Menos la cabeza de María Jesús Montero y Salvador Illa , que entre bromas y no bromas Junts las llegó a pedir en algún momento de la negociación, Pedro Sánchez estaba dispuesto a todo para evitar lo que ocurrió este lunes. Para evitar la señal de debilidad, más a nivel internacional que interno, que supone perder la mayoría parlamentaria que te sustenta. Y buena muestra de ese esfuerzo de pisar, cuando no cruzar, líneas rojas que siempre habían provocado calambres al PSOE, es la multitud de comunicaciones -la gran mayoría de ellas sin respuesta- que hubo desde el PSOE a los de Carles Puigdemont a lo largo del fin de semana. Hasta este lunes mismo. Sin que nadie, tampoco, se pusiera al teléfono en cada una de las llamadas.José Luis Rodríguez Zapatero , el hombre para todo de Sánchez, el ‘ministro’ 23 en la sombra, es el que más veces lo ha intentado estos días. También algún ministro. Aunque para Junts Zapatero «no es un hombre de fiar ni en el que confiar» , Sánchez le ha mantenido al frente de la negociación tras el encarcelamiento de Santos Cerdán para, si ocurría lo de este lunes, evitar quemar otra cara para nada. Ni él, ni un «inane» Juanfran Serrano, al que en Junts tachan de «jarrón chino» en las citas helvéticas, volverán a viajar ya al extranjero para negociar el devenir de la legislatura española. La mediación internacional finaliza tal como empezó: con opacidad, sin resultados y con un único ganador, el mediador Fernando Galindo , que ha intentado aguantar el matrimonio cuando hace tiempo que ya no mantenían relaciones conyugales, pidiendo más prórrogas que en una final de copa con empates para no perder su empleo.Noticia Relacionada estandar No Videoanálisis | Joan Guirado explica qué supondrá realmente la ruptura entre Junts y el PSOE Joan Guirado Puigdemont ha asegurado que el presidente del Gobierno notará las consecuencias, pero no se ha atrevido a dar más detalles«Intensidad», según un dirigente destacado de Junts, es el término que mejor resume la actitud de los emisarios de Sánchez desde que Míriam Nogueras dijera aquello del cambio de hora o la hora del cambio . Una intensidad que, en algunos momentos, incluso ha podido llegar al «acoso». «Cuando se ven atrapados se ponen las pilas», destacaba otra dirigente separatista, a la salida de la reunión de la ejecutiva del partido celebrada en Perpiñán (Francia). Al fin y al cabo, dicen en Junts, «ya estamos demasiado acostumbrados a las campañas de acoso y derribo y siempre nos mantenemos firmes» . «Lo que sorprende es que insistan por ese camino que nunca les ha dado frutos», añade, «aún no han aprendido que no nos parecemos en nada a ERC…».«Una broma»Según Junts el PSOE sabía sus intenciones de romper desde hace aproximadamente un mes. Desde el día antes que ABC, tras una de las últimas reuniones en Suiza , avanzase que los separatistas le habían manifestado a Zapatero que esa era «de las últimas veces que nos reuniremos». Pero «no hicieron caso, se pensaban que íbamos en broma… mira que han tenido tiempo de conocernos bien», bromea la misma dirigente, que intenta resguardarse del frío que cuando cayó la noche empezaba a hacer en los exteriores del ‘coworking’ Les 5 Éléments, el lugar de Perpiñán elegido por Puigdemont para escenificar la ruptura. Este lunes, cuando se tomó la decisión definitivamente, con el referendo de la dirección, nadie llamó ni a Moncloa ni a Ferraz para informar. «Se han enterado por la televisión, como el resto» .Pero pese a que, según los junteros, en Moncloa y Ferraz ya lo sabían, el viernes trataron de «embaucarnos otra vez» con un acuerdo con el gobierno federal de Alemania para hablar del reconocimiento del catalán. Con su «promesa» de que iban a «intentar convencer» a Podemos para sortear su negativa a la delegación de las competencias de inmigración con un cambio