«Hay un suplemento del que nadie habla para aumentar la longevidad y encima es barato». El deportista y divulgador experto en nutrición deportiva , Saúl Sánchez , aborda a través de una publicación en su cuenta en la red social de Instagram un asunto de moda como es el de alargar los límites de la vida. Una tendencia tanto en la literatura sobre biomedicina y ciencias de la salud como en las plataformas digitales.En España, la esperanza de vida supera los 83 años , situándose entre las más altas del mundo gracias a la dieta mediterránea, el sistema sanitario y un estilo de vida socialmente activo. Este dato refleja una tendencia global hacia el envejecimiento saludable, que despierta interés tanto en la población como en investigadores y empresas de salud.«La longevidad tiene su base en los hábitos, pero algunos compuestos pueden potenciarla enfocándose en vías metabólicas que mejoran la sensibilidad a la insulina o la biogénesis mitocondrial», cuenta el experto en el vídeo, en el que explica que la información que comparte en la grabación procede de una investigación longitudinal que ha durado dos décadas.«Este estudio siguió a 830 personas durante 20 años, analizando sus hábitos y muertes», indica Sánchez, que ahonda en que según los resultados, «por cada 35% más de espermidina en la dieta, el riesgo de muerte por cualquier causa se reducía en un 25%». Es decir, el beneficio de tener una mayor ingesta de este compuesto, se traducía en ser 6 años más joven desde el punto de vista del reloj biológico.¿Cuáles son los alimentos más ricos en espermidina? – Germen de trigo: Es una de las fuentes más concentradas, con entre 12 a 24 mg por cada 100 g o 350 mg por kg. – Quesos curados y añejos: Como el queso azul, brie, parmesano, cheddar y miso (fermentado de soja). – Hongos: Incluidos shiitake, portobello, champiñones y setas como la Shimeji negra. – Productos de soja y derivados fermentados: Natto, tofu, tempeh, miso. – Legumbres: Guisantes verdes (que son los que más aportan), lentejas, garbanzos, judías negras. – Verduras crucíferas: Brócoli, coliflor, col rizada. – Cereales y granos integrales: Arroz integral, cebada, trigo integral, salvado de arroz, amaranto, trigo sarraceno, quinoa. – Frutos secos y semillas: Almendras, semillas de girasol, semillas de calabaza, avellanas. – Frutas: Manzanas, peras, mangos, frutas cítricas como naranjas y pomelos, fruta de la pasión, piña. – Otros vegetales: Espinacas, pimientos verdes, aceitunas y aceite de oliva virgen extra. – Algunos productos animales: Hígado de pollo, hígados en general de diferentes animales y en menor medida carnes como la de vacuno contienen espermidina o su precursor espermina.En cuanto a su origen alimentario, el nutricionista detalla en el vídeo que «este compuesto se encuentra en los cereales germinados y actúa promoviendo la famosa autofagia y también como inmunomodulador y antiinflamatorio».En efecto, la espermidina -una poliamina natural presente también en alimentos como la soja fermentada, el queso curado, los champiñones, las legumbres o el germen de trigo- interviene en procesos celulares clave para la regeneración y la protección frente al estrés oxidativo .A partir de los 40 años aproximadamente, el cuerpo humano reduce su producción natural, por lo que hay que reforzar su presencia en la dieta. «¿Y qué pasa si nos suplementamos con espermidina?», pregunta el experto. «Fisiológicamente es algo que tiene sentido, aunque en la actualidad todavía no hay demasiados papers en humanos». No obstante, destaca que «los que han salido hasta ahora son bastante favorables en cuanto a sus resultados». Según comenta uno de los más citados es uno que vincula la suplementación con espermidina con una menor mortalidad por cáncer . «Hay un suplemento del que nadie habla para aumentar la longevidad y encima es barato». El deportista y divulgador experto en nutrición deportiva , Saúl Sánchez , aborda a través de una publicación en su cuenta en la red social de Instagram un asunto de moda como es el de alargar los límites de la vida. Una tendencia tanto en la literatura sobre biomedicina y ciencias de la salud como en las plataformas digitales.En España, la esperanza de vida supera los 83 años , situándose entre las más altas del mundo gracias a la dieta mediterránea, el sistema sanitario y un estilo de vida socialmente activo. Este dato refleja una tendencia global hacia el envejecimiento saludable, que despierta interés tanto en la población como en investigadores y empresas de salud.«La longevidad tiene su base en los hábitos, pero algunos compuestos pueden potenciarla enfocándose en vías metabólicas que mejoran la sensibilidad a la insulina o la biogénesis mitocondrial», cuenta el experto en el vídeo, en el que explica que la información que comparte en la grabación procede de una investigación longitudinal que ha durado dos décadas.«Este estudio siguió a 830 personas durante 20 años, analizando sus hábitos y muertes», indica Sánchez, que ahonda en que según los resultados, «por cada 35% más de espermidina en la dieta, el riesgo de muerte por cualquier causa se reducía en un 25%». Es decir, el beneficio de tener una mayor ingesta de este compuesto, se traducía en ser 6 años más joven desde el punto de vista del reloj biológico.