La última vez que Patricia Conde estuvo en El Hormiguero fue hace 10 años. Anoche fue casi como una primera vez. Es raro que la presentadora y cómica dé tanto en una entrevista como dio anoche. Pablo Motos se lo puso muy fácil. Fue una especie de quid pro quo, pero Patricia Conde no fue Clarice Starling y Pablo Motos no fue Hannibal Lecter Leer La última vez que Patricia Conde estuvo en El Hormiguero fue hace 10 años. Anoche fue casi como una primera vez. Es raro que la presentadora y cómica dé tanto en una entrevista como dio anoche. Pablo Motos se lo puso muy fácil. Fue una especie de quid pro quo, pero Patricia Conde no fue Clarice Starling y Pablo Motos no fue Hannibal Lecter Leer
Aunque ver a Patricia Conde en televisión no resulta extraño, no es tan habitual como lo es para nuestra memoria. Es como una especie de engaño autoinmune. La presentadora y humorista acompañó durante mucho tiempo a los jóvenes de antaño que hoy son adultos en aquellos tiempos de El Informal. Luevo vendrían muchos otros proyectos, un parón televisivo que ella misma quiso para dedicarse de pleno a su hijo, y un regreso que nunca pareció un regreso porque la sensación era que siempre había estado.
Hace no tanto tiempo, Patricia Conde decidió volver a la primera línea televisiva. Lo hizo con MasterChef Celebrity (mejor pasar página), después con recientemente terminado José Mota No News, donde compartió escenario, humor y focos con sus «amigos» y, sorpresa, más pronto que tarde como concursante de la sexta temporada de El Desafío.
Aunque su visita de anoche a El Hormiguero -10 años llevaba Patricia Conde sin acudir al programa de Pablo Motos– tenía como gancho el estreno de la película Sujétame el cubata, la veradera razón de que Pablo Motos abriera las puertas de El Hormiguero de nuevo a Patricia Conde -más allá de que es un personaje que genera un interés que yo creo que ni ella misma entiende- fue precisamente su participación en El Desafío. Y fue la barbaridad y brutalidad de lo que ha hecho en el programa (se acabó de grabar hace un par de semanas), que también produce 7yAcción, la productora de Pablo Motos y Jorge Salvador, la verdadera razón de anoche Patricia Conde estuviese en El Hormiguero.
No es ningún secreto que a Patricia Conde el tema entrevistas le gusta más bien poco. Celosa de su intimidad, precavida con la prensa, es más que uno excepción lo que ocurrió anoche en El Hormiguero. Más que verla allí sentada, verla tan relajada y disfrutona. Desde luego, eligió bien. El que se sienta en El Hormiguero, a no ser que hagas un Cigala, sale siempre bien parado. Y anoche Patricia Conde lo hizo muy bien. Y anoche Pablo Motos, también.
«Te voy a ser sincero», le confesó Pablo Motos. «Yo te he llamado porque has participado en la nueva edición deEl Desafío y todo el mundo se ha quedado loco contigo. No solo por las pruebas, sino que todo el mundo me hablaba bien de ti. Y es tan difícil la unanimidad en la vida que digo ‘la tengo que conocer un poco más’. Honestamente, te lo digo de corazón… Todo el equipo me hablaba bien de ti, se lo curra muchísimo, no se queja…», le lanzó el presentador, sorprendiendo hasta tal punto a Patricia Conde que lo único que pudo responder fue un «no esperaba esto» seguido de un «es que encajo mejor los insultos».
Pero las alabanzas hacia la invitada no iban a ser porque sí. Lo que al parecer ha hecho Patricia Conde en El Desafío ha debido ser tan brutal que con la sexta temporada casi todavía en el horno, Pablo Motos se saltó sus propias normas. Aunque El Desafío es de su productora, lo habitual es que El Hormiguero muestre algún avance y spoiler cuando empiezan las promos del programa. Sin embargo, lo que ha hecho Patricia Conde en El Desafío es tal animalada que Pablo Motos no pudo contenerse y enseñarlo. Las imágenes ponen los pelos como escarpias, lo que hizo, por lo que se vio anoche, provocó hasta un ataque de pánico en Pilar Rubio, una de los miembros del jurado de El Desafío.
En ellas se ve a Patricia Conde metida en una especie de jaula impregnada de fuego y atada con varios candados de los que se tiene que liberar mientras las llamas la abrasan. Se ve como le tiemblan las manos, como casi no puede respirar, como grita diciendo que se quema y… se ve a Pilar Rubio confesando que lo único que quería es que la prueba terminase por el sufrimiento y angustia que estaba sintiendo al verla.