de redactado de ley que decayó. Con su «compromiso» de que el Tribunal Constitucional iba a «arreglar pronto» lo de Puigdemont con la amnistía. «Sánchez y Zapatero juntos son capaces de vender unos zapatos a un amputado prometiéndole que con esas zapatillas ellos conseguirán que ande», relata un dirigente con un tono irónico pero vehemente.En el partido de Carles Puigdemont de momento celebran la ruptura, que para algunos «llega tarde» , pensando que así serán capaces de parar la sangría de votos hacia Aliança mientras siguen quemando a ERC por su falta de frutos a recoger de la cesta del PSOE. En las últimas horas en la formación se ha fantaseado con la opción de una moción instrumental que sirviera para convocar elecciones.No se mencionó la palabra moción en ningún momento. Ni tan siquiera para cerrar la puerta, como sí habían hecho anteriormenteUna opción que levanta muchas ampollas , ya que requiere de un acuerdo con el PP y Vox, y que ni de buen trozo genera la unanimidad con la que Puigdemont quería solucionar esta patata caliente. Por eso este lunes no se mencionó la palabra moción en ningún momento. Ni tan siquiera para cerrar la puerta, como sí habían hecho anteriormente. Por lo que a veces hay silencios que también dicen mucho.Noticia Relacionada estandar Si Aliança Catalana también roba a ERC: alcaldes y candidatos de Junqueras se van con Orriols Joan GuiradoLos separatistas quieren que confirmado que la mayoría progresista de la que separatistas vanaglorió el PSOE la noche electoral del 23J y los meses posteriores ya no existe, que era solo un espejismo o una invención de la factoría Moncloa, Sánchez «tome nota» y convoque elecciones. Ese sería su escenario ideal. Pero si no ocurre, si el presidente se enroca en «el poder sin poder gobernar» , como deslizó el propio Puigdemont este lunes, están abiertos a estudiar otras vías. Aunque VOX y Alberto Núñez Feijóo, que no el PP, «son un problema». «¿Y en qué se sustanciará la ruptura?», le preguntó este periodista a Carles Puigdemont, en un fugaz encuentro cuando se disponía a abandonar Perpiñan. «Ten por seguro que Pedro Sanchez notará la ruptura» . Sin detallar más cómo iba a notarlo. Como, viene siendo costumbre en él, generando expectación pero provocando un ‘coitus interruptus’. Junts, ahora en la oposición, se opondrá «a todo». «Se enterarán de nuestra posición de voto cuando aparezca en la pantalla del Congreso», explica a ABC una dirigente, que verbaliza sin remordimientos que «ni se les ocurra seguir llamándonos, que no les vamos a coger el móvil». Para el PSOE, desde este lunes no hay nadie al otro lado del teléfono» Menos la cabeza de María Jesús Montero y Salvador Illa , que entre bromas y no bromas Junts las llegó a pedir en algún momento de la negociación, Pedro Sánchez estaba dispuesto a todo para evitar lo que ocurrió este lunes. Para evitar la señal de debilidad, más a nivel internacional que interno, que supone perder la mayoría parlamentaria que te sustenta. Y buena muestra de ese esfuerzo de pisar, cuando no cruzar, líneas rojas que siempre habían provocado calambres al PSOE, es la multitud de comunicaciones -la gran mayoría de ellas sin respuesta- que hubo desde el PSOE a los de Carles Puigdemont a lo largo del fin de semana. Hasta este lunes mismo. Sin que nadie, tampoco, se pusiera al teléfono en cada una de las llamadas.José Luis Rodríguez Zapatero , el hombre para todo de Sánchez, el ‘ministro’ 23 en la sombra, es el que más veces lo ha intentado estos días. También algún ministro. Aunque para Junts Zapatero «no es un hombre de fiar ni en el que confiar» , Sánchez le ha mantenido al frente de la negociación tras el encarcelamiento de Santos Cerdán para, si ocurría lo de este lunes, evitar quemar otra cara para nada. Ni él, ni un «inane» Juanfran Serrano, al que en Junts tachan