La última gala desde Honduras es habitual que sea grabada. La razón, los vuelos para regresar a España y llegar a tiempo a la gran final. El problema anoche en Supervivientes: Conexión Honduras fue el retraso del partido del Mundial de Clubes. ¿Qué ocurrió? Leer La última gala desde Honduras es habitual que sea grabada. La razón, los vuelos para regresar a España y llegar a tiempo a la gran final. El problema anoche en Supervivientes: Conexión Honduras fue el retraso del partido del Mundial de Clubes. ¿Qué ocurrió? Leer
Todo estaba siendo perfecto en Supervivientes 2025. Con sus más y sus menos, habituales en el reality, Supervivientes había conseguido su gran final soñada con cuatro supervivientes que representan todo lo que tiene el reality. Por un lado, Anita Williams y Montoya, los supervivientes que han dado contenido durante los tres meses de reality. Por otro, Borja y Álvaro Muños Escassi, los representantes de los supervivientes de pro, los que se han dedicado a sobrevivir y nada más que sobrevivir (a excepción de la semana de la movida de las acusaciones y el vídeo de la «violencia»). Pero… pero llegó el último programa de Supervivientes desde Honduras y se lió la mundial, y nunca mejor dicho.
No es ningún secreto (y tampoco se ocultó anoche) que para que los supervivientes lleguen a tiempo a España para celebrar la gran final, el último programa desde Honduras suele ser grabado. En esta edición más aún, pues la final se ha adelantado a este martes en lugar de al jueves, día habitual de la gala. Mientras se estaba emitiendo anoche Supervivientes: Consexión Honduras, los concursantes y parte del equipo estaba volando hacia España. Las conexiones aéreas con Honduras no son fáciles, pues no hay vuelos diarios con España. Es decir, no había otra manera de emitir el programa de anoche si no era grabado. Hasta aquí todo bien.
El problema llegó con la emisión. Telecinco está emitiendo el Mundial de Clubes Fifa 2025. Anoche jugaban el Atlético de Madrid y el PSG. El partido se retrasó más de 30 minutos y esto provocó que Telecinco tuviera que empaginar de nuevo el programa porque, evidentemente, no daba tiempo a editar. Esto que quiere decir, pues que como no se podía volver a editar el Supervivientes: Conexión Honduras grabado, la única manera era empaginar de nuevo las publicidades del programa. ¿Cuál es el problema de esto? Pues que no coinciden los cortes publicitarios con lo que se está emitiendo. De ahí que de repente Sandra Barneda estuviera diciendo que se iban directos a la zona de juegos y de repente el programa se fuera a publi y al volver estuvieran en otro sitio.
El resultado de esto es que Supervivientes anoche se hizo caótico, un berenjenal, un caos del que, por supuesto, el público y los espectadores se dieron cuenta y, obviamente, sin conocer el porqué, la indignación y el cabreo se apoderó de ellos. Hasta tal punto fue el mosqueo de los espectadores que el jefe de la productora de Supervivientes, Juan Ramón Gonzalo, director general de Cuarzo, se lanzó a dar explicaciones en X (antes Twitter), preocupado y, probablemente, también algo molesto, por lo que se estaba viendo: «El programa de Supervivientes que estáis viendo hoy se grabó ayer para que los finalistas pudieran llegar a la final del martes. Están viajando en estos momentos. Eso sí, se grabó con una pauta lógica, no como se está emitiendo».
Empaginar en televisión se refiere a la práctica de insertar anuncios publicitarios en la programación televisiva. Esto implica la inclusión de espacios comerciales, ya sean spots o patrocinios, entre los contenidos televisivos. Cuando es un programa en directo, los spots están marcados desde el inicio en la escaleta. 10 minutos de publicidad, un minuto, cuatro anuncios…
Cuando el programa está grabado sucede lo mismo, el problema es que cuando hay un retraso en la emisión, como sucedió anoche, si tu tienes una publicidad marcada para las 00.17, la publicidad tiene que ir a esa hora sí o sí. Es decir, si a las 00.17 estaba previsto que Sandra Barneda diera paso a la publi y así se grabó, el retraso provoca que a las 00.17 no esté dando paso a esa publi sino que esté hablando a lo mejor del vídeo de Montoya o de Borja durante sus despedida de Cayo Paloma. Caótico, sí; problemático, también; chapucero, no, pues en cuestión de 30 minutos, Telecinco sólo tuvo tiempo para recolocar los pasos a la publi de Sandra Barneda, pero no para volver a montar.