¿Cuáles son los alimentos más ricos en espermidina? – Germen de trigo: Es una de las fuentes más concentradas, con entre 12 a 24 mg por cada 100 g o 350 mg por kg. – Quesos curados y añejos: Como el queso azul, brie, parmesano, cheddar y miso (fermentado de soja). – Hongos: Incluidos shiitake, portobello, champiñones y setas como la Shimeji negra. – Productos de soja y derivados fermentados: Natto, tofu, tempeh, miso. – Legumbres: Guisantes verdes (que son los que más aportan), lentejas, garbanzos, judías negras. – Verduras crucíferas: Brócoli, coliflor, col rizada. – Cereales y granos integrales: Arroz integral, cebada, trigo integral, salvado de arroz, amaranto, trigo sarraceno, quinoa. – Frutos secos y semillas: Almendras, semillas de girasol, semillas de calabaza, avellanas. – Frutas: Manzanas, peras, mangos, frutas cítricas como naranjas y pomelos, fruta de la pasión, piña. – Otros vegetales: Espinacas, pimientos verdes, aceitunas y aceite de oliva virgen extra. – Algunos productos animales: Hígado de pollo, hígados en general de diferentes animales y en menor medida carnes como la de vacuno contienen espermidina o su precursor espermina.En cuanto a su origen alimentario, el nutricionista detalla en el vídeo que «este compuesto se encuentra en los cereales germinados y actúa promoviendo la famosa autofagia y también como inmunomodulador y antiinflamatorio».En efecto, la espermidina -una poliamina natural presente también en alimentos como la soja fermentada, el queso curado, los champiñones, las legumbres o el germen de trigo- interviene en procesos celulares clave para la regeneración y la protección frente al estrés oxidativo .A partir de los 40 años aproximadamente, el cuerpo humano reduce su producción natural, por lo que hay que reforzar su presencia en la dieta. «¿Y qué pasa si nos suplementamos con espermidina?», pregunta el experto. «Fisiológicamente es algo que tiene sentido, aunque en la actualidad todavía no hay demasiados papers en humanos». No obstante, destaca que «los que han salido hasta ahora son bastante favorables en cuanto a sus resultados». Según comenta uno de los más citados es uno que vincula la suplementación con espermidina con una menor mortalidad por cáncer .
El divulgador experto en nutrición deportiva aborda un asunto de moda como es el de alargar los límites de la vida
«Hay un suplemento del que nadie habla para aumentar la longevidad y encima es barato». El deportista y divulgador experto en nutrición deportiva, Saúl Sánchez, aborda a través de una publicación en su cuenta en la red social de Instagram … un asunto de moda como es el de alargar los límites de la vida. Una tendencia tanto en la literatura sobre biomedicina y ciencias de la salud como en las plataformas digitales.
En España, la esperanza de vida supera los 83 años, situándose entre las más altas del mundo gracias a la dieta mediterránea, el sistema sanitario y un estilo de vida socialmente activo. Este dato refleja una tendencia global hacia el envejecimiento saludable, que despierta interés tanto en la población como en investigadores y empresas de salud.
«La longevidad tiene su base en los hábitos, pero algunos compuestos pueden potenciarla enfocándose en vías metabólicas que mejoran la sensibilidad a la insulina o la biogénesis mitocondrial», cuenta el experto en el vídeo, en el que explica que la información que comparte en la grabación procede de una investigación longitudinal que ha durado dos décadas.
«Este estudio siguió a 830 personas durante 20 años, analizando sus hábitos y muertes», indica Sánchez, que ahonda en que según los resultados, «por cada 35% más de espermidina en la dieta, el riesgo de muerte por cualquier causa se reducía en un 25%». Es decir, el beneficio de tener una mayor ingesta de este compuesto, se traducía en ser 6 años más joven desde el punto de vista del reloj biológico.
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– Germen de trigo: Es una de las fuentes más concentradas, con entre 12 a 24 mg por cada 100 g o 350 mg por kg.
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– Quesos curados y añejos: Como el queso azul, brie, parmesano, cheddar y miso (fermentado de soja).
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– Hongos: Incluidos shiitake, portobello, champiñones y setas como la Shimeji negra.
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– Productos de soja y derivados fermentados: Natto, tofu, tempeh, miso.
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– Legumbres: Guisantes verdes (que son los que más aportan), lentejas, garbanzos, judías negras.
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– Verduras crucíferas: Brócoli, coliflor, col rizada.
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– Cereales y granos integrales: Arroz integral, cebada, trigo integral, salvado de arroz, amaranto, trigo sarraceno, quinoa.
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– Frutos secos y semillas: Almendras, semillas de girasol, semillas de calabaza, avellanas.
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– Frutas: Manzanas, peras, mangos, frutas cítricas como naranjas y pomelos, fruta de la pasión, piña.
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– Otros vegetales: Espinacas, pimientos verdes, aceitunas y aceite de oliva virgen extra.
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– Algunos productos animales: Hígado de pollo, hígados en general de diferentes animales y en menor medida carnes como la de vacuno contienen espermidina o su precursor espermina.
En cuanto a su origen alimentario, el nutricionista detalla en el vídeo que «este compuesto se encuentra en los cereales germinados y actúa promoviendo la famosa autofagia y también como inmunomodulador y antiinflamatorio».
En efecto, la espermidina -una poliamina natural presente también en alimentos como la soja fermentada, el queso curado, los champiñones, las legumbres o el germen de trigo- interviene en procesos celulares clave para la regeneración y la protección frente al estrés oxidativo.
A partir de los 40 años aproximadamente, el cuerpo humano reduce su producción natural, por lo que hay que reforzar su presencia en la dieta. «¿Y qué pasa si nos suplementamos con espermidina?», pregunta el experto. «Fisiológicamente es algo que tiene sentido, aunque en la actualidad todavía no hay demasiados papers en humanos». No obstante, destaca que «los que han salido hasta ahora son bastante favorables en cuanto a sus resultados». Según comenta uno de los más citados es uno que vincula la suplementación con espermidina con una menor mortalidad por cáncer.
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