Galicia da por comenzado desde este lunes el proceso presupuestario para el próximo año, para lo que el primer paso es aprobar la orden de confección de los Orzamentos y el calendario de elaboración. Una «herramienta básica» de las administraciones, recordó el conselleiro de Fancenda, Miguel Corgos, de la que la Xunta volverá a disponer «en tiempo y forma» para poner la «estabilidad» y la «certeza» al servicio de la ciudadanía, en contraposición con la situación de desgobierno que atraviesa el actual Ejecutivo central. De hecho, las cuentas gallegas, lamentó, estarán «condicionadas» por la falta de presupuestos estatales del Gobierno. «Mientras Galicia comienza a preparar las cuentas de 2026, España funciona con las de 2023», aseveró al hilo el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, que sustituyó al presidente, Alfonso Rueda, en el Consello de Goberno. «Galicia, gracias a la estabilidad política e institucional de la que goza, quiere seguir proporcionando certezas y previsibilidad, por lo que un año más elaborará en tiempo y forma la orden de confección de los Orzamentos para 2026», destacó el titular de Facenda, que adelantó que se publicará este martes en el Diario Oficial de Galicia (DOG). Dentro de la «normalidad» ya «habitual» para el Gobierno gallego, celebró, la previsión del ejecutivo autonómico es «dar continuidad al ciclo presupuestario» de esta legislatura. Para ello, los siguientes pasos, explicó, serán la aprobación del techo de gasto no financiero a finales de julio y la entrega del proyecto de presupuestos al Parlamento antes del 20 de octubre, tal y como recoge la Ley de Resumen Financiero de Galicia, con el objetivo de que entren en vigor el primer día de 2026. Unos presupuestos que, en todo caso, continuó Corgos, estarán marcados por la situación incierta e inestable de la geopolítica mundial, con conflictos en Ucrania y Oriente Medio y el aumento de las tensiones comerciales por los aranceles de Estados Unidos. A esta incertidumbre, indicó, se suma la «inestabilidad política de España y su Gobierno», que no ha presentado presupuestos en dos años y se ha retrasado en la actualización de las entregas a cuenta. Aspectos que «condicionarán» las cuentas de la Comunidad, si bien las estimaciones de la Airef y del Banco de España señalan que el siguiente será un «buen año» en el que permanecerán «muchas de las fortalezas que marcaron la recuperación postpandemia» del país y Galicia «sigue su propia senda de estabilidad». Con su «propio estilo», celebró, la Comunidad «sigue funcionando». Los objetivos de la XuntaEn la orden que se publica mañana en el DOG, se indican las prioridades que se marca la Xunta de cara al 2026. Entre ellas, Galicia se propone aumentar el crecimiento potencial de la economía gallega mediante la modernización y la innovación de los sectores productivos, que permitan mejorar la capacidad y crear empleos de calidad; acelerar las inversiones en proyectos transformadores para la modernización de los servicios públicos autonómicos, especialmente la salud, la educación y los servicios sociales; continuar desplegando el plan de vivienda, aumentando la oferta y promoviendo una movilidad sostenible como factor de cohesión territorial; y reforzar las políticas de empleo, fomentando la adquisición de nuevas habilidades, la formación profesional y las políticas que apoyan el retorno del talento. Finalmente, otra de las cuestiones por la que continuará apostando la Xunta, indicó Corgos, será el turismo sostenible y vertebrador, preparando, además, la estructura para la gestión de las nuevas competencias del litoral, cuya transferencia se hará efectiva el próximo mes. «Todas ellas prioridades perfectamente coherentes con el plan estratégico de Galicia 2022.2030», celebró el conselleiro, que se verán condicionadas «por la falta de presupuestos del Estado, con las cuentas prorrogadas desde el año 2023» y por la «no concreción de los compromisos de consolidación fiscal, el objetivo de estabilidad presupuestaria o de la deuda». Además, también señaló a la «falta de adaptación de España al nuevo marco de gobernanza fiscal europea» como un problema, puesto que la Ley de Estabilidad Presupuestaria del país se deriva de las reglas fiscales anteriores «y no está adaptada a las nuevas», aprobadas en diciembre, recordó.Todo ello se suma, además, a las demoras del Gobierno