Una dirigente al más alto nivel de Junts resumía con una expresión muy clara, «a la desesperada» , cómo estaba actuando Pedro Sánchez minutos después de conocer el inicio de las negociaciones con Alemania para el reconocimiento del catalán en la Unión Europea . Otro miembro de la dirección que preside Carles Puigdemont añadía que esto era «otra maniobra» y la catalogaba de «muy insuficiente». Los independentistas tachan estas muestras de «diálogo y apoyaré» de «ser siempre lo mismo». Y bromean con un «esperad de aquí al lunes»… Los posconvergentes asumen que la presión a la que a menudo les somete el Partido Socialista ante votaciones importantes en el Congreso, se verá intensificada este fin de semana. Antes de que el lunes, en Perpiñán (Francia), la ejecutiva de Puigdemont decida qué hacer con el acuerdo de legislatura que firmaron a finales de 2023 en Bruselas su secretario general, Jordi Turull, y el exsecretario de Organización del PSOE y hoy preso en Soto del Real (Madrid), Santos Cerdán. Motivos para pensar que esa presión irá a más, no les faltan. Noticia Relacionada estandar Si «O el proyecto o tú»: el ultimátum de los alcaldes de Junts a Puigdemont Joan Guirado Convoca una consulta a la militancia para decidir si rompe con Sánchez, además de una reunión de urgenciaFuentes cercanas al presidente del Gobierno admitían ayer viernes que, este mismo jueves, Sánchez dio orden al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, negociador ‘b’ de los socialistas, de contactar con Puigdemont . No habrá reunión presencial en Suiza con el mediador. De hecho, indican fuentes al más alto nivel del PSOE y de Junts, posiblemente no se produzca ningún encuentro más con este formato, ni tan siquiera el agendado para dentro de un mes. Pero lo que sí ocurrirá a lo largo de estas próximas horas, indican, es que Zapatero descolgará el teléfono o la videollamada para tratar de ablandar el ultimátum de un Junts que dice tener ya «una decisión tomada».Aunque Zapatero no es del agrado de los separatistas, incluso le culpan de ser parte del problema del descarrilamiento del acuerdo, junto a Salvador Illa, « si nos llama, le cogeremos el teléfono «, apuntaban anoche en Waterloo (Bélgica). Pero creen que »ya van tarde«. «Durante mucho tiempo han despreciado nuestros avisos «, aseveran, y »ahora que han visto que la cosa iba de verdad, que la prórroga se está terminando más tarde de lo que hubiéramos querido, les ha entrado el miedo«. En esa explosión de pánico enmarcan la filtración de ayer viernes respecto a un ligero cambio de posición de Alemania respecto a la oficialidad del catalán en la Unión Europea, algo que en todo caso, si España logra el sí definitivo, no se verá materializado antes del 17 de noviembre.La decisiónLos de Puigdemont sostienen también que si se rompen ya los puentes con Moncloa, «lo lógico y saludable» sería que el mediador internacional « diera a conocer los acuerdos alcanzados y no materializados «.Noticia Relacionada estandar Si Sánchez rescata el debate del catalán en la UE con el apoyo de Alemania tras el ultimátum de Junts Ainhoa Martínez Firman una declaración para abrir un diálogo sobre el texto que se presentará en la próxima reunión del Consejo de Asuntos GeneralesCon la dirección de Junts más alineada a romper que a mantener el acuerdo , con un Carles Puigdemont más dubitativo que el resto de dirigentes –en parte por su interés en que se le aplique de forma inminente la amnistía que tanto anhela–, las sensaciones en la formación independentista es que habrá «un antes y un después» a partir del lunes. Sin apresurarse a vaticinar lo que puede ocurrir. Por no saber, hasta el mismo lunes, no sabremos si es el propio líder del partido, al término de la ejecutiva, el que saldrá dar explicaciones. «Dependerá de la decisión que se tome», añaden. Lo único claro es que más allá de la opinión de los dirigentes, que vendrán de escuchar hoy a los alcaldes y concejales, con los que se reunirán en Barcelona, es que Junts propondrá una consulta a la militancia para que la decisión adoptada tenga el máximo respaldo posible. Una fórmula de democratizar un fallo que se antoja muy incómodo para algunos, empezando por el propio Puigdemont, al que sus representantes municipales le han exhortado a priorizar si prefiere «salvar el proyecto», ante el auge de Aliança, o salvarse él políticamente, no molestando al PSOE antes de la resolución del Tribunal Constitucional sobre su amnistía. Uno de los escenarios que se barajan es convocar dicha consulta dentro de un margen prudencial de, aproximadamente, una semana, para dar tiempo a Pedro Sánchez a una «rectificación» , a modo de «enmienda a la totalidad», a la «inactividad de hasta ahora». Aunque tampoco son muy optimistas con ese cambio de posición. Una