El presidente gallego ha vuelto a recurrir a una de las expresiones que más le gusta para resumir las políticas de su Gobierno: actuar «con sentidiño». Esta vez lo ha hecho para explicar la forma en que la Xunta afrontará una nueva bajada de impuestos de cara al próximo ejercicio. Rebajas fiscales, sí, pero «con responsabilidad» y, sobre todo, sin poner en peligro la financiación de los servicios públicos.El mandatario autonómico ha aprovechado este lunes las preguntas de la prensa tras la reunión semanal del Consello para desgranar algunos de los aspectos más destacados de estas nuevas medidas fiscales. Además de mantener las rebajas ya aplicadas en ejercicios anteriores, presentará en los próximos presupuestos tres novedades: una reducción y dos exenciones fiscales de carácter autonómico.Por un lado, se aplicará un a rebaja fiscal en los contratos de vitalicio, aquellos acuerdos mediante los cuales una persona transfiere sus bienes a cambio de recibir cuidados de por vida. El objetivo, según explicó Rueda, es que quienes opten por esta fórmula, en su mayoría personas mayores que viven solas, puedan hacerlo sin que una elevada carga impositiva actúe como freno. La intención de la Xunta es que este tipo de acuerdos tenga «una repercusión fiscal lo más baja posible» y se creen «condiciones más ventajosas» para quienes los suscriban.Noticias relacionadas estandar Si El PP recupera su histórico feudo de Ribeira con Mariola Sampedro Alejandro Gesto estandar No Salvamento remolca a dos veleros dañados por orcas en la Costa da Morte Pablo BaamondePor otro lado, el presidente anunció la exención tributaria de las ayudas concedidas para afrontar los daños provocados por la ola de incendios que afectó a Galicia, y especialmente a la provincia de Orense, el pasado verano. La tercera medida es la exención fiscal sobre las ayudas que concede y tramita directamente la Xunta d irigidas a personas enfermas de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).Además, el Gobierno gallego mantendrá todas las rebajas fiscales que ya había puesto en marcha en los últimos ejercicios. A estas se suma, por primera vez, la desgravación en el tramo autonómico del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) por la compra de material escolar. Esta medida ya había sido anunciada, pero ahora se incorporará formalmente a los presupuestos autonómicos. «Estas son algunas de las rebajas fiscales que arbitraremos en los presupuestos», apostilló Rueda ante los medios.Una política fiscal a la baja que, tal y como reiteró el propio presidente, se puede aplicar sin poner en cuestión la sostenibilidad de los servicios públicos. «Si detectásemos que la decisión de implantar una nueva rebaja fiscal iba a comprometer la prestación de servicios públicos de calidad, especialmente los más importantes, los que impactan en la población más vulnerable, no la tomaríamos», aseguró el presidente de la Xunta. Rueda volvió a recalcar que «estas son algunas de las rebajas fiscales que arbitraremos en los presupuestos», y dejó entrever que las cuentas para 2026 podrían incluir alguna reducción fiscal adicional, siempre dentro de los márgenes de responsabilidad financiera que defiende su Ejecutivo.Críticas a SánchezDurante su comparecencia, Rueda también explicó que su intención es que los presupuestos autonómicos para 2026 estén aprobados antes del 31 de diciembre. De este modo, Galicia volvería a contar con unas cuentas en vigor desde el 1 de enero. «Eso es lo que permite planificar y ejecutar las políticas públicas», subrayó el presidente gallego, apelando a la estabilidad institucional y económica como elemento clave para la gestión de la Xunta.Y, una vez más, aprovechó para marcar distancias con el Gobierno central que encabeza Sánchez. Rueda denunció las diferencias entre una administración autonómica como la gallega, que presenta sus cuentas a tiempo, y un Ejecutivo estatal que, según sus palabras, insiste en gobernar «año tras año» con presupuestos prorrogados. «Si no hay presupuestos, muchas cosas no se pueden hacer», criticó Rueda, aludiendo al bloqueo que puede generar la falta de previsión presupuestaria.Ya por la tarde, Rueda participó en la junta directiva provincial del Partido Popular de Pontevedra. Desde allí, el también líder de los populares gallegos volvió a insistir en que contar con unas cuentas públicas aprobadas «en tiempo y forma» es lo que permite a la Xunta «cumplir, planificar y garantizar estabilidad» a todos los gallegos y gallegas. Rueda señaló que disponer de un presupuesto actualizado no solo refuerza la gestión diaria, sino que también facilita el despliegue de políticas que den respuesta a las principales demandas sociales, como el acceso a la vivienda. El presidente gallego afirmó que, con las nuevas cuentas, tanto las ciudades como los núcleos rurales podrán ampliar el parque público de vivienda a precios asumibles , permitiendo que más gallegos puedan acceder a un hogar digno. El