central en la actualización de las entregas a cuenta. Las de este año se aprobaron recientemente, insistió Corgos, pero esos recursos todavía no se han puesto a disposición de las autonomías. De este modo, por ahora «la única certeza» que tiene la Comunidad es que «existe una diferencia de 1.531 millones de euros en términos anuales entre las cuantías que se ingresarán a Galicia» y las que recibe hoy en día, a razón de 128 millones cada mes. Esto, recordó , genera unos «desfases de tesorería importantes», puesto que para cumplir con los proveedores -que en la Comunidad son generalmente pequeñas y medianas empresas«, la Administración echa mano de una financiación adicional que tiene un coste en juros que, en principio, no se contempla reponer. «En definitiva», zanjó al respecto, «esta situación demuestra lo importante que es tener aprobados los presupuestos en tiempo y forma». Algo que el Gobierno, reiteró, «casi dos años después de celebrarse las elecciones generales» no ha sido capaz de hacer: «ni tan siquiera pudo presentar el proyecto de presupuestos en 2024 para este 2025». «En cambio, el Gobierno gallego pondrá de nuevo la estabilidad a servicio de los gallegos y gallegas», siendo «previsible» y «proporcionando certezas, iniciando con normalidad la elaboración de los propuestos del próximo año 2026». Galicia da por comenzado desde este lunes el proceso presupuestario para el próximo año, para lo que el primer paso es aprobar la orden de confección de los Orzamentos y el calendario de elaboración. Una «herramienta básica» de las administraciones, recordó el conselleiro de Fancenda, Miguel Corgos, de la que la Xunta volverá a disponer «en tiempo y forma» para poner la «estabilidad» y la «certeza» al servicio de la ciudadanía, en contraposición con la situación de desgobierno que atraviesa el actual Ejecutivo central. De hecho, las cuentas gallegas, lamentó, estarán «condicionadas» por la falta de presupuestos estatales del Gobierno. «Mientras Galicia comienza a preparar las cuentas de 2026, España funciona con las de 2023», aseveró al hilo el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, que sustituyó al presidente, Alfonso Rueda, en el Consello de Goberno. «Galicia, gracias a la estabilidad política e institucional de la que goza, quiere seguir proporcionando certezas y previsibilidad, por lo que un año más elaborará en tiempo y forma la orden de confección de los Orzamentos para 2026», destacó el titular de Facenda, que adelantó que se publicará este martes en el Diario Oficial de Galicia (DOG). Dentro de la «normalidad» ya «habitual» para el Gobierno gallego, celebró, la previsión del ejecutivo autonómico es «dar continuidad al ciclo presupuestario» de esta legislatura. Para ello, los siguientes pasos, explicó, serán la aprobación del techo de gasto no financiero a finales de julio y la entrega del proyecto de presupuestos al Parlamento antes del 20 de octubre, tal y como recoge la Ley de Resumen Financiero de Galicia, con el objetivo de que entren en vigor el primer día de 2026. Unos presupuestos que, en todo caso, continuó Corgos, estarán marcados por la situación incierta e inestable de la geopolítica mundial, con conflictos en Ucrania y Oriente Medio y el aumento de las tensiones comerciales por los aranceles de Estados Unidos. A esta incertidumbre, indicó, se suma la «inestabilidad política de España y su Gobierno», que no ha presentado presupuestos en dos años y se ha retrasado en la actualización de las entregas a cuenta. Aspectos que «condicionarán» las cuentas de la Comunidad, si bien las estimaciones de la Airef y del Banco de España señalan que el siguiente será un «buen año» en el que permanecerán «muchas de las fortalezas que marcaron la recuperación postpandemia» del país y Galicia «sigue su propia senda de estabilidad». Con su «propio estilo», celebró, la Comunidad «sigue funcionando». Los objetivos de la XuntaEn la orden que se publica mañana en el DOG, se indican las prioridades que se marca la Xunta de cara al 2026. Entre ellas, Galicia se propone aumentar el crecimiento potencial de la economía gallega mediante la modernización y la innovación de los sectores productivos, que permitan mejorar la capacidad y crear empleos de calidad; acelerar las inversiones en proyectos transformadores para la modernización de los servicios públicos autonómicos, especialmente la