La madrugada se cernía sobre un Madrid que retozaba entre sábanas cuando algunos de sus principales viales de la ciudad y su entorno del sur fueron escenario de una persecución que se extendió por más de 25 kilómetros y durante media hora. Es la que protagonizó una banda criminal especializada en robos y que acabó con tres detenidos y al menos dos agentes heridos por la virulencia de estos sujetos. Se trata de tres españoles de 48, 29 y 28 años, vecinos de San Martín de la Vega, la Cañada Real y la avenida del Cerro Milano, en Villa de Vallecas y muy cercana a donde reside un famosísimo alunicero con su familia, el conocido como Goyito.Los hechos ocurrieorn entre la una y veinte y las dos menos diez de la noche del 23 de octubre, cuando una patrulla de paisano de la Policía Municipal de Madrid sospechó, con buen olfato, de dos furgonetas que circulaban por la cuesta de los Sagrados Corazones. Los funcionarios, adscritos a la Comisaría Integral del Distrito de Ciudad Lineal, observaron una Citroën y una Peugeot que circulaban de un modo anormal, a gran velocidad. Pronto, pasaron las matrículas por su emisora y comprobaron que no figuraban como sustraídas. Aún. Porque la corazonada no les engañó. En la bajada hacia la M-30, sentido sur, golpearon el vehículo camuflado, y ambas furgonetas se separaron. La Citroën se marchó hacia la salida Ciudad de Barcelona, mientras que la otra tomó el túnel en dirección a Valencia. Los agentes se centraron en esta segunda, a la que hicieron señales acústicas y luminosas, para que pararan. Pero no echaron cuenta. Es más, embistieron a los funcionarios en el lateral derecho, provocando que el copiloto se golpeara con la puerta. Ante el cariz de los hechos, pidieron refuerzos a las patrullas que estuvieran por la zona.Noticia Relacionada estandar No Tres detenidos con 12 catalizadores robados tras chocar con la Guardia Civil en Collado Villalba E. G. Los ladrones dedicados a este tipo de golpes buscan en los catalizadores la obtención por la vía rápida de metales preciosos como el platino, el paladio y el rodioLos delincuentes tomaron la M-40, luego la salida 16, la M-45 y la M-50. Salieron por el kilómetro 46 y luego la A-4 (autovía de Andalucía). Aceleraron hacia Getafe y tomaron la salida 16, hasta entrar en el camino de tierra del Olivar de Perales del Río, en el término municipal getafense, muy cerca de la Cañada Real.Al adentrarse en la zona terriza del conocido como Sendero Quemado, los ladrones colisionaron con un vallado y la furgoneta quedó inmovilizada. Los tres sospechosos se apearon y salieron a la carrera. La persecución continuó a pie. Llegaron indicativos de la Policía Municipal de Madrid, estos de Villaverde, además de la Policía Local de Getafe. Uno de los fugitivos golpeó con patadas a un agente cuando corría tras él. Otro policía persiguió al conductor del vehículo, que intentó esconderse entre los árboles. Lo encontró, buscando en la oscuridad con una linterna, entre un olivo. Pero el ladrón hizo ademán de sacar algo de los bolsillos y el polivía tuvo que realizar un disparo al aire, para intimidarlo. Aun así, el sospechoso forcejeó y lesionó en la mano derecha al patrullero, que, con ayuda de un compañero, logró reducirlo.Tras esas dos detenciones, los policías locales de Getafe proporcionaron la descripción del que faltaba por apresar y lo hallaron también en el tronco de un olivo.En cuanto a la furgoneta, una Peugeot Boxer, había sido robada, tenía el bombín de la cerradura roto y le habían hecho el puente para conseguir arrancarla. Fue trasladada al depósito municipal y la Policía Nacional se hizo cargo de los arrestados.Por otra parte, un guardia civil fuera de servicio y que marchaba hacia su puesto desde casa del trabajo en su moto, logró que fuese detenido un conductor borracho que causó varios accidentes en otra persecución. El encartado condujo el pasado martes, sobre las seis de la mañana, de manera temeraria por las carreteras A-42 (Toledo) y la M-40, en dirección entrada a la capital, en plena hora punta. Está acusado de conducción temeraria y bajo los efectos del alcohiol y sustancias psicotrópicas. La