En televisión por cada éxito hay detrás cientos de fracasos. De hecho, en el mundo televisivo muchos son los que aseguran que se aprende más de los segundos que de los primeros. La familia de la tele ha sido un fracaso inesperado. Un duro golpe, pues detrás del magacín está una de las productoras que más éxitos y polémicas acumula en televisión Leer En televisión por cada éxito hay detrás cientos de fracasos. De hecho, en el mundo televisivo muchos son los que aseguran que se aprende más de los segundos que de los primeros. La familia de la tele ha sido un fracaso inesperado. Un duro golpe, pues detrás del magacín está una de las productoras que más éxitos y polémicas acumula en televisión Leer
El pasado fin de semana Belén Esteban brotó. Estaba en la alfombra roja del concierto de Lola Índigo en el Metropolitano, un equipo de Socialité la vio aparecer y bajó las cámaras. Y La Patrona estalló. Resulta curioso el momento, pues el programa de Telecinco que no quiso grabarla era un programa creado por quien ahora produce La familia de la tele, La Osa Producciones. No es la única sorpresa.
Dicen que el refranero español es muy sabio y siempre tiene una frase perfecta para cada momento. En el caso de La familia de la tele, también: «Por tus obras te conocerán». Un refrán que viene a decir que las personas serán juzgadas no solo por lo que dicen sino también por lo que hacen. La familia de la tele ha sido juzgada por ambas cosas. Por su pasado, por su presente y por lo que se cree que pudiera ser su futuro. Sin embargo, el fracaso que está suponiendo el magacín de tarde no hace realmente justicia a una productora que con decenas de polémicas sobre sus espaldas, también ha sido en sus casi 20 años de vida una fábrica de éxitos.
Nada puede calmar la decepción que ha supuesto La familia de la tele, sobre todo, cuando vienes de una larga lista de formatos exitosos por sus audiencias. Lo dijo Belén Esteban hace unos días en el gran evento de Netflix: «Me acostumbré a estar en programas de éxito, y la vida real probablemente sea esto». A lo que se refería precisamente La Patrona es a eso, a que cuando todo han sido victorias, uno no está preparado para las derrotas.
Por normal general, da igual todos los éxitos que hayas conseguido que un fracaso los ensombrecerá a todos. Es lo que está sucediendo con La Osa Producciones, productora de La familia de la tele, pero, en realidad, hija de Fabricantes Studio y nieta de La fábrica de la tele. Adrián Madrid y Óscar Cornejo son los que están detrás de esta productora, de La familia de la tele, de Sálvame, de Rocío, contar la verdad para seguir viva, pero también de Hormigas Blancas, Focus, Todo es mentira, Socialité, Las Campos y decenas de formatos que pocas veces se llegaron a relacionar con la productora. Señalados y marcados por Sálvame, por la docuserie de Rocío Carrasco y ahora por el naufragio del magacín de La 1, la memoria ha olvidado las victorias.
La Osa no es una productora cualquiera, es la productora que cambió la forma de hacer televisión para bien y para mal, así como la productora que más noticias ha generado en los últimos años, y sigue generando. Aunque son los rostros que trabajan para ella los que al final ponen la cara, con esta productora se ha vivido la mejor y la peor época de Sálvame, un divorcio más que sonado con Mediaset, una catarsis, una investigación judicial -la llamada Operación Luna que aún hoy sigue coleando- decenas de demandas, las protestas de los sectores más duros de RTVE, las críticas de los espectadores, pero también se ha vivido la gloria que da el éxito de formatos que aún hoy, aunque producidos por otros, siguen dando victorias. Ahí está Todo es Mentira, el programa de Risto Mejide en Cuatro que ahora produce Vodevil, su productora, pero que surgió de la cabeza de Madrid y Cornejo.
En la actualidad, Todo es mentira es uno de los pesos pesados de la programación de la segunda cadena de Mediaset. Cuando se produjo el divorcio, Adrián Madrid y Óscar Cornejo, junto a Mediaset, decidieron romper con todo, no querían tener nada que ver los unos con el otro, y viceversa, pero sí se quedaron con lo que funcionada. Actualmente, Todo es mentira ha firmado su renovación por una temporada más, hace datos de audiencia que duplican a la media de la cadena y es por ello por lo que cuando hablas con Risto Mejide de este éxito y de aquellos comienzos, el presentador sólo tiene palabras de agradecimiento para La fábrica de la tele. Tanto es así que en los créditos del actual Viajando con Chester, también creado por Madrid y Cornejo, Risto Mejide sigue poniendo sus nombres.
Y es que Viajando con Chester es otro de los ejemplos de esos éxitos que se han quedado en el olvido por el fracaso de La familia de la tele. No sólo esta temporada ha mejorado una vez más sus audiencias, superando también la media de Cuatro, que se sitúa en un 6%, mientras el Chester hace un 7%, sino que Mediaset ha puesto en marcha una especie de spin off, un Chester del pasado, que ya está en producción, y que va a presentar Ana Milán.