salud, la educación y los servicios sociales; continuar desplegando el plan de vivienda, aumentando la oferta y promoviendo una movilidad sostenible como factor de cohesión territorial; y reforzar las políticas de empleo, fomentando la adquisición de nuevas habilidades, la formación profesional y las políticas que apoyan el retorno del talento. Finalmente, otra de las cuestiones por la que continuará apostando la Xunta, indicó Corgos, será el turismo sostenible y vertebrador, preparando, además, la estructura para la gestión de las nuevas competencias del litoral, cuya transferencia se hará efectiva el próximo mes. «Todas ellas prioridades perfectamente coherentes con el plan estratégico de Galicia 2022.2030», celebró el conselleiro, que se verán condicionadas «por la falta de presupuestos del Estado, con las cuentas prorrogadas desde el año 2023» y por la «no concreción de los compromisos de consolidación fiscal, el objetivo de estabilidad presupuestaria o de la deuda». Además, también señaló a la «falta de adaptación de España al nuevo marco de gobernanza fiscal europea» como un problema, puesto que la Ley de Estabilidad Presupuestaria del país se deriva de las reglas fiscales anteriores «y no está adaptada a las nuevas», aprobadas en diciembre, recordó.Todo ello se suma, además, a las demoras del Gobierno central en la actualización de las entregas a cuenta. Las de este año se aprobaron recientemente, insistió Corgos, pero esos recursos todavía no se han puesto a disposición de las autonomías. De este modo, por ahora «la única certeza» que tiene la Comunidad es que «existe una diferencia de 1.531 millones de euros en términos anuales entre las cuantías que se ingresarán a Galicia» y las que recibe hoy en día, a razón de 128 millones cada mes. Esto, recordó , genera unos «desfases de tesorería importantes», puesto que para cumplir con los proveedores -que en la Comunidad son generalmente pequeñas y medianas empresas«, la Administración echa mano de una financiación adicional que tiene un coste en juros que, en principio, no se contempla reponer. «En definitiva», zanjó al respecto, «esta situación demuestra lo importante que es tener aprobados los presupuestos en tiempo y forma». Algo que el Gobierno, reiteró, «casi dos años después de celebrarse las elecciones generales» no ha sido capaz de hacer: «ni tan siquiera pudo presentar el proyecto de presupuestos en 2024 para este 2025». «En cambio, el Gobierno gallego pondrá de nuevo la estabilidad a servicio de los gallegos y gallegas», siendo «previsible» y «proporcionando certezas, iniciando con normalidad la elaboración de los propuestos del próximo año 2026».
Galicia da por comenzado desde este lunes el proceso presupuestario para el próximo año, para lo que el primer paso es aprobar la orden de confección de los Orzamentos y el calendario de elaboración. Una «herramienta básica» de las administraciones, recordó el conselleiro de Fancenda, … Miguel Corgos, de la que la Xunta volverá a disponer «en tiempo y forma» para poner la «estabilidad» y la «certeza» al servicio de la ciudadanía, en contraposición con la situación de desgobierno que atraviesa el actual Ejecutivo central. De hecho, las cuentas gallegas, lamentó, estarán «condicionadas» por la falta de presupuestos estatales del Gobierno. «Mientras Galicia comienza a preparar las cuentas de 2026, España funciona con las de 2023», aseveró al hilo el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, que sustituyó al presidente, Alfonso Rueda, en el Consello de Goberno.
«Galicia, gracias a la estabilidad política e institucional de la que goza, quiere seguir proporcionando certezas y previsibilidad, por lo que un año más elaborará en tiempo y forma la orden de confección de los Orzamentos para 2026», destacó el titular de Facenda, que adelantó que se publicará este martes en el Diario Oficial de Galicia (DOG). Dentro de la «normalidad» ya «habitual» para el Gobierno gallego, celebró, la previsión del ejecutivo autonómico es «dar continuidad al ciclo presupuestario» de esta legislatura. Para ello, los siguientes pasos, explicó, serán la aprobación del techo de gasto no financiero a finales de julio y la entrega del proyecto de presupuestos al Parlamento antes del 20 de octubre, tal y como recoge la Ley de Resumen Financiero de Galicia, con el objetivo de que entren en vigor el primer día de 2026.
