Si algo le sobra a este Atleti es el oficio.
El Atleti termina arrollado por el líder de la Premier League, un torbellino en este inicio de temporada
Si algo le sobra a este Atleti es el oficio.
Aunque eso, el oficio, no vale siempre y ante todo rival. No vale, por ejemplo, ante este estupendo Arsenal, fenómeno del año que tanto se luce en la Premier como en la Champions, donde lo ha ganado todo, tres de tres, y ahí arriba cabalga junto al PSG y el Inter.
Lo que no ocurre en el primer tiempo cobra forma en el segundo: cuando marca Magalhães, el Atlético se descose
El oficio es la seña de identidad del cholo Simeone, que es eterno en el banquillo colchonero y es desquiciante nervio trasteando en la banda, voceando, escupiendo y sufriendo, y a punto está de saltar al césped para hacer aquello que hacía quince años atrás, cuando era pillo como nadie e interrumpía el juego, desesperaba a los rivales, manipulaba a los árbitros y dirigía a Pantic, Penev, Caminero y Kiko.
Azuzados por su entrenador, los colchoneros no suelen arrugarse, y durante una hora tampoco lo hacen ante el líder de la millonaria Premier, este Arsenal que se ha dejado un dineral en Zubimendi (70 millones de euros), Eze (69,3), Gyökeres (65,8) y Madueke (56) para satisfacer a Mikel Arteta y configurar un conjunto intimidante, colosal en su liga, ambicioso en la Champions.
Por momentos, y en especial en el arranque de ambos periodos, el Arsenal aturde al Atleti. Los gunners le tiran hacia atrás mientras lanzan a sus cazadores, los eléctricos Martinelli y Timber, sendos puñales en los carriles. Las ofensivas comprometen a los colchoneros, en cuyo banquillo se retuerce Simeone.
Grita y busca soluciones y en el primer tiempo salva el jaque. Durante ese tramo, menudean los gunners pero no llegan del todo al marco de Oblak, escasean sus oportunidades, apenas hay un disparo al larguero de Eze, poca cosa para tanto artificio.
Otra cosa es la reanudación.
Todo lo que no ha ocurrido en el primer tiempo acaba cobrando forma en el segundo. El Arsenal es una tormenta y ahora sobrevuela al Atlético. Llega por tierra, mar y aire mientras se desarbolan Koke, Llorente y Giménez (Sorloth, en esta ocasión, como si no hubiera jugado).
El Atleti acaba reventándose en el 57, cuando Magalhães, un central, remata una rosca de Declan Rice. El episodio marca el principio del fin. Definitivamente se desestructura el Atleti, que se traga un 4-0 en trece minutos (tras Magalhães, marcan Martinelli y Gyökeres, este por partida doble) mientras Jason Sudeikis y Brendan Hunt, protagonistas de la serie Ted Lasso, disfrutan del espectáculo en el VIP del Emirates.
(En estos días se rueda la cuarta temporada de la serie, un tesoro en Londres, como el Arsenal).
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