madrugada se cernía sobre un Madrid que retozaba entre sábanas cuando algunos de sus principales viales de la ciudad y su entorno del sur fueron escenario de una persecución que se extendió por más de 25 kilómetros y durante media hora. Es la que protagonizó una banda criminal especializada en robos y que acabó con tres detenidos y al menos dos agentes heridos por la virulencia de estos sujetos. Se trata de tres españoles de 48, 29 y 28 años, vecinos de San Martín de la Vega, la Cañada Real y la avenida del Cerro Milano, en Villa de Vallecas y muy cercana a donde reside un famosísimo alunicero con su familia, el conocido como Goyito.Los hechos ocurrieorn entre la una y veinte y las dos menos diez de la noche del 23 de octubre, cuando una patrulla de paisano de la Policía Municipal de Madrid sospechó, con buen olfato, de dos furgonetas que circulaban por la cuesta de los Sagrados Corazones. Los funcionarios, adscritos a la Comisaría Integral del Distrito de Ciudad Lineal, observaron una Citroën y una Peugeot que circulaban de un modo anormal, a gran velocidad. Pronto, pasaron las matrículas por su emisora y comprobaron que no figuraban como sustraídas. Aún. Porque la corazonada no les engañó. En la bajada hacia la M-30, sentido sur, golpearon el vehículo camuflado, y ambas furgonetas se separaron. La Citroën se marchó hacia la salida Ciudad de Barcelona, mientras que la otra tomó el túnel en dirección a Valencia. Los agentes se centraron en esta segunda, a la que hicieron señales acústicas y luminosas, para que pararan. Pero no echaron cuenta. Es más, embistieron a los funcionarios en el lateral derecho, provocando que el copiloto se golpeara con la puerta. Ante el cariz de los hechos, pidieron refuerzos a las patrullas que estuvieran por la zona.Noticia Relacionada estandar No Tres detenidos con 12 catalizadores robados tras chocar con la Guardia Civil en Collado Villalba E. G. Los ladrones dedicados a este tipo de golpes buscan en los catalizadores la obtención por la vía rápida de metales preciosos como el platino, el paladio y el rodioLos delincuentes tomaron la M-40, luego la salida 16, la M-45 y la M-50. Salieron por el kilómetro 46 y luego la A-4 (autovía de Andalucía). Aceleraron hacia Getafe y tomaron la salida 16, hasta entrar en el camino de tierra del Olivar de Perales del Río, en el término municipal getafense, muy cerca de la Cañada Real.Al adentrarse en la zona terriza del conocido como Sendero Quemado, los ladrones colisionaron con un vallado y la furgoneta quedó inmovilizada. Los tres sospechosos se apearon y salieron a la carrera. La persecución continuó a pie. Llegaron indicativos de la Policía Municipal de Madrid, estos de Villaverde, además de la Policía Local de Getafe. Uno de los fugitivos golpeó con patadas a un agente cuando corría tras él. Otro policía persiguió al conductor del vehículo, que intentó esconderse entre los árboles. Lo encontró, buscando en la oscuridad con una linterna, entre un olivo. Pero el ladrón hizo ademán de sacar algo de los bolsillos y el polivía tuvo que realizar un disparo al aire, para intimidarlo. Aun así, el sospechoso forcejeó y lesionó en la mano derecha al patrullero, que, con ayuda de un compañero, logró reducirlo.Tras esas dos detenciones, los policías locales de Getafe proporcionaron la descripción del que faltaba por apresar y lo hallaron también en el tronco de un olivo.En cuanto a la furgoneta, una Peugeot Boxer, había sido robada, tenía el bombín de la cerradura roto y le habían hecho el puente para conseguir arrancarla. Fue trasladada al depósito municipal y la Policía Nacional se hizo cargo de los arrestados.Por otra parte, un guardia civil fuera de servicio y que marchaba hacia su puesto desde casa del trabajo en su moto, logró que fuese detenido un conductor borracho que causó varios accidentes en otra persecución. El encartado condujo el pasado martes, sobre las seis de la mañana, de manera temeraria por las carreteras A-42 (Toledo) y la M-40, en dirección entrada a la capital, en plena hora punta. Está acusado de conducción temeraria y bajo los efectos del alcohiol y sustancias psicotrópicas.