Unos presupuestos que, en todo caso, continuó Corgos, estarán marcados por la situación incierta e inestable de la geopolítica mundial, con conflictos en Ucrania y Oriente Medio y el aumento de las tensiones comerciales por los aranceles de Estados Unidos. A esta incertidumbre, indicó, se suma la «inestabilidad política de España y su Gobierno», que no ha presentado presupuestos en dos años y se ha retrasado en la actualización de las entregas a cuenta. Aspectos que «condicionarán» las cuentas de la Comunidad, si bien las estimaciones de la Airef y del Banco de España señalan que el siguiente será un «buen año» en el que permanecerán «muchas de las fortalezas que marcaron la recuperación postpandemia» del país y Galicia «sigue su propia senda de estabilidad». Con su «propio estilo», celebró, la Comunidad «sigue funcionando».
Los objetivos de la Xunta
En la orden que se publica mañana en el DOG, se indican las prioridades que se marca la Xunta de cara al 2026. Entre ellas, Galicia se propone aumentar el crecimiento potencial de la economía gallega mediante la modernización y la innovación de los sectores productivos, que permitan mejorar la capacidad y crear empleos de calidad; acelerar las inversiones en proyectos transformadores para la modernización de los servicios públicos autonómicos, especialmente la salud, la educación y los servicios sociales; continuar desplegando el plan de vivienda, aumentando la oferta y promoviendo una movilidad sostenible como factor de cohesión territorial; y reforzar las políticas de empleo, fomentando la adquisición de nuevas habilidades, la formación profesional y las políticas que apoyan el retorno del talento. Finalmente, otra de las cuestiones por la que continuará apostando la Xunta, indicó Corgos, será el turismo sostenible y vertebrador, preparando, además, la estructura para la gestión de las nuevas competencias del litoral, cuya transferencia se hará efectiva el próximo mes.
«Todas ellas prioridades perfectamente coherentes con el plan estratégico de Galicia 2022.2030», celebró el conselleiro, que se verán condicionadas «por la falta de presupuestos del Estado, con las cuentas prorrogadas desde el año 2023» y por la «no concreción de los compromisos de consolidación fiscal, el objetivo de estabilidad presupuestaria o de la deuda». Además, también señaló a la «falta de adaptación de España al nuevo marco de gobernanza fiscal europea» como un problema, puesto que la Ley de Estabilidad Presupuestaria del país se deriva de las reglas fiscales anteriores «y no está adaptada a las nuevas», aprobadas en diciembre, recordó.
Todo ello se suma, además, a las demoras del Gobierno central en la actualización de las entregas a cuenta. Las de este año se aprobaron recientemente, insistió Corgos, pero esos recursos todavía no se han puesto a disposición de las autonomías. De este modo, por ahora «la única certeza» que tiene la Comunidad es que «existe una diferencia de 1.531 millones de euros en términos anuales entre las cuantías que se ingresarán a Galicia» y las que recibe hoy en día, a razón de 128 millones cada mes. Esto, recordó , genera unos «desfases de tesorería importantes», puesto que para cumplir con los proveedores -que en la Comunidad son generalmente pequeñas y medianas empresas«, la Administración echa mano de una financiación adicional que tiene un coste en juros que, en principio, no se contempla reponer.
«En definitiva», zanjó al respecto, «esta situación demuestra lo importante que es tener aprobados los presupuestos en tiempo y forma». Algo que el Gobierno, reiteró, «casi dos años después de celebrarse las elecciones generales» no ha sido capaz de hacer: «ni tan siquiera pudo presentar el proyecto de presupuestos en 2024 para este 2025». «En cambio, el Gobierno gallego pondrá de nuevo la estabilidad a servicio de los gallegos y gallegas», siendo «previsible» y «proporcionando certezas, iniciando con normalidad la elaboración de los propuestos del próximo año 2026».
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