dirigente al más alto nivel de Junts resumía con una expresión muy clara, «a la desesperada» , cómo estaba actuando Pedro Sánchez minutos después de conocer el inicio de las negociaciones con Alemania para el reconocimiento del catalán en la Unión Europea . Otro miembro de la dirección que preside Carles Puigdemont añadía que esto era «otra maniobra» y la catalogaba de «muy insuficiente». Los independentistas tachan estas muestras de «diálogo y apoyaré» de «ser siempre lo mismo». Y bromean con un «esperad de aquí al lunes»… Los posconvergentes asumen que la presión a la que a menudo les somete el Partido Socialista ante votaciones importantes en el Congreso, se verá intensificada este fin de semana. Antes de que el lunes, en Perpiñán (Francia), la ejecutiva de Puigdemont decida qué hacer con el acuerdo de legislatura que firmaron a finales de 2023 en Bruselas su secretario general, Jordi Turull, y el exsecretario de Organización del PSOE y hoy preso en Soto del Real (Madrid), Santos Cerdán. Motivos para pensar que esa presión irá a más, no les faltan. Noticia Relacionada estandar Si «O el proyecto o tú»: el ultimátum de los alcaldes de Junts a Puigdemont Joan Guirado Convoca una consulta a la militancia para decidir si rompe con Sánchez, además de una reunión de urgenciaFuentes cercanas al presidente del Gobierno admitían ayer viernes que, este mismo jueves, Sánchez dio orden al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, negociador ‘b’ de los socialistas, de contactar con Puigdemont . No habrá reunión presencial en Suiza con el mediador. De hecho, indican fuentes al más alto nivel del PSOE y de Junts, posiblemente no se produzca ningún encuentro más con este formato, ni tan siquiera el agendado para dentro de un mes. Pero lo que sí ocurrirá a lo largo de estas próximas horas, indican, es que Zapatero descolgará el teléfono o la videollamada para tratar de ablandar el ultimátum de un Junts que dice tener ya «una decisión tomada».Aunque Zapatero no es del agrado de los separatistas, incluso le culpan de ser parte del problema del descarrilamiento del acuerdo, junto a Salvador Illa, « si nos llama, le cogeremos el teléfono «, apuntaban anoche en Waterloo (Bélgica). Pero creen que »ya van tarde«. «Durante mucho tiempo han despreciado nuestros avisos «, aseveran, y »ahora que han visto que la cosa iba de verdad, que la prórroga se está terminando más tarde de lo que hubiéramos querido, les ha entrado el miedo«. En esa explosión de pánico enmarcan la filtración de ayer viernes respecto a un ligero cambio de posición de Alemania respecto a la oficialidad del catalán en la Unión Europea, algo que en todo caso, si España logra el sí definitivo, no se verá materializado antes del 17 de noviembre.La decisiónLos de Puigdemont sostienen también que si se rompen ya los puentes con Moncloa, «lo lógico y saludable» sería que el mediador internacional « diera a conocer los acuerdos alcanzados y no materializados «.Noticia Relacionada estandar Si Sánchez rescata el debate del catalán en la UE con el apoyo de Alemania tras el ultimátum de Junts Ainhoa Martínez Firman una declaración para abrir un diálogo sobre el texto que se presentará en la próxima reunión del Consejo de Asuntos GeneralesCon la dirección de Junts más alineada a romper que a mantener el acuerdo , con un Carles Puigdemont más dubitativo que el resto de dirigentes –en parte por su interés en que se le aplique de forma inminente la amnistía que tanto anhela–, las sensaciones en la formación independentista es que habrá «un antes y un después» a partir del lunes. Sin apresurarse a vaticinar lo que puede ocurrir. Por no saber, hasta el mismo lunes, no sabremos si es el propio líder del partido, al término de la ejecutiva, el que saldrá dar explicaciones. «Dependerá de la decisión que se tome», añaden. Lo único claro es que más allá de la opinión de los dirigentes, que vendrán de escuchar hoy a los alcaldes y concejales, con los que se reunirán en Barcelona, es que Junts propondrá una consulta a la militancia para que la decisión adoptada tenga el máximo respaldo posible. Una fórmula de democratizar un fallo que se antoja muy incómodo para algunos, empezando por el propio Puigdemont, al que sus representantes municipales le han exhortado a priorizar si prefiere «salvar el proyecto», ante el auge de Aliança, o salvarse él políticamente, no molestando al PSOE antes de la resolución del Tribunal Constitucional sobre su amnistía. Uno de los escenarios que se barajan es convocar dicha consulta dentro de un margen prudencial de, aproximadamente, una semana, para dar tiempo a Pedro Sánchez a una «rectificación» , a modo de «enmienda a la totalidad», a la «inactividad de hasta ahora». Aunque tampoco son muy optimistas con ese cambio de posición.
