajo, con esfuerzo, sacrificio, un trabajo incesante… pero también un amor sin límites entre los dos hermanos.
La relación deportiva entre Marc y Àlex, que se llevan tres años de diferencia (Marc, de 1993; Àlex, de 1996), arrancaba a finales de los noventa, cuando el mayor, con 6 añitos, empezó a competir en motocross en el circuito de Lleida del Motoclub Segre y en las pistas de tierra de la provincia y de Catalunya. Àlex, los ojos como platos, quería seguir los pasos de su hermano, pero no a rueda, sino “como mecánico”, explica la madre que los trajo al mundo, Roser Alentà.
“Àlex le quitaba el barro a la moto de Marc, quería arreglarle la moto. Le acabamos comprando una moto también a él, una Yamaha Peewee de enduro, con ruedecitas de apoyo. Al principio no le ponía demasiado ímpetu. Hasta que fue más grande y los dos se picaban haciendo supermotard y dirt-track. A Àlex le gustaba pilotar, a Marc le encantaba ganar”. Era más competitivo.

Archivo familia Márquez Alentà
Ha sido una de las constantes en los hermanos de Cervera: Marc siempre tuvo un instinto ganador, devorador de todo lo que tuviese por delante, ya fuese en moto, jugando a la play o a fútbol. Àlex siempre fue más pausado, más hormiguita, “un diésel”, como él mismo se define.
El carácter les venía de niños. “Àlex siempre ha sido muy tozudo, yo a veces le llamo ‘Torito’, es Tauro, se le daban bien los trabajos manuales, montar las piezas de Lego… Marc era muy aplicado, el primero de la clase estudiando, se le daban muy bien las Matemáticas y el Dibujo, sacaba nueves y dieces. Le habría gustado estudiar una carrera. Pero no tenía paciencia para las manualidades…”, explica Roser.
De aquellos primeros años de competición, de peregrinación de circuito en circuito con una rulot que compró de segunda mano el matrimonio Márquez Alentà, años sin vacaciones, sin viajes, sin parques de atracciones, solo carreras, pasaron los hermanos a una etapa más profesional de la mano de Emilio Alzamora, que los adoptó hacia el 2004. Marc pasó de la tierra al asfalto, a correr las carreras de promoción del RACC, y Àlex siguió sus pasos.

Archivo familia Márquez Alentà
A cada éxito del mayor, campeón de 125cc en el 2010 y de Moto2 en el 2012, le sucedía la réplica del menor años después, campeón de Moto3 en el 2014 y de Moto2 en el 2019. Fueron esos dos años, 2014 y 2019, también históricos: dos hermanos eran campeones del mundo a la vez, el mismo año. Nunca nadie lo había logrado antes.

JOSEP LAGO / AFP
Pero la historia se ha agigantado este 2025, en la sexta temporada que han coincidido en la categoría reina. Marc ha apabullado con la Ducati oficial roja, recuperando su corona tras un calvario de cuatro años (desde el 2020 con la caída de Jerez y las cuatro operaciones que le siguieron). Y Àlex ha firmado su mejor temporada, un curso espectacular: ha sumado 13 podios (con una victoria) en 20 Sprint, 10 podios (con 2 victorias) en 19 carreras dominicales, ha sido dos veces líder del Mundial (después de Austin y de Jerez), y ha sido el único piloto capaz de ganar al campeón, a su hermano.
Hermanos complementarios
Nada más finalizar la carrera Sprint de Malasia, con Àlex segundo detrás de Bagnaia, Marc felicitaba a su hermano con una llamada por teléfono a través de su padre, Julià, en Sepang, y colgaba una imagen en Instagram señalando a Àlex, con la frase “¿Y ahora qué? No se puede pedir nada más” y dos corazones, uno rojo y uno azul (guiño al Barça también).
Àlex explicaba en el micrófono de Dazn, respondiendo a Dani Pedrosa, cómo le ha influido su hermano en su gran año, relatando ese gran entendimiento que es clave en el rendimiento de ambos.
“Tener a Marc cerca me da ese plus, esa ventaja, en los momentos en que tienes dudas, cuando estás más nervioso y no te salen las cosas, él me da la tranquilidad. Nos complementamos muy bien. En el deporte no hay secretos, cuando tienes algo claro y trabajas por ello y agachas la cabeza, y no te das por vencido, cuando hay dudas debes tener la tranquilidad de parar, pensar, ser autocrítico y volver a dar la vuelta”, comentaba el menor de los Márquez.
Tener a Marc cerca me da ese plus, esa ventaja, en los momentos en que tienes dudas, cuando estás más nervioso y no te salen las cosas, él me da la tranquilidad”
Àlex Márquez
Además, daba a conocer un rasgo común de los dos: la autocrítica. “Somos parecidos en ese aspecto de la mejora, uno le dice al otro dónde puede mejorar y esto te facilita la autocrítica. Yo lo soy mucho, y me sé vender muy poco, por eso mucha gente no me valora muchísimo. No sé engañar a la gente. Si no piloto bien lo digo. Es mi carácter y es una virtud que me ha ayudado a llegar hasta aquí”.
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