La selección palestina de fútbol empató este martes por la noche contra Omán (1-1) tras adelantarse en el marcador y encajar de penalti el gol del empate en el descuento. De este modo, quedó eliminada de la fase clasificatoria para el Mundial del año que viene, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
La selección nacional, símbolo de la resistencia del pueblo palestino, cae eliminada en la fase de clasificación para la Copa del Mundo del año próximo en Estados Unidos, Canadá y México
La selección palestina de fútbol empató este martes por la noche contra Omán (1-1) tras adelantarse en el marcador y encajar de penalti el gol del empate en el descuento. De este modo, quedó eliminada de la fase clasificatoria para el Mundial del año que viene, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
Palestina, sin embargo, no juega a fútbol solo para ganar. “Lo más importante para nosotros es participar”, asegura Jibril Rajoub, presidente de la federación. “La guerra –añade–ha obligado a suspender las competiciones, pero mantener en pie el equipo nacional es un ejemplo de supervivencia”.
La guerra ha aniquilado el futbol en Palestina, pero la selección juega con el orgullo de resistir
Ninguna otra institución genera más entusiasmo que la selección nacional. La guerra le ha obligado a jugar lejos de casa, en Malasia, Kuwait y, este martes, en Amán. El equipo lo forman jugadores, sobre todo de Cisjordania. Los hay nacidos en Gaza, Israel y otros países.
La FIFA admitió a Palestina en 1999. Los recién firmados acuerdos de Oslo abrían la puerta al estado palestino y el presidente Joseph Blatter pensó que el equipo nacional ayudaría a consolidar la paz.
La intifada del año 2000 lo desbarató todo. Palestina no pudo jugar en casa la fase clasificatoria para los mundiales del 2006 y del 2010. Israel impedía viajar a los jugadores de Gaza, los mejores del equipo, y llegó a ser tan difícil formar un equipo que en el 2009 tuvo que aceptar un empate ante Singapur por falta de jugadores.

Alaa Al Sukhni/Reuters
La situación mejoró algo a partir de entonces y en el 2011 la selección pudo jugar por primera vez en el estadio de Ramallah, su casa. Rajoub creó un equipo femenino y una liga profesional, aunque solo en Cisjordania porque Israel seguía sin permitir salir a los equipos de Gaza porque Hamas controlaba la franja.
El inicio de la fase clasificatoria para el Mundial del 2026 arrancó para Palestina un mes después de la masacre de Hamas del 7 de octubre del 2023. La selección fue pasando rondas a pesar de los estragos de la guerra. La federación calcula que en Gaza han muerto 380 futbolistas, muchos de ellos niños. Todas las instalaciones deportivas en la franja, unas 240, han sido dañadas o completamente destruidas. Israel asegura que Hamas lanzaba cohetes desde los campos de fútbol.
El Comité Olímpico Palestino habla de 582 atletas muertos bajo las bombas israelíes. Entre ellos, Majeb Abu Maraheel, abanderado del equipo palestino en los Juegos de Atlanta de 1996, los primeros en los que participó, y la karateka Nagham Abu Samra, que había fundado una escuela para entrenar a niñas en Gaza y que iba a participar en los Juegos de París del año pasado.
Ni la FIFA ni el COI se han pronunciado sobre la situación en Gaza. El pasado mes de mayo, durante el congreso anual de la FIFA, que se celebró en Asunción (Paraguay), Susan Shalabi, vicepresidenta de la federación, urgió a la FIFA a que terminara una larga investigación sobre Israel, sospechoso de admitir a equipos de los asentamientos en sus competiciones y de discriminar a los jugadores palestinos en Israel. Su discurso fue aplaudido, pero ninguna de las más de 200 delegaciones habló a favor de Palestina en este asunto que, al parecer, vulnera los propios estatutos de la FIFA.

Alaa Al Sukhni/Reuters
Palestina estuvo a punto de ser eliminada por Irak el pasado mes de marzo. Perdía por 1-0 a dos minutos del final, pero empató y marcó el gol de la victoria en el último instante del tiempo añadido. Este martes fue Omán el combinado que empató en el último minuto, privando a Palestina de un segundo milagro. No obstante, haber llegado hasta aquí simboliza la supervivencia como nación.
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