Harry Da Souza se dedica a resolver los problemas de los Hannigan, una familia criminal irlandesa que domina el negocio de la droga y las armas en Londres. ¿Que el nieto apuñala a un desconocido al que vacila en la discoteca? Él borra las cintas de seguridad y amenaza de muerte a la víctima, para asegurarse que la policía no investigue el intento de homicidio. ¿Que dos familias que operan en la misma zona tienen problemas para entenderse? Él planifica cómo eliminarlos en cuestión de segundos.
Pierce Brosnan, Helen Mirren y Tom Hardy protagonizan un drama ambientado en Londres con sus dosis de violencia, imprevisibilidad y mala leche
Harry Da Souza se dedica a resolver los problemas de los Hannigan, una familia criminal irlandesa que domina el negocio de la droga y las armas en Londres. ¿Que el nieto apuñala a un desconocido al que vacila en la discoteca? Él borra las cintas de seguridad y amenaza de muerte a la víctima, para asegurarse que la policía no investigue el intento de homicidio. ¿Que dos familias que operan en la misma zona tienen problemas para entenderse? Él planifica cómo eliminarlos en cuestión de segundos.
Sin embargo, cuando Conrad, el patriarca, adopta una actitud errática, arrogante y más violenta que de costumbre, en parte por la influencia de su mujer Maeve, el trabajo se vuelve casi imposible. Harry debe evitar una guerra en las calles, que nadie toque un pelo a los Hannigan y, de paso, proteger a su propia familia.

Luke Varley/Paramount+
El guionista Ronan Bennett, con experiencia en ficción criminal como creador de Top Boy y la reciente The Day of the Jackal, ofrece una propuesta honesta con MobLand: Tierra de mafiosos, que SkyShowtime ha estrenado esta semana. No basa su interés en diferenciarse de las expectativas que pueda tener el espectador sino precisamente en su capacidad de ser exactamente aquello que promete.
Está Tom Hardy (Taboo) como Harry, con su voz ronca y su aspecto de antiguo boxeador, en un papel hecho a medida. Pierce Brosnan (Goldeneye), de quien los medios anglosajones han criticado el acento irlandés, tiene una interpretación desconcertante, adecuada, al interpretar al patriarca desatado. Helen Mirren (The Queen), como Maeve, se divierte como una Lady Macbeth profundamente sádica. Y el director Guy Ritchie (Snatch), un habitual del género, se aserena para representar unos bajos fondos imprevisibles, con la búsqueda de salidas de tono para impactar al espectador.

Luke Varley/Paramount+
Hay tantas amenazas de muerte y encargos de asesinato en los primeros capítulos que, de paso, se desafía la verosimilitud del conjunto. Pero, si a alguien le atrae la idea de ver a niñatos negándose a deshacerse de sus zapatos manchados de sangre porque son italianos o ver a Helen Mirren sacándose cocaína del escote para celebrar que su nieto es un psicópata, MobLand es su serie. Da lo que su target (que no es precisamente de nicho) puede querer.
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