De hecho, el momento debió ser tan brutal que mientras Patricia Conde veía las imágenes anoche en El Hormiguero a punto estuvo de venirse abajo y acabar igual que Pilar Rubio. Una pausa publicitaria la salvó, pero el momento logró lo que igual a Pablo Motos le hubiera costado conseguir toda la entrevista: Patricia Conde se dejó llevar durante la entrevista. Y esto sí que es casi un milagro.
«Adoro al equipo. De hecho, venir aquí me ha dado mucha nostalgia porque no hago más que ver a gente que trabaja en El Desafío. Me parece que El Desafío es alucinante. El espectador tendría que ver lo que hay detrás de la pantalla. Hay muchos nervios, tensión, tengo los pelos como escarpias de recordarlo», confesó Patricia Conde. A partir de ahí, Patricia Conde se quitó la armadura y lo dio todo.
Tanto que cuando Pablo Motos le preguntó por sus inicios como Miss Palencia, la presentadora, cómica y actriz no se dejó nada en el tintero, no esquivó la pregunta, como tampoco lo hizo cuando Pablo Motos puso encima de la mesa su casting para El Informal y lo que ocurrió en él.
Patricia Conde se dedicó a esto porque era un sueño que tenía que desde pequeña y para ella «si deseas mucho una cosa se cumple». «Leí el libro de El Secreto, que habla justo de esto. Entonces empecé a desear hacer sketches para hacer reír a la gente, porque veía a mi familia reírse tanto con los Monty Python y quedarse después tan felices que tenía claro que eso era lo que quería hacer», relató Patricia Conde.
«Se me presentó entonces la oportunidad de ser Miss Palencia. No quise decir que no, pero fui de aquella manera. No tenía más que un vestido de fiesta, el típico negro de Nochevieja, y ya que no podía desfilar con vestidos como los de las misses me llevé un montón de disfraces», continuó. No se sabe si porque lo deseó mucho o porque efectivamente ser miss abre muchas puertas, pero le llamaron para un casting, «fui con mis padres y era el casting de El Informal«.
El casting se lo hizo Javier Capitán y otras dos personas que no recuerda. «Tenía que contar dos chistes y hacer como que entrevistaba a José María Aznar», pero no fue lo único que le pidieron. «¿Es cierto que te pidieron que fueras vestida más sexy y te negaste?», le sorprendió Pablo Motos. La Patricia Conde que conoce la prensa hubiera esquivado la pregunta, pero, insisto, la coraza ya no estaba: «Yo tenía 18 años. Sí, decían que tenía que ir a entrevistar a esas personas con mucho escote, y yo no estaba preparada. No veía ir con una falda o un vestido muy corto. Creía que no era necesario».
«¿Hubo represalias?», lanzó Pablo Motos. «No, no hubo. Soy de las que pienso que se pueden decir las cosas, pero si las dices de manera educada podrán respetarte a ti», sentenció la presentadora. Y es que ya desde jovencita Patricia Conde tenía muy claro que no es no. De hecho, anoche desveló en El Hormiguero que Lenny Kravitz «le tiró la caña». Sí, Lenny Kravitz. Tal vez, como bromeó una de las hormigas, el celibato que practica desde hace tiempo el artista se deba al no de Patricia Conde.
«Fui hacerle una entrevista al hotel donde estaba haciendo la promo de su ultimo disco. Cuando termino la entrevista vino un compañero suyo y me dijo que si quería ir a una fiesta que había por la noche. Pensé que si le decía que si él podía entender otra cosa y yo tenía novio y ante lo desconocido yo me retiro, y le dije que tenía mucha plancha», contó.
Y es que anoche Patricia Conde sorprendió. Sorprendió a Pablo Motos, que ya se lo esperaba y que por eso la invitó a El Hormiguero, y sorprendió a los espectadores. Una Patricia Conde que cada mañana se despierta y lo primero que hace es dar las gracias por un día más: «Venga un día más, ¡qué bien! Voy a ver cómo ha dormido mi hijo. Es lo más sencillo del mundo. Es algo que practico desde hace mucho tiempo: graritud, aceptación y paciencia. El plan es ser agradecido porque todos tenemos muchas cosas buenas en la vida como para centrarnos sólo en lo malo. La aceptación no es resignarte es estar de acuerdo con lo que pase. Si resuelves en la vida tienes la mitad del camino hecho». Ahí queda eso. By Patricia Conde.
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