Rusia ha dicho este martes que no está claro cuándo se celebrará la cumbre en Budapest entre los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump para buscar la paz en Ucrania. También ha rebajado la posibilidad de un inminente encuentro preparatorio entre su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. Es prematuro hablar de fechas porque se necesita tiempo para una preparación seria, ha subrayado el Kremlin.
Moscú indica que no está claro cuándo se celebrará el encuentro entre Putin y Trump y desmiente que se haya acordado ya un día para una reunión entre los jefes de la diplomacia, Lavrov y Rubio
Rusia ha rebajado esta martes la posibilidad de un inminente encuentro entre su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio. Es prematuro hablar de fechas porque se necesita tiempo para preparar la reunión entre los jefes de la diplomacia. El cara a cara entre ambos sería el paso previo para celebrar la cumbre entre los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump en Budapest.
A última hora del lunes la cadena norteamericana CNN afirmó que la reunión entre Lavrov y Rubio se había pospuesto. Antes, la agencia Reuters aseguró que el encuentro podría producirse este jueves, 23 de octubre.
La idea de la reunión Lavrov-Rubio es real y su importancia es “alta”, afirma Moscú
Serguéi Riabkov, uno de los viceministros de Exteriores ruso, ha desmentido ambas informaciones. El diplomático señaló que la idea de esa reunión es real, pero que no se puede posponer lo que todavía no se ha acordado.
“Lo que algunas fuentes occidentales escribieron ayer nosotros no lo confirmamos. No tenemos una idea cercana sobre el momento y el lugar del contacto” entre los cancilleres, ha señalado a los periodistas.
Subrayó, además, que la importancia de esta reunión es “alta”, y por eso requiere preparación. “Y eso es lo que estamos haciendo. Ayer la conversación telefónica del ministro con el secretario de Estado se dedico a este tema”, precisó.
Tal vez a las prisas por que se celebre la reunión contribuyó el anuncio que hizo la semana pasada el presidente de EE.UU., Donald Trump. Después de hablar por teléfono con Putin el jueves, día 16, dijo que ambos habían acordado celebrar su segunda cumbre de este año en la capital de Hungría (la anterior fue en agosto en Anchorage, Alaska).
Dos temas para Budapest: guerra en Ucrania y relaciones Rusia-EE.UU.
El principal objetivo será intentar avanzar en una solución a la guerra en Ucrania. El Kremlin añadió luego que también se aprovechará para hablar de las relaciones bilaterales, que paralelamente se intentan recomponer.
Trump no dio fecha, pero indicó que la cumbre se celebraría en un par de semanas y que en la actual los equipos de Washington y Moscú se iban a encargar de todos los preparativos.
Lavrov y Rubio mantuvieron el lunes una conversación telefónica que Moscú calificó como “constructiva”. Según el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, los contactos entre Moscú y Washington para preparar la cumbre de Budapest no habían hecho más que comenzar.
Más allá de sus diferentes expectativas sobre el final de la guerra en Ucrania, la fuente citada por la CNN aseguró que, tras dicha llamada, en Washington decidieron que la posición de Moscú no había avanzado lo suficiente. De esta forma, es poco probable que Rubio recomiende una cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin la próxima semana, pero sí puede hablar nuevamente con Lavrov a lo largo de la presente, dijo la fuente.
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