Una dirigente al más alto nivel de Junts resumía con una expresión muy clara, «a la desesperada», cómo estaba actuando Pedro Sánchez minutos después de conocer el inicio de las negociaciones con Alemania para el reconocimiento del catalán en la Unión Europea. … Otro miembro de la dirección que preside Carles Puigdemont añadía que esto era «otra maniobra» y la catalogaba de «muy insuficiente». Los independentistas tachan estas muestras de «diálogo y apoyaré» de «ser siempre lo mismo». Y bromean con un «esperad de aquí al lunes»…
Los posconvergentes asumen que la presión a la que a menudo les somete el Partido Socialista ante votaciones importantes en el Congreso, se verá intensificada este fin de semana. Antes de que el lunes, en Perpiñán (Francia), la ejecutiva de Puigdemont decida qué hacer con el acuerdo de legislatura que firmaron a finales de 2023 en Bruselas su secretario general, Jordi Turull, y el exsecretario de Organización del PSOE y hoy preso en Soto del Real (Madrid), Santos Cerdán. Motivos para pensar que esa presión irá a más, no les faltan.
Fuentes cercanas al presidente del Gobierno admitían ayer viernes que, este mismo jueves, Sánchez dio orden al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, negociador ‘b’ de los socialistas, de contactar con Puigdemont. No habrá reunión presencial en Suiza con el mediador. De hecho, indican fuentes al más alto nivel del PSOE y de Junts, posiblemente no se produzca ningún encuentro más con este formato, ni tan siquiera el agendado para dentro de un mes. Pero lo que sí ocurrirá a lo largo de estas próximas horas, indican, es que Zapatero descolgará el teléfono o la videollamada para tratar de ablandar el ultimátum de un Junts que dice tener ya «una decisión tomada».
Aunque Zapatero no es del agrado de los separatistas, incluso le culpan de ser parte del problema del descarrilamiento del acuerdo, junto a Salvador Illa, «si nos llama, le cogeremos el teléfono«, apuntaban anoche en Waterloo (Bélgica). Pero creen que »ya van tarde«.
«Durante mucho tiempo han despreciado nuestros avisos«, aseveran, y »ahora que han visto que la cosa iba de verdad, que la prórroga se está terminando más tarde de lo que hubiéramos querido, les ha entrado el miedo«. En esa explosión de pánico enmarcan la filtración de ayer viernes respecto a un ligero cambio de posición de Alemania respecto a la oficialidad del catalán en la Unión Europea, algo que en todo caso, si España logra el sí definitivo, no se verá materializado antes del 17 de noviembre.
La decisión
Los de Puigdemont sostienen también que si se rompen ya los puentes con Moncloa, «lo lógico y saludable» sería que el mediador internacional «diera a conocer los acuerdos alcanzados y no materializados«.
Con la dirección de Junts más alineada a romper que a mantener el acuerdo, con un Carles Puigdemont más dubitativo que el resto de dirigentes –en parte por su interés en que se le aplique de forma inminente la amnistía que tanto anhela–, las sensaciones en la formación independentista es que habrá «un antes y un después» a partir del lunes. Sin apresurarse a vaticinar lo que puede ocurrir. Por no saber, hasta el mismo lunes, no sabremos si es el propio líder del partido, al término de la ejecutiva, el que saldrá dar explicaciones. «Dependerá de la decisión que se tome», añaden.
Lo único claro es que más allá de la opinión de los dirigentes, que vendrán de escuchar hoy a los alcaldes y concejales, con los que se reunirán en Barcelona, es que Junts propondrá una consulta a la militancia para que la decisión adoptada tenga el máximo respaldo posible. Una fórmula de democratizar un fallo que se antoja muy incómodo para algunos, empezando por el propio Puigdemont, al que sus representantes municipales le han exhortado a priorizar si prefiere «salvar el proyecto», ante el auge de Aliança, o salvarse él políticamente, no molestando al PSOE antes de la resolución del Tribunal Constitucional sobre su amnistía.
Uno de los escenarios que se barajan es convocar dicha consulta dentro de un margen prudencial de, aproximadamente, una semana, para dar tiempo a Pedro Sánchez a una «rectificación», a modo de «enmienda a la totalidad», a la «inactividad de hasta ahora». Aunque tampoco son muy optimistas con ese cambio de posición.
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