presidente gallego ha vuelto a recurrir a una de las expresiones que más le gusta para resumir las políticas de su Gobierno: actuar «con sentidiño». Esta vez lo ha hecho para explicar la forma en que la Xunta afrontará una nueva bajada de impuestos de cara al próximo ejercicio. Rebajas fiscales, sí, pero «con responsabilidad» y, sobre todo, sin poner en peligro la financiación de los servicios públicos.El mandatario autonómico ha aprovechado este lunes las preguntas de la prensa tras la reunión semanal del Consello para desgranar algunos de los aspectos más destacados de estas nuevas medidas fiscales. Además de mantener las rebajas ya aplicadas en ejercicios anteriores, presentará en los próximos presupuestos tres novedades: una reducción y dos exenciones fiscales de carácter autonómico.Por un lado, se aplicará un a rebaja fiscal en los contratos de vitalicio, aquellos acuerdos mediante los cuales una persona transfiere sus bienes a cambio de recibir cuidados de por vida. El objetivo, según explicó Rueda, es que quienes opten por esta fórmula, en su mayoría personas mayores que viven solas, puedan hacerlo sin que una elevada carga impositiva actúe como freno. La intención de la Xunta es que este tipo de acuerdos tenga «una repercusión fiscal lo más baja posible» y se creen «condiciones más ventajosas» para quienes los suscriban.Noticias relacionadas estandar Si El PP recupera su histórico feudo de Ribeira con Mariola Sampedro Alejandro Gesto estandar No Salvamento remolca a dos veleros dañados por orcas en la Costa da Morte Pablo BaamondePor otro lado, el presidente anunció la exención tributaria de las ayudas concedidas para afrontar los daños provocados por la ola de incendios que afectó a Galicia, y especialmente a la provincia de Orense, el pasado verano. La tercera medida es la exención fiscal sobre las ayudas que concede y tramita directamente la Xunta d irigidas a personas enfermas de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).Además, el Gobierno gallego mantendrá todas las rebajas fiscales que ya había puesto en marcha en los últimos ejercicios. A estas se suma, por primera vez, la desgravación en el tramo autonómico del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) por la compra de material escolar. Esta medida ya había sido anunciada, pero ahora se incorporará formalmente a los presupuestos autonómicos. «Estas son algunas de las rebajas fiscales que arbitraremos en los presupuestos», apostilló Rueda ante los medios.Una política fiscal a la baja que, tal y como reiteró el propio presidente, se puede aplicar sin poner en cuestión la sostenibilidad de los servicios públicos. «Si detectásemos que la decisión de implantar una nueva rebaja fiscal iba a comprometer la prestación de servicios públicos de calidad, especialmente los más importantes, los que impactan en la población más vulnerable, no la tomaríamos», aseguró el presidente de la Xunta. Rueda volvió a recalcar que «estas son algunas de las rebajas fiscales que arbitraremos en los presupuestos», y dejó entrever que las cuentas para 2026 podrían incluir alguna reducción fiscal adicional, siempre dentro de los márgenes de responsabilidad financiera que defiende su Ejecutivo.Críticas a SánchezDurante su comparecencia, Rueda también explicó que su intención es que los presupuestos autonómicos para 2026 estén aprobados antes del 31 de diciembre. De este modo, Galicia volvería a contar con unas cuentas en vigor desde el 1 de enero. «Eso es lo que permite planificar y ejecutar las políticas públicas», subrayó el presidente gallego, apelando a la estabilidad institucional y económica como elemento clave para la gestión de la Xunta.Y, una vez más, aprovechó para marcar distancias con el Gobierno central que encabeza Sánchez. Rueda denunció las diferencias entre una administración autonómica como la gallega, que presenta sus cuentas a tiempo, y un Ejecutivo estatal que, según sus palabras, insiste en gobernar «año tras año» con presupuestos prorrogados. «Si no hay presupuestos, muchas cosas no se pueden hacer», criticó Rueda, aludiendo al bloqueo que puede generar la falta de previsión presupuestaria.Ya por la tarde, Rueda participó en la junta directiva provincial del Partido Popular de Pontevedra. Desde allí, el también líder de los populares gallegos volvió a insistir en que contar con unas cuentas públicas aprobadas «en tiempo y forma» es lo que permite a la Xunta «cumplir, planificar y garantizar estabilidad» a todos los gallegos y gallegas. Rueda señaló que disponer de un presupuesto actualizado no solo refuerza la gestión diaria, sino que también facilita el despliegue de políticas que den respuesta a las principales demandas sociales, como el acceso a la vivienda. El presidente gallego afirmó que, con las nuevas cuentas, tanto las ciudades como los núcleos rurales podrán ampliar el parque público de vivienda a precios asumibles , permitiendo que más gallegos puedan acceder a un hogar digno.