de «jarrón chino» en las citas helvéticas, volverán a viajar ya al extranjero para negociar el devenir de la legislatura española. La mediación internacional finaliza tal como empezó: con opacidad, sin resultados y con un único ganador, el mediador Fernando Galindo , que ha intentado aguantar el matrimonio cuando hace tiempo que ya no mantenían relaciones conyugales, pidiendo más prórrogas que en una final de copa con empates para no perder su empleo.Noticia Relacionada estandar No Videoanálisis | Joan Guirado explica qué supondrá realmente la ruptura entre Junts y el PSOE Joan Guirado Puigdemont ha asegurado que el presidente del Gobierno notará las consecuencias, pero no se ha atrevido a dar más detalles«Intensidad», según un dirigente destacado de Junts, es el término que mejor resume la actitud de los emisarios de Sánchez desde que Míriam Nogueras dijera aquello del cambio de hora o la hora del cambio . Una intensidad que, en algunos momentos, incluso ha podido llegar al «acoso». «Cuando se ven atrapados se ponen las pilas», destacaba otra dirigente separatista, a la salida de la reunión de la ejecutiva del partido celebrada en Perpiñán (Francia). Al fin y al cabo, dicen en Junts, «ya estamos demasiado acostumbrados a las campañas de acoso y derribo y siempre nos mantenemos firmes» . «Lo que sorprende es que insistan por ese camino que nunca les ha dado frutos», añade, «aún no han aprendido que no nos parecemos en nada a ERC…».«Una broma»Según Junts el PSOE sabía sus intenciones de romper desde hace aproximadamente un mes. Desde el día antes que ABC, tras una de las últimas reuniones en Suiza , avanzase que los separatistas le habían manifestado a Zapatero que esa era «de las últimas veces que nos reuniremos». Pero «no hicieron caso, se pensaban que íbamos en broma… mira que han tenido tiempo de conocernos bien», bromea la misma dirigente, que intenta resguardarse del frío que cuando cayó la noche empezaba a hacer en los exteriores del ‘coworking’ Les 5 Éléments, el lugar de Perpiñán elegido por Puigdemont para escenificar la ruptura. Este lunes, cuando se tomó la decisión definitivamente, con el referendo de la dirección, nadie llamó ni a Moncloa ni a Ferraz para informar. «Se han enterado por la televisión, como el resto» .Pero pese a que, según los junteros, en Moncloa y Ferraz ya lo sabían, el viernes trataron de «embaucarnos otra vez» con un acuerdo con el gobierno federal de Alemania para hablar del reconocimiento del catalán. Con su «promesa» de que iban a «intentar convencer» a Podemos para sortear su negativa a la delegación de las competencias de inmigración con un cambio de redactado de ley que decayó. Con su «compromiso» de que el Tribunal Constitucional iba a «arreglar pronto» lo de Puigdemont con la amnistía. «Sánchez y Zapatero juntos son capaces de vender unos zapatos a un amputado prometiéndole que con esas zapatillas ellos conseguirán que ande», relata un dirigente con un tono irónico pero vehemente.En el partido de Carles Puigdemont de momento celebran la ruptura, que para algunos «llega tarde» , pensando que así serán capaces de parar la sangría de votos hacia Aliança mientras siguen quemando a ERC por su falta de frutos a recoger de la cesta del PSOE. En las últimas horas en la formación se ha fantaseado con la opción de una moción instrumental que sirviera para convocar elecciones.No se mencionó la palabra moción en ningún momento. Ni tan siquiera para cerrar la puerta, como sí habían hecho anteriormenteUna opción que levanta muchas ampollas , ya que requiere de un acuerdo con el PP y Vox, y que ni de buen trozo genera la unanimidad con la que Puigdemont quería solucionar esta patata caliente. Por eso este lunes no se mencionó la palabra moción en ningún momento. Ni tan siquiera para cerrar la puerta, como sí habían hecho