El rendimiento marcará lo que se diga en el futuro sobre el fichaje de Joan Garcia por el FC Barcelona. Pero en cuanto a estrategia de mercado y desde el punto de vista blaugrana, la operación liderada por Deco ha resultado impecable. Había una oportunidad de adquirir a un precio asumible a un guardameta joven, con condiciones, con conocimiento de la Liga y que se aviene por edad y en cuanto a inquietudes deportivas, con el grueso de un vestuario en pleno crecimiento. Desde todos estos parámetros, Joan Garcia encaja y el Barça no dudó en tratar de seducirle. Le ha ofrecido un salario que multiplica casi por diez el que percibía en el Espanyol y sobre todo le ha planteado un proyecto en el que se cuenta con él como primer portero ya desde esta misma temporada. La de guardameta es una demarcación tan específica que requiere de un trato especial y, sobre todo, tener una mirada larga para anticiparse a los problemas que puedan surgir.
El rendimiento marcará lo que se diga en el futuro sobre el fichaje de Joan Garcia por el FC Barcelona. Pero en cuanto a estrategia de mercado y desde el punto de vista blaugrana, la operación liderada por Deco ha resultado impecable. Había una oportunidad de adquirir a un precio asumible a un guardameta joven, con condiciones, con conocimiento de la Liga y que se aviene por edad y en cuanto a inquietudes deportivas, con el grueso de un vestuario en pleno crecimiento. Desde todos estos parámetros, Joan Garcia encaja y el Barça no dudó en tratar de seducirle. Le ha ofrecido un salario que multiplica casi por diez el que percibía en el Espanyol y sobre todo le ha planteado un proyecto en el que se cuenta con él como primer portero ya desde esta misma temporada. La de guardameta es una demarcación tan específica que requiere de un trato especial y, sobre todo, tener una mirada larga para anticiparse a los problemas que puedan surgir.Seguir leyendo…
El rendimiento marcará lo que se diga en el futuro sobre el fichaje de Joan Garcia por el FC Barcelona. Pero en cuanto a estrategia de mercado y desde el punto de vista blaugrana, la operación liderada por Deco ha resultado impecable. Había una oportunidad de adquirir a un precio asumible a un guardameta joven, con condiciones, con conocimiento de la Liga y que se aviene por edad y en cuanto a inquietudes deportivas, con el grueso de un vestuario en pleno crecimiento. Desde todos estos parámetros, Joan Garcia encaja y el Barça no dudó en tratar de seducirle. Le ha ofrecido un salario que multiplica casi por diez el que percibía en el Espanyol y sobre todo le ha planteado un proyecto en el que se cuenta con él como primer portero ya desde esta misma temporada. La de guardameta es una demarcación tan específica que requiere de un trato especial y, sobre todo, tener una mirada larga para anticiparse a los problemas que puedan surgir.
La obligación de una dirección deportiva es la de pensar en el hoy, pero también en el mañana
Cuando se lesionó Ter Stegen saltaron todas las alarmas. No se confiaba excesivamente en Iñaki Peña, como posteriormente se demostró, y el club tuvo que recurrir a un portero jubilado para cubrirse. Ahora el Barça opta por lo contrario, por contratar a un meta de amplio recorrido. Fue lo que hizo Andoni Zubizarreta en 2014 cuando se fue a Alemania para captar a un Ter Stegen entonces desconocido para el gran público. Once años más tarde se puede decir sin ambages que resultó un tremendo acierto del director deportivo de la época. Ha tenido temporadas soberbias y otras no tan brillantes pero en líneas generales las prestaciones del alemán han rentabilizado con creces los 12 millones que desembolsó el Barcelona para sacarlo del Borussia Mönchengladbach. Pase lo que pase con Ter Stegen se ha ganado a pulso un lugar como portero de relieve en la historia del club. En su mano está la decisión de quedarse y luchar por un puesto, aunque partirá con desventaja según la hoja de ruta marcada por Deco y Hansi Flick, o la de marcharse a otro equipo que le garantice la titularidad en una temporada que termina con el Mundial 2026.

MANAURE QUINTERO / AFP
No es una decisión fácil de tomar y más teniendo en cuenta que sus emolumentos en Barcelona difícilmente va a ingresarlos en otro equipo. Nunca ha sido, ni en sus primeros tiempos, Ter Stegen un suplente sencillo de manejar. De hecho su impaciencia en querer regresar tras su lesión fue una cuestión que no gustó ni en el cuerpo técnico ni en la dirección deportiva. Pero eso son más cuitas del día a día que el entrenador, llegado el caso, deberá gestionar. La obligación de una secretaría técnica, en este caso de Deco, es la de pensar en el hoy pero también en el mañana, y a poder ser en el pasado mañana. Con Joan Garcia se ha hecho.
Deportes