Bajo el manto de La fábrica de la tele, Fabricantes Studio y ahora La Osa, más de 40 formatos de entretenimiento originales y algunos de los programas más vistos de la historia reciente de la televisión española y de los que más polémicas han servido y de las que se han servido. ¿Y si le digo Aquí hay tomate? Fue el programa que unió a Adrián Madrid y a Óscar Cornejo, una antesala de Sálvame que tras unas audiencias históricas, imposibles de ver en la actualidad, se decidió cancelar ante la avalancha de demandas a las que Mediaset, con Paolo Vasile al frente, recibía por el programa.
De aquel programa nació Sálvame. Es lo que todo el mundo recuerda, igual que ahora se recuerda a La Osa por La familia de la tele, -aunque también son los creadores de Malas lenguas, el programa que sí funciona en RTVE-. No es el mejor recuerdo, como para muchos tampoco lo fue Sálvame, pues, aunque cambiaron por completo la forma de hacer televisión, también trajo consigo los peores momentos de Mediaset y también de la productora. De hecho, de esos momentos, de esa crisis reputacional que ahora «se ha romantizado», como recordaba no hace mucho Jorge Javier Vázquez, presentador de Sálvame; de la investigación de la Operación Luna, del juicio que todavía está por celebrarse, nació el caldo de cultivo que La Osa se ha encontrado ahora en RTVE.
El éxito de tantos y tantos programas a sus espaldas -también en plataformas donde Sálvese quien pueda se alzó durante varias semanas en el número uno en Netflix- parece haber caído en el olvido, pero realmente están y siguen ahí. La familia de la tele no encuentra su sitio en la televisión pública, como ha asegurado hace pocos días Escaleto, uno de sus subdirectores, pero, tal vez sea, siguiendo el ejemplo de sus programas que sí han tenido éxito, porque están en un lugar que no es para ellos.
La más clara evidencia de ello es Malas lenguas, también producido por La Osa Producciones, también criticado y bajo la investigación del Consejo de Informativos de RTVE por la falta de pluralidad, pero que en audiencias está siendo toda una sorpresa. En La 1 no encajó cuando se intentó hacer la prueba, pero en La 2, sí. De hecho, es, junto a Cifras y Letras y Saber y ganar, el programa más visto de la segunda cadena de la Corporación Pública con una media de más del 4%, habiendo llegado incluso a marcar récord por encima del 6% de share. Ahora, es el sustituto de La familia de la tele, pues ahora sí funciona en La 1 -este lunes marcó un 13,3% de share-.
Lo que demuestra esto es que La Osa no sólo sabe hacer corazón, espectáculo y entretenimiento del que genera tantas alabanzas como rechazos. Saben hacer otro tipo de programas muy alejados de esas características. De ellos nació Hormigas blancas, el formato que años más tarde copiaría RTVE con Lazos de sangre. Los documentales y los debates posteriores de Hormigas blancas cosechaban audiencias que iban desde el 23% hasta más del 17%. También tuvo lo suyo, pues el programa fue condenado por vulneración del derecho al honor con motivo de una demanda presentada por Carmen Martínez-Bordiú a raíz de unas declaraciones vertidas sobre su persona en el programa. En aquella época, La fábrica de la tele tenía como mayor accionista a Mediaset y, con ello, el respaldo y la protección completa de Vasile.
También fue suyo La Noria. Cinco temporadas estuvo emitiéndose en Telecinco con datos de audiencia que comenzaron por encima del 20% y terminaron en el 15%. Fue nominado al TP de Oro como programa de actualidad en el año 2007 y, de nuevo, acabó con una crisis reputacional provocada por la famosa entrevista a la madre del Cuco, uno de los acusados por la muerte de Marta del Castillo. Fue sustituido por El gran debate para intentar frenar la campaña que llevó a que decenas de anunciantes retirasen la publicidad, pero ya nada fue lo mismo.
Hable con ellas; Madrid y las juventudes del Papa; las Campanadas de Telecinco que dieron Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez en 2010 y también las de 2011 con el presentador e Isabel Pantoja; la docuserie de Rocío, contar la verdad para seguir viva, muy criticada, pero a la vez con el éxito de haber abierto un debate en la opinión pública pocas veces visto; todos los especiales que bebieron de la docuserie; Socialité, aún emitiéndose en Telecinco los fines de semana; Cazamariposas; Campamento de verano; La caja; Chernóbil, 25 años después; Así soy yo, Kiko Rivera… Y muchos más.
Con este listado de programas, donde hay muchos éxitos y otros tantos fracasos -suyo también fue su última oportunidad en Telecinco, Cuentos chinos-, la pregunta es si La familia de la tele quedará ya para siempre en el lado de los naufragios o RTVE se empeñará en intentar reflotarlo. Lo que demuestra el pasado de La Osa, de Fabricantes Studio y de La fábrica de la tele es que todos los grandes éxitos nacieron, crecieron, envejecieron, murieron y resucitaron en las cadenas privadas. En la pública ha quedado constancia de que el corazón y el show entertainment no tienen cabida, pero sí otros formatos que La Osa ha sabido y sabe hacer muy bien.
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