El presidente gallego ha vuelto a recurrir a una de las expresiones que más le gusta para resumir las políticas de su Gobierno: actuar «con sentidiño». Esta vez lo ha hecho para explicar la forma en que la Xunta afrontará una nueva bajada de impuestos … de cara al próximo ejercicio. Rebajas fiscales, sí, pero «con responsabilidad» y, sobre todo, sin poner en peligro la financiación de los servicios públicos.
El mandatario autonómico ha aprovechado este lunes las preguntas de la prensa tras la reunión semanal del Consello para desgranar algunos de los aspectos más destacados de estas nuevas medidas fiscales. Además de mantener las rebajas ya aplicadas en ejercicios anteriores, presentará en los próximos presupuestos tres novedades: una reducción y dos exenciones fiscales de carácter autonómico.
Por un lado, se aplicará una rebaja fiscal en los contratos de vitalicio, aquellos acuerdos mediante los cuales una persona transfiere sus bienes a cambio de recibir cuidados de por vida. El objetivo, según explicó Rueda, es que quienes opten por esta fórmula, en su mayoría personas mayores que viven solas, puedan hacerlo sin que una elevada carga impositiva actúe como freno. La intención de la Xunta es que este tipo de acuerdos tenga «una repercusión fiscal lo más baja posible» y se creen «condiciones más ventajosas» para quienes los suscriban.
Por otro lado, el presidente anunció la exención tributaria de las ayudas concedidas para afrontar los daños provocados por la ola de incendios que afectó a Galicia, y especialmente a la provincia de Orense, el pasado verano. La tercera medida es la exención fiscal sobre las ayudas que concede y tramita directamente la Xunta dirigidas a personas enfermas de esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Además, el Gobierno gallego mantendrá todas las rebajas fiscales que ya había puesto en marcha en los últimos ejercicios. A estas se suma, por primera vez, la desgravación en el tramo autonómico del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) por la compra de material escolar. Esta medida ya había sido anunciada, pero ahora se incorporará formalmente a los presupuestos autonómicos. «Estas son algunas de las rebajas fiscales que arbitraremos en los presupuestos», apostilló Rueda ante los medios.
Una política fiscal a la baja que, tal y como reiteró el propio presidente, se puede aplicar sin poner en cuestión la sostenibilidad de los servicios públicos. «Si detectásemos que la decisión de implantar una nueva rebaja fiscal iba a comprometer la prestación de servicios públicos de calidad, especialmente los más importantes, los que impactan en la población más vulnerable, no la tomaríamos», aseguró el presidente de la Xunta. Rueda volvió a recalcar que «estas son algunas de las rebajas fiscales que arbitraremos en los presupuestos», y dejó entrever que las cuentas para 2026 podrían incluir alguna reducción fiscal adicional, siempre dentro de los márgenes de responsabilidad financiera que defiende su Ejecutivo.
Críticas a Sánchez
Durante su comparecencia, Rueda también explicó que su intención es que los presupuestos autonómicos para 2026 estén aprobados antes del 31 de diciembre. De este modo, Galicia volvería a contar con unas cuentas en vigor desde el 1 de enero. «Eso es lo que permite planificar y ejecutar las políticas públicas», subrayó el presidente gallego, apelando a la estabilidad institucional y económica como elemento clave para la gestión de la Xunta.
Y, una vez más, aprovechó para marcar distancias con el Gobierno central que encabeza Sánchez. Rueda denunció las diferencias entre una administración autonómica como la gallega, que presenta sus cuentas a tiempo, y un Ejecutivo estatal que, según sus palabras, insiste en gobernar «año tras año» con presupuestos prorrogados. «Si no hay presupuestos, muchas cosas no se pueden hacer», criticó Rueda, aludiendo al bloqueo que puede generar la falta de previsión presupuestaria.
Ya por la tarde, Rueda participó en la junta directiva provincial del Partido Popular de Pontevedra. Desde allí, el también líder de los populares gallegos volvió a insistir en que contar con unas cuentas públicas aprobadas «en tiempo y forma» es lo que permite a la Xunta «cumplir, planificar y garantizar estabilidad» a todos los gallegos y gallegas. Rueda señaló que disponer de un presupuesto actualizado no solo refuerza la gestión diaria, sino que también facilita el despliegue de políticas que den respuesta a las principales demandas sociales, como el acceso a la vivienda.
El presidente gallego afirmó que, con las nuevas cuentas, tanto las ciudades como los núcleos rurales podrán ampliar el parque público de vivienda a precios asumibles, permitiendo que más gallegos puedan acceder a un hogar digno.
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