anteriormente. Por lo que a veces hay silencios que también dicen mucho.Noticia Relacionada estandar Si Aliança Catalana también roba a ERC: alcaldes y candidatos de Junqueras se van con Orriols Joan GuiradoLos separatistas quieren que confirmado que la mayoría progresista de la que separatistas vanaglorió el PSOE la noche electoral del 23J y los meses posteriores ya no existe, que era solo un espejismo o una invención de la factoría Moncloa, Sánchez «tome nota» y convoque elecciones. Ese sería su escenario ideal. Pero si no ocurre, si el presidente se enroca en «el poder sin poder gobernar» , como deslizó el propio Puigdemont este lunes, están abiertos a estudiar otras vías. Aunque VOX y Alberto Núñez Feijóo, que no el PP, «son un problema». «¿Y en qué se sustanciará la ruptura?», le preguntó este periodista a Carles Puigdemont, en un fugaz encuentro cuando se disponía a abandonar Perpiñan. «Ten por seguro que Pedro Sanchez notará la ruptura» . Sin detallar más cómo iba a notarlo. Como, viene siendo costumbre en él, generando expectación pero provocando un ‘coitus interruptus’. Junts, ahora en la oposición, se opondrá «a todo». «Se enterarán de nuestra posición de voto cuando aparezca en la pantalla del Congreso», explica a ABC una dirigente, que verbaliza sin remordimientos que «ni se les ocurra seguir llamándonos, que no les vamos a coger el móvil». Para el PSOE, desde este lunes no hay nadie al otro lado del teléfono»
Menos la cabeza de María Jesús Montero y Salvador Illa, que entre bromas y no bromas Junts las llegó a pedir en algún momento de la negociación, Pedro Sánchez estaba dispuesto a todo para evitar lo que ocurrió este lunes. Para evitar la señal … de debilidad, más a nivel internacional que interno, que supone perder la mayoría parlamentaria que te sustenta. Y buena muestra de ese esfuerzo de pisar, cuando no cruzar, líneas rojas que siempre habían provocado calambres al PSOE, es la multitud de comunicaciones -la gran mayoría de ellas sin respuesta- que hubo desde el PSOE a los de Carles Puigdemont a lo largo del fin de semana. Hasta este lunes mismo. Sin que nadie, tampoco, se pusiera al teléfono en cada una de las llamadas.
José Luis Rodríguez Zapatero, el hombre para todo de Sánchez, el ‘ministro’ 23 en la sombra, es el que más veces lo ha intentado estos días. También algún ministro. Aunque para Junts Zapatero «no es un hombre de fiar ni en el que confiar», Sánchez le ha mantenido al frente de la negociación tras el encarcelamiento de Santos Cerdán para, si ocurría lo de este lunes, evitar quemar otra cara para nada. Ni él, ni un «inane» Juanfran Serrano, al que en Junts tachan de «jarrón chino» en las citas helvéticas, volverán a viajar ya al extranjero para negociar el devenir de la legislatura española.
La mediación internacional finaliza tal como empezó: con opacidad, sin resultados y con un único ganador, el mediador Fernando Galindo, que ha intentado aguantar el matrimonio cuando hace tiempo que ya no mantenían relaciones conyugales, pidiendo más prórrogas que en una final de copa con empates para no perder su empleo.
«Intensidad», según un dirigente destacado de Junts, es el término que mejor resume la actitud de los emisarios de Sánchez desde que Míriam Nogueras dijera aquello del cambio de hora o la hora del cambio. Una intensidad que, en algunos momentos, incluso ha podido llegar al «acoso». «Cuando se ven atrapados se ponen las pilas», destacaba otra dirigente separatista, a la salida de la reunión de la ejecutiva del partido celebrada en Perpiñán (Francia). Al fin y al cabo, dicen en Junts, «ya estamos demasiado acostumbrados a las campañas de acoso y derribo y siempre nos mantenemos firmes». «Lo que sorprende es que insistan por ese camino que nunca les ha dado frutos», añade, «aún no han aprendido que no nos parecemos en nada a ERC…».
