Netflix estrena este viernes la segunda temporada de la exitosa serie de médicos Respira, que cautivó a los espectadores en las primeras entregas gracias a su trepidante trama y a un elenco encabezado por Najwa Nimri, Blanca Suárez o Aitana Sánchez Gijón, al que se ha incorporado en los nuevos capítulos el cantante Pablo Alborán. Leer Netflix estrena este viernes la segunda temporada de la exitosa serie de médicos Respira, que cautivó a los espectadores en las primeras entregas gracias a su trepidante trama y a un elenco encabezado por Najwa Nimri, Blanca Suárez o Aitana Sánchez Gijón, al que se ha incorporado en los nuevos capítulos el cantante Pablo Alborán. Leer
La primera temporada de Respira expuso, dentro de su trama, las dificultades que pasa la sanidad pública y cómo la privatización de centros va en aumento. En esta segunda, el hospital donde giran todas las historias de sus protagonistas, el Joaquín Sorolla, pasa a ser de gestión privada, desafiando las convicciones y principios de sus médicos.
Dentro de sus paredes, quirófanos y habitaciones, los espectadores podrán ver como Patricia (Najwa Nimri), continúa luchando contra su cáncer y creando un lazo cada vez más estrecho con Néstor (Borja Luna). Por otro lado, tras la agresión sufrida en los capítulos anteriores, Jésica (Blanca Suárez) busca recuperar la confianza perdida mientras, en el amor, duda entre Lluís (Alfonso Bassave) y Biel (Manu Ríos). Mientras, Pilar (Aitana Sánchez-Gijón) seguirá lidiando con las adicciones de su hijo Quique (Xóan Fórneas), que encontrará un apoyo en el nuevo cirujano procedente del sector privado, Jon (Pablo Alborán).
Dos de sus protagonistas, Najwa Nimri y Borja Luna nos han desvelado algunas curiosidades del rodaje de esta segunda temporada, contándonos que sucederá con sus personajes y cómo son ellos cuando las cámaras están grabando.
«Esta temporada es más cardíaca que la anterior», comienza diciendo la actriz, dejando muy claro que esta nueva entrega enganchará a los espectadores de Netflix desde el primer episodio, donde verán más escenas de trama personal entre los personajes con la privatización del hospital de fondo, todo lo contrario a lo que sucedía en la primera temporada.
Nimri explica que Patricia es como un personaje «más satélite respecto al resto, ya que no forma parte del hospital»: «La dinámica que tiene dentro de él no es tan clara como la que tiene fuera como presidenta de la Comunidad Valenciana. Hay mucho de lo que les sucede a ellos como personas, pero también hay un contexto de fondo con el tema de la privatización de la sanidad». Su compañero añade que entre ella y Néstor «habrá un acercamiento, pero habrá momentos en que perderá la fe en mí. Todo lo que les incumbe pasa a ser más personal que político«.
El cáncer del personaje de Nimri hace que cambie su visión de la vida: «Lo que trabajo con ella es que es más fácil llevar la política cuando no tienes esperanza de vida. Se vuelca en el ‘no va a pasar nada y lucho por todo lo demás’ y ahí se instaura. Cuando empieza a curarse es cuando empieza a perder un poco de paz por la política y empieza a interesarse por lo que era antes. Es más fácil hacer política estando enferma que estando sana«.
Eso sí, la intérprete asegura que no quiere que su Patricia sea un ejemplo de nada, lo que quiere es que los espectadores se planteen cosas, «que se pregunten: ¿Qué haría yo en su lugar?». Luna añade que «a veces uno cree lo que le conviene creer, nada más».
Patricia y Néstor tiene multitud de tramas en Respira y tanto Nimri como Luna han compartido muchas horas de grabación juntos: ¿cómo se ven entre ellos? El actor lo tiene claro: «Najwa es como un león enjaulado y con el cual me enjaulan. Trabajar con ella es como meterse en una jaula con un león. Es una bestia».
«¡Y ahora todo el mundo me dice esa frase!», exclama la actriz al escuchar a su compañero. «Es que voy a tope, me tocan personajes muy enérgicos que son medio inaguantables y requieren muchísima energía. Yo voy a set a rodar, pero no estoy el resto del tiempo así, en casa soy mucho más tranquila. Allí hago lo que hace todo el mundo, hablo con mi madre, con mi hijo, me cocino unas cosillas, salgo a veces… pero cuando salgo de ella me gusta ir a pegar tiros, a presidir una comunidad autónoma… personajes un poco locos», añade.
Luna lo justifica destacando que es la manera de trabajar de Nimri, que va con todo al rodaje para darlo todo porque «pone a todo el mundo firme para que todos den lo mejor de sí mismos para conseguir lo mejor en la secuencia que toca ese día. Y en eso es una bestia». Pero la intérprete se defiende entre risas: «En realidad no pongo a todo el mundo firme. Aitana (Sánchez Gijón) sí, aparece y todo el mundo se pone en marcha. Jamás en mi vida le he dicho a nadie lo que tiene que hacer».
La actriz, por su parte, reconoce que el madrileño «en cámara es increíble, apabullante, funciona espectacularmente bien»: «La tensión que tienen nuestros personajes ha hecho que creciéramos como pareja en la ficción. Es capaz de repetir la misma toma y la misma frase 80 veces ¡y sin previo aviso! Por eso rujo, pero en ese enfado, encuentro al personaje».
Pero trabajando en una serie de médicos es inevitable preguntarles si son hipocondríacos o si les dan miedo las agujas o la sangre. Ambos reconocen que no lo son, pero a la actriz no le gustan nada las vías que se ponen en los brazos «y en las manos, las tengo pavor. Tampoco puedo con las agujas ni ver cuando me sacan sangre. Me encantaría hacer de vampiro en una película, pero si me tienen que sacar sangre…».
Luna recuerda que, en una ocasión, se le salió una vía «y empezó a salir un chorro de sangre por lo que ahora, cuando me ponen alguna, no me gusta, me da cierta aprensión». Nimri concluye reconociendo que «cuando creo que tengo algo, aguanto, solo voy a urgencias si me duele mucho«.
Televisión // elmundo



