¿A Donald Trump le gusta el fútbol? La respuesta es que más bien no. Aun así permitió que su hijo Barron se hiciera construir una portería en el jardín de la primera dama en la Casa Blanca durante su primer mandato. El presidente de Estados Unidos es aficionado al golf y al fútbol americano y, sin embargo, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, se ha dejado ver en público más veces con el dirigente republicano que con cualquier personalidad relacionada con el deporte que lidera. La última, este pasado lunes, cuando Infantino apareció en la cumbre de Trump en Sharm el-Sheij (Egipto) en la que recibió a los dirigentes mundiales para celebrar el fin de las hostilidades entre Israel y Hamás.
El presidente de la FIFA se presentó junto a Donald Trump y el resto de líderes mundiales en Sharm el-Sheikh
Mientras los líderes mundiales se reunían en Egipto el lunes para la firma de un acuerdo para detener la guerra en Gaza, hubo una curiosa incorporación al evento: Gianni Infantino, presidente de la FIFA. El líder de la federación mundial de fútbol se presentó junto al presidente estadounidense Donald Trump y al presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi para tomarse fotos en Sharm el-Sheikh con motivo del acuerdo de alto el fuego en Gaza.
Infantino fue invitado por Trump, según una publicación en redes sociales del presidente de la organización futbolística. Un portavoz de la FIFA confirmó la invitación. “El papel del fútbol debe ser apoyar, unir y dar esperanza a la región”, declaró Infantino. “En Gaza, en Palestina, por supuesto, ayudaremos a reconstruir todas las instalaciones futbolísticas”.
En el 2018
Infantino estrechó lazos con Trump cuando EE.UU. fue designada coorganizadora del Mundial 2026 durante su primer mandato
Un funcionario de la Casa Blanca afirmó en Bloomberg que era lógico que Infantino asistiera al evento porque la FIFA trabaja con países de la región, como si se tratara de un representante más de la diplomacia. Si bien se suele afirmar que el deporte une a las personas, la FIFA ha hecho todo lo posible para evitar que la política interfiera en el negocio del fútbol. Durante el Mundial de 2022 en Qatar, se prohibió a los equipos hacer declaraciones políticas, como mostrar apoyo a los derechos LGBTQ+. Una de las principales funciones de la FIFA es también proteger a las organizaciones nacionales de fútbol de la interferencia política, si bien se sitúa siempre cerca del poder.
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A pesar del deseo de la FIFA, con sede en Suiza, de mantener la neutralidad, Infantino ha trabajado durante años para estrechar sus vínculos con Trump y otras figuras políticas importantes, desde que Estados Unidos obtuvo los derechos de coorganización para el Mundial de 2026 durante el primer mandato del presidente estadounidense en 2018.

EFE
La FIFA amplió su presencia en Estados Unidos con la apertura de una oficina en la Torre Trump en junio, a la que asistió Eric Trump, vicepresidente ejecutivo de la Organización Trump e hijo del presidente estadounidense. Esto sigue a la apertura en 2024 de una oficina de la FIFA en Miami, Florida, sede del departamento legal de la organización.
Trump también ha recibido a Infantino en la Casa Blanca en múltiples ocasiones, la más notable durante el Mundial de Clubs de la FIFA este verano. A principios de este año, la FIFA anunció que organizaría el sorteo del Mundial del próximo año en el Kennedy Center de Washington, después de que Trump asumiera el control de la junta directiva de la sede.
También cuestiona Los Ángeles 2028
Trump amenaza con reubicar sedes del Mundial si considera que las ciudades demócratas no son seguras
Trump, a su vez, ha prometido asistencia federal para el torneo mundial. El lunes, Andrew Giuliani, director del Grupo de Trabajo de la Casa Blanca para la Copa Mundial de la FIFA 2026, declaró a Politico que la administración planea lanzar una iniciativa de unos 430 millones de euros (500 millones de dólares) para apoyar a los gobiernos estatales y locales en el desarrollo de una estrategia antidrones para ayudar a proteger las sedes en territorio estadounidense.
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La seguridad preocupa a Trump y en ella se escuda con amenazas a algunas de las ciudades demócratas que serán sede del Mundial el próximo verano. Este martes reiteró que cambiaría la ubicación de algunos partidos si considera que la ciudad que alberga esos encuentros no es segura, y agregó que eso mismo podría suceder en el caso de Los Ángeles con los Juegos Olímpicos del 2028. “Si alguien está haciendo un mal trabajo, y percibo que las condiciones son inseguras, llamaría a Gianni (Infantino), el presidente de la FIFA (…) y le diría: ‘Movámoslo a otro lugar’”, dijo Trump a los medios.
Trump no tiene poder para modificar una sede o el lugar de un partido del Mundial, pero mantiene una relación muy cercana con Infantino, quien sí la posee. Las palabras de Trump iban dirigidas principalmente hacia la ciudad de Boston, cuya alcaldesa es la demócrata Michelle Yu, y que se encuentra en los últimos meses en el punto de mira de la Administración por considerar que interfiere en sus políticas contra la migración.
El Gillette Stadium de Foxborough, un municipio lindante con Boston, tiene previsto acoger siete partidos del Mundial, que se disputará entre el 11 de junio y el 19 de julio del próximo año. Estas amenazas se suman a las que lanzó en septiembre contra otras ciudades gobernadas por demócratas, como Seattle o San Francisco, a las que advirtió que podría retirarles partidos del Mundial 2026 si las considera inseguras.
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