«Una broma»
Según Junts el PSOE sabía sus intenciones de romper desde hace aproximadamente un mes. Desde el día antes que ABC, tras una de las últimas reuniones en Suiza, avanzase que los separatistas le habían manifestado a Zapatero que esa era «de las últimas veces que nos reuniremos». Pero «no hicieron caso, se pensaban que íbamos en broma… mira que han tenido tiempo de conocernos bien», bromea la misma dirigente, que intenta resguardarse del frío que cuando cayó la noche empezaba a hacer en los exteriores del ‘coworking’ Les 5 Éléments, el lugar de Perpiñán elegido por Puigdemont para escenificar la ruptura. Este lunes, cuando se tomó la decisión definitivamente, con el referendo de la dirección, nadie llamó ni a Moncloa ni a Ferraz para informar. «Se han enterado por la televisión, como el resto».
Pero pese a que, según los junteros, en Moncloa y Ferraz ya lo sabían, el viernes trataron de «embaucarnos otra vez» con un acuerdo con el gobierno federal de Alemania para hablar del reconocimiento del catalán. Con su «promesa» de que iban a «intentar convencer» a Podemos para sortear su negativa a la delegación de las competencias de inmigración con un cambio de redactado de ley que decayó.
Con su «compromiso» de que el Tribunal Constitucional iba a «arreglar pronto» lo de Puigdemont con la amnistía. «Sánchez y Zapatero juntos son capaces de vender unos zapatos a un amputado prometiéndole que con esas zapatillas ellos conseguirán que ande», relata un dirigente con un tono irónico pero vehemente.
En el partido de Carles Puigdemont de momento celebran la ruptura, que para algunos «llega tarde», pensando que así serán capaces de parar la sangría de votos hacia Aliança mientras siguen quemando a ERC por su falta de frutos a recoger de la cesta del PSOE. En las últimas horas en la formación se ha fantaseado con la opción de una moción instrumental que sirviera para convocar elecciones.
No se mencionó la palabra moción en ningún momento. Ni tan siquiera para cerrar la puerta, como sí habían hecho anteriormente
Una opción que levanta muchas ampollas, ya que requiere de un acuerdo con el PP y Vox, y que ni de buen trozo genera la unanimidad con la que Puigdemont quería solucionar esta patata caliente. Por eso este lunes no se mencionó la palabra moción en ningún momento. Ni tan siquiera para cerrar la puerta, como sí habían hecho anteriormente. Por lo que a veces hay silencios que también dicen mucho.
Los separatistas quieren que confirmado que la mayoría progresista de la que separatistas vanaglorió el PSOE la noche electoral del 23J y los meses posteriores ya no existe, que era solo un espejismo o una invención de la factoría Moncloa, Sánchez «tome nota» y convoque elecciones. Ese sería su escenario ideal. Pero si no ocurre, si el presidente se enroca en «el poder sin poder gobernar», como deslizó el propio Puigdemont este lunes, están abiertos a estudiar otras vías. Aunque VOX y Alberto Núñez Feijóo, que no el PP, «son un problema».
«¿Y en qué se sustanciará la ruptura?», le preguntó este periodista a Carles Puigdemont, en un fugaz encuentro cuando se disponía a abandonar Perpiñan. «Ten por seguro que Pedro Sanchez notará la ruptura». Sin detallar más cómo iba a notarlo. Como, viene siendo costumbre en él, generando expectación pero provocando un ‘coitus interruptus’. Junts, ahora en la oposición, se opondrá «a todo». «Se enterarán de nuestra posición de voto cuando aparezca en la pantalla del Congreso», explica a ABC una dirigente, que verbaliza sin remordimientos que «ni se les ocurra seguir llamándonos, que no les vamos a coger el móvil». Para el PSOE, desde este lunes no hay nadie al otro lado del teléfono»
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