Xabi Alonso tiene mucho trabajo por delante. La conclusión fue unánime. Visto el debut ante el Al Hilal del pasado miércoles, el Madrid fue más el Madrid de Carlo Ancelotti de la última etapa que el que se espera del de su nuevo técnico. Con un once que fue el mismo salvo las incorporaciones de Trent Alexander-Arnold y de Dean Huijsen, el dibujo fue el 4-3-3 tan querido del entrenador italiano y los defectos fueron los que ya se veían a lo largo de la última temporada.
Cambiar los automatismos de Ancelotti, primer objetivo
Xabi Alonso tiene mucho trabajo por delante. La conclusión fue unánime. Visto el debut ante el Al Hilal del pasado miércoles, el Madrid fue más el Madrid de Carlo Ancelotti de la última etapa que el que se espera del de su nuevo técnico. Con un once que fue el mismo salvo las incorporaciones de Trent Alexander-Arnold y de Dean Huijsen, el dibujo fue el 4-3-3 tan querido del entrenador italiano y los defectos fueron los que ya se veían a lo largo de la última temporada.
Poner en marcha un nuevo estilo de juego no es nada fácil. Xabi Alonso se escudaba el otro día en que llevaban solo nueve entrenamientos (tres con toda la plantilla) y Courtois ponía el dedo en la llaga: “Estamos intentando hacer cosas diferentes pero en cuatro días no puedes hacer de todo cuando llevábamos cuatro años haciendo cosas con otro entrenador, porque los automatismos aún siguen”.
De acuerdo a los entrenamientos, la idea de Xabi Alonso pasa más por un equipo que cuide y retenga el balón, elabore más en el centro del campo y no se centre tanto en el juego directo de contragolpe. Sin embargo, el Madrid de la primera parte de su debut perdió la posesión (tuvo el 45%) y se echó muy en falta un organizador que moviera al equipo desde atrás con la maestría de un Toni Kroos, muy añorado.
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Lo intentó Arda Güler en el segundo tiempo, pero no es igual. El Madrid lleva varios meses dándole vueltas al fichaje de Zubimendi, (un jugador pedido por Alonso) pero el donostiarra parece ya definitivamente en el Arsenal y ahora a Florentino Pérez le toca poner en marcha una especie de plan B.
Ancelotti se pasó toda la temporada última echando en falta mayor compromiso defensivo. Ante el Al Hilal Rodrygo y Vinícius estuvieron muy desconectados del juego porque no bajaron a defender. Otro al que se le vio muy descolocado fue Bellingham, que partió demasiado pegado a la banda. Alonso todavía no ha aclarado dónde quiere al inglés, que dio su mejor rendimiento en su primera temporada, cuando se movía muy cerca del área. El tolosarra dice que percibe en el jugador inglés “alma de centrocampista”.
Las laterales fueron un quebradero de cabeza el curso pasado y ante el Al Hilal no se vio mejora. Alexander-Arnold tuvo un debut de los más gris y se echó en falta sus incorporaciones al ataque. Algo mejor estuvo Fran García, que volvió a exhibir su falta de calidad a la hora de centrar balones. Otro tema que sigue sin funcionar en el Madrid son los lanzamientos de penalti, con estadísticas que no son de un equipo de élite. El Barcelona, la temporada pasada, marcó los diez penaltis que lanzó. El Real Madrid, con el fallado por Fede Valverde el otro día, lleva 19 lanzados y siete fallados, menos de un 65% de acierto, con cuatro lanzadores involucrados.
La buena noticia para los blancos es que Kylian Mbappé volvió a la concentración tras dejar el hospital y empieza a superar su cuadro de gastroenteritis. Fuentes del club informan que el francés hizo trabajo aeróbico y algo de bicicleta en el hotel, pero está prácticamente descartado para el partido de mañana en Charlotte ante el Pachuca. Si todo va bien podría debutar el 27 en Filadelfia ante el Salzburgo en el partido que cierra la fase de grupo.
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