El Banco de España espera que la inflación de los servicios suba un 3,7% este año, un 3% el próximo y otro 3% en 2027, lo que «retrasará» el proceso desinflacionario Leer El Banco de España espera que la inflación de los servicios suba un 3,7% este año, un 3% el próximo y otro 3% en 2027, lo que «retrasará» el proceso desinflacionario Leer
El Banco de España ha alertado este martes de que la inflación de los servicios, especialmente los ligados al turismo y al ocio, seguirá subiendo con fuerza los próximos meses, situándose en torno al 4% hasta final del verano, lo que supone que los precios crecerán el doble de ritmo de lo que se considera saludable para la economía. Este encarecimiento de servicios como la restauración no está frenando, por ahora, el consumo, si bien el supervisor ya ha detectado cierto «vigor» en los créditos que piden las familias para mantener su nivel de gasto.
«La persistencia observada en la inflación de los servicios, en tasas cercanas al 4%, se mantendría hasta el final del verano y, a partir de entonces, se iniciaría una ralentización gradual en dicho componente. De esta forma, el incremento medio anual de los precios de los servicios en 2025 se mantendría en el 3,7% observado el año pasado, para descender a tasas algo por debajo del 3% en 2026 y 2027″, recoge en sus Proyecciones Económicas de junio, presentadas este martes oficialmente pese a que habían sido adelantadas el lunes por el propio gobernador de la institución, José Luis Escrivá, en el Congreso de los Diputados.
Esta estimación supone que los servicios ya fueron el año pasado un 3,7% más caros que en 2023; este año se encarecerán otro 3,7%, el próximo subirán un 3% sobre ese nivel y en 2027 se encarecerán otro 3%. La senda presenta, por tanto, dos problemas de calado: el primero es que la tasa de crecimiento de los precios supera con mucho el 2% que persigue el Banco Central Europeo (BCE) y el segundo es que la inflación se acumula, lo que quiere decir que para los españoles será cada vez más y más caro disfrutar de servicios como tomar algo en un bar. Si ya hoy los bolsillos notan que una cerveza sale mucho más cara que antes, lo que nos cobran hoy pronto se verá superado.
«La persistencia de la inflación de los servicios nos ha venido sorprendiendo al alza. No es lo suficientemente grande como para revertir el proceso desinflacionario, pero sí para retrasarlo«, ha alertado Ángel Gavilán, el ya ex director de Economía del Banco de España, en la que ha sido su última presentación ante la prensa antes de dejar el cargo. En este sentido, ha recordado que los hogares han consolidado un modelo de gasto en el que el dinero disponible se destina a irse de vacaciones, algo que no sucedía tanto en el pasado. «Tenemos que ver cuánto de este efecto es coyuntural, fruto de una demanda embalsada tras el covid que ha durado más de lo que esperábamos, y cuánto es estructural, porque hayamos cambiado nuestras preferencias de gasto (…) Esto es crítico para la evolución de la inflación de los servicios y de la actividad económica a nivel general», subraya.
En un clima de encarecimiento generalizado del coste de la vida, los hogares siguen incrementando su nivel de consumo, aunque más moderadamente ante el alza de la incertidumbre y la pérdida de confianza en la economía.
En concreto, el crecimiento del consumo privado se ha moderado en el primer trimestre respecto al último de 2024 -aumenta un 0,4%, frente a un 0,8% en el último de 2024-. El año pasado, el consumo de los hogares creció un 2,9%; el Banco de España esperaba en marzo que este año se acelerara pero ha recortado a la baja sus estimaciones: prevé ahora que avance un 2,7% este año -seis décimas menos-, un 1,8% en 2026 -tres décimas menos- y un 1,5% en 2027 -tres décimas menos, también-.
El dinamismo de este componente del PIB coincide con un repunte en los créditos al consumo. «En términos de cantidades, los préstamos a los hogares han mantenido una pauta de aceleración, registrando una tasa intertrimestral anualizada del 3,6% en abril, gracias al vigor de los créditos al consumo y los destinados a la adquisición de vivienda», señala la institución. Prácticamente la mitad de ese incremento se debe a los créditos del consumo y la otra mitad a los créditos hipotecarios.
«En el crédito al consumo vemos que la inflación está siendo relativamente elevada y una cosa es lo que hace el crédito al consumo en términos nominales y otra en términos reales», explica Gavilán, en alusión a que el volumen de crédito al consumo solicitado ha aumentado más por efecto de los precios que por la demanda. «El crédito al consumo per cápita real está plano. En términos reales no es tan llamativo como lo parece en términos nominales, además de que la calidad crediticia en los balances de los bancos es sólida, la situación patrimonial de los hogares es sólida también y la vulnerabilidad financiera está contenida», tranquiliza.
La evolución de la inflación de los servicios será el principal determinante de la evolución del IPC en los próximos años. El Banco de España proyecta que este año suba en promedio un 2,4%, que se modere el próximo al 1,7%, pero que vuelva a aumentar en 2027 hasta el 2,5%, de nuevo por encima de lo saludable, con lo que la subida de los precios seguirá estrangulando el poder adquisitivo de las familias.
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