La madrugada se cernía sobre un Madrid que retozaba entre sábanas cuando algunos de sus principales viales de la ciudad y su entorno del sur fueron escenario de una persecución que se extendió por más de 25 kilómetros y durante media hora. Es la … que protagonizó una banda criminal especializada en robos y que acabó con tres detenidos y al menos dos agentes heridos por la virulencia de estos sujetos. Se trata de tres españoles de 48, 29 y 28 años, vecinos de San Martín de la Vega, la Cañada Real y la avenida del Cerro Milano, en Villa de Vallecas y muy cercana a donde reside un famosísimo alunicero con su familia, el conocido como Goyito.
Los hechos ocurrieorn entre la una y veinte y las dos menos diez de la noche del 23 de octubre, cuando una patrulla de paisano de la Policía Municipal de Madrid sospechó, con buen olfato, de dos furgonetas que circulaban por la cuesta de los Sagrados Corazones. Los funcionarios, adscritos a la Comisaría Integral del Distrito de Ciudad Lineal, observaron una Citroën y una Peugeot que circulaban de un modo anormal, a gran velocidad. Pronto, pasaron las matrículas por su emisora y comprobaron que no figuraban como sustraídas. Aún. Porque la corazonada no les engañó.
En la bajada hacia la M-30, sentido sur, golpearon el vehículo camuflado, y ambas furgonetas se separaron. La Citroën se marchó hacia la salida Ciudad de Barcelona, mientras que la otra tomó el túnel en dirección a Valencia. Los agentes se centraron en esta segunda, a la que hicieron señales acústicas y luminosas, para que pararan. Pero no echaron cuenta. Es más, embistieron a los funcionarios en el lateral derecho, provocando que el copiloto se golpeara con la puerta. Ante el cariz de los hechos, pidieron refuerzos a las patrullas que estuvieran por la zona.
Los delincuentes tomaron la M-40, luego la salida 16, la M-45 y la M-50. Salieron por el kilómetro 46 y luego la A-4 (autovía de Andalucía). Aceleraron hacia Getafe y tomaron la salida 16, hasta entrar en el camino de tierra del Olivar de Perales del Río, en el término municipal getafense, muy cerca de la Cañada Real.
Al adentrarse en la zona terriza del conocido como Sendero Quemado, los ladrones colisionaron con un vallado y la furgoneta quedó inmovilizada. Los tres sospechosos se apearon y salieron a la carrera. La persecución continuó a pie.
Llegaron indicativos de la Policía Municipal de Madrid, estos de Villaverde, además de la Policía Local de Getafe. Uno de los fugitivos golpeó con patadas a un agente cuando corría tras él. Otro policía persiguió al conductor del vehículo, que intentó esconderse entre los árboles. Lo encontró, buscando en la oscuridad con una linterna, entre un olivo. Pero el ladrón hizo ademán de sacar algo de los bolsillos y el polivía tuvo que realizar un disparo al aire, para intimidarlo. Aun así, el sospechoso forcejeó y lesionó en la mano derecha al patrullero, que, con ayuda de un compañero, logró reducirlo.
Tras esas dos detenciones, los policías locales de Getafe proporcionaron la descripción del que faltaba por apresar y lo hallaron también en el tronco de un olivo.
En cuanto a la furgoneta, una Peugeot Boxer, había sido robada, tenía el bombín de la cerradura roto y le habían hecho el puente para conseguir arrancarla. Fue trasladada al depósito municipal y la Policía Nacional se hizo cargo de los arrestados.
Por otra parte, un guardia civil fuera de servicio y que marchaba hacia su puesto desde casa del trabajo en su moto, logró que fuese detenido un conductor borracho que causó varios accidentes en otra persecución. El encartado condujo el pasado martes, sobre las seis de la mañana, de manera temeraria por las carreteras A-42 (Toledo) y la M-40, en dirección entrada a la capital, en plena hora punta. Está acusado de conducción temeraria y bajo los efectos del alcohiol y sustancias psicotrópicas.
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