Los ministros de Energía de los Veintisiete han dado hoy luz verde a los planes de la Comisión de acelerar la desconexión del gas ruso para privar al Kremlin de su principal fuente de financiación de la guerra en Ucrania. Después de meses de negociación, el Consejo de la UE ha aprobado prohibir todos los suministros de gas procedentes de Rusia a finales de 2027, con el propósito de poner fin de una vez la dependencia europea de los hidrocarburos rusos.
España se suma a la medida tras considerar que existen suficientes garantías jurídicas para romper los contratos con Rusia
Los ministros de Energía de los Veintisiete han dado hoy luz verde a los planes de la Comisión de acelerar la desconexión del gas ruso para privar al Kremlin de su principal fuente de financiación de la guerra en Ucrania. Después de meses de negociación, el Consejo de la UE ha aprobado prohibir todos los suministros de gas procedentes de Rusia a finales de 2027, con el propósito de poner fin de una vez la dependencia europea de los hidrocarburos rusos.
La propuesta acordada —a la espera de que se pronuncie el Parlamento Europeo— consiste en una prohibición gradual y jurídicamente vinculante de las importaciones de gas por gasoducto y de gas natural licuado (GNL) procedentes de Rusia, que entrará plenamente en vigor a partir del 1 de enero de 2028.
A partir de enero quedarán prohibidas las nuevas importaciones de gas ruso
El proceso comienza a partir del 1 de enero, cuando quedarán prohibidas las importaciones de gas ruso, manteniendo un período de transición para los contratos existentes. En particular, los contratos a corto plazo realizados antes del 17 de junio de 2025 podrán continuar hasta el 17 de junio de 2026. Los contratos a largo plazo, en cambio, tendrán un tope más largo, hasta el 1 de enero de 2028.
Además, según el texto acrodado, solo se permitirán modificaciones de los contratos existentes “con fines operativos estrictamente definidos y que no den lugar a un aumento de los volúmenes”, salvo algunas flexibilidades específicas para los Estados miembros más afectados, como Hungría y Eslovaquia, que no han apoyado esta prohibición —ha salido adelante con mayoría cualificada—. “Se va a matar al suministro energético de Hungría”, ha lamentado el representante húngaro en Luxemburgo, Péter Szijjártó, advirtiendo que la infraestructura que les queda para recibir gas a través de Croacia es insuficiente oara sus necesidades energéticas.
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Se trata de una medida propuesta en primavera por la Comisión Europea y que Dinamarca, país que ostenta la presidencia de turno de la UE, espera que el Parlamento Europeo dé luz verde antes de final de año. A la vez, el Ejecutivo comunitario ha propuesto, dentro del futuro 19º paquete de sanciones, que la desconexión en el caso del gas natural licuado se adelante otro año, desde finales del año que viene, pero esta medida no estaba en la mesa de la reunión de ministros de Energía de este lunes. Sí lo estará este jueves, cuando los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se reunirán en Bruselas.
España, que tenía reticencias por los contratos a largo plazo con los hidrocarburos rusos, ha apoyado la propueta al considerar que hay suficientes garantías jurídicas. “Entendemos que aborda lo que pedía España desde el principio, medidas a nivel europeo, jurídicamente solventes y que no nos permiten evitar que la energía sea un arma de guerra”, ha valorado a su llegada el secretario de Estado de Energía, Joan Groizard, que a la vez pide avanzar en la descarbonización para evitar nuevas dependencias. “No se puede dejar que un tercer país esté en disposición de chantajear a Europa en términos energéticos. No es suficiente con sustituir una dependencia energética por otra dependencia energética”, ha sostenido.
“No es solo por la guerra actual, sino para el futuro. Nunca más debemos cometer este error”, ha coincidido el comisario de Energía europeo, Dan Jorgensen. El camino, sin embargo, está siendo difícil. Aunque ha dejado de importar casi por completo petróleo ruso desde el inicio de la invasión en Ucrania, el bloque comunitario hoy en día sigue dependiendo en gran medida de Moscú para su suministro de gas natural. En el 2024 Rusia aún representaba el 19% de las importaciones totales de gas de la UE, frente al 45% en 2021.
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