Como es normal, explicar esto a los espectadores es complicadísimo por lo que el público se queda con la locura que fue anoche la emisión de Supervivientes. Siendo el programa más visto de Telecinco y del prime time en cada uno de sus programas, el cabreo y la indignación de los espectadores es más que comprensible. ¿Cuál hubiera sido la solución? ¿Tal vez poner un rótulo durante la emisión que explicase que había sido imposible volver a montar Supervivientes: Conexión Honduras? Tal vez. Lo que está claro es que lo ocurrido anoche no fue ninguna conspiración, ni descuido, ni error de la productora ni de Telecinco, fueron gajes del oficio muy complicados de controlar en televisión. Pues si Telecinco hubiese previsto un retraso en el partido de fútbol, pero después no se hubiese producido, el caos de anoche hubiera sido el mismo, pues se hubiera emitido todo también descontrolado por la falta de esa media hora.
No me quiero imaginar cómo se vivió Supervivientes: Conexión Honduras desde allí. La sala de control debió de ser como un debate sobre el estado de la Nación, pues ver el caos de anoche en la emisión no gusta a nadie.
A Dios gracias que la potencia de un último programa desde Honduras puede con todo y más con lo que sucedió anoche, con desmayo y susto incluido durante la última prueba de líder que iba a dar el paso directo a la final, sin necesidad de pasar por la último expulsión, a Álvaro Muñoz Escassi o a Montoya.
Supervivientes abrió de nuevo la peligrosa Noria Infernal con una diferencia, además de ir más lenta después el accidente que sufrió Bosco Martínez Bordiú en Supervivientes All Stars, esta vez Laura Madrueño también fue parando la prueba cada vez que alguno de los supervivientes se apoyaba en el palo central. Precisamente, después de tres parones, para que Escassi se recolocara, pues se pasó media prueba apoyado en el palo, incluso, ocupando parte del espacio de Montoya, Montoya terminó viniéndose abajo y cayendo desmayado al agua por el mareo que tenía.
Escassi se proclamaba último líder de Supervivientes 2025 y, por tanto, no tiene que enfrentarse a la última expulsión que será la inicio de la final del martes entre Anita Williams, Borja y Montoya. Los cuatro llegarán a Mediaset en el helicóptero (avisamos, el aterrizaje se graba por la tarde porque no se puede hacer de noche por normativa), se bajarán del helicóptero y Laura Madrueño dirá el nombre del concursante que se queda fuera. Vamos, que lo de anoche en la Noria Infernal fue una putada gigante para Montoya.
Pero no fue solo la Noria Infernal ni el caos y berenjenal de la emisión lo que marcó el último programa desde Honduras. Anoche, Laura Madrueño hizo su tradicional cierre de la palapa, uno de los momentos más emotivos y lacrimógenos de la edición. Aunque en unos pocos meses volverán con Supervivientes All Stars decir adió a la palapa es un momento muy especial para las 200 personas que trabajan en Honduras. 200 personas que se desloman cada día, que dejan a sus familias durante más de tres meses para hacer posible Supervivientes, que sufren cuando ocurren cosas como las de anoche, que no duermen, que hacen guardias, que prácticamente viven durante todo este tiempo dedicados en cuerpo y alma a un programa de televisión.
Por eso Laura Madrueño, como antes Lara Álvarez, Raquel Sánchez Silva o Paula Vázquez, no puede contener nunca la emoción. «Han pasado 102 dos días desde que este templo sagrado repleto de historia prendiera sus antorchas para empezar a escribir una nueva. 102 días desde que empezase la batalla más importante del universo, la de lo humano contra lo divino», comenzó diciendo Laura Madrueño y continuaba: «Poseidón volvía con más fuerza que nunca acompañado de sus dioses aliados dispuestos a poner contra las cuerdas a todos los que se atrevieran a desafiarlo», siguió mientras bajaba los peldaños de la palapa de Supervivientes.
«…102 días desde que 21 valientes dejaran atrás el mundo tal y como lo conocíanpara sumergirse en las profundidades del mar Caribe, en busca del tridente más preciado de la aventura, el que les llevará a la victoria. Ni las condiciones extremas, ni los peores temporales que se recuerdan, ni echar de menos a los suyos les han hecho caer», afirmó.
Fue entonces cuando Laura Madrueño ya no pudo contener la emoción, cuando quiso homenajear a esos 200 trabajadores y a su trabajo: «Hoy han abandonado la palapa cuatro merecidísimos finalistas que nunca estuvieron solos, 200 personas de equipo han velado días tras día por cada uno de ellos. Gracias a los que han dejado sus vidas a 8.000 kilómetros para contaros a todos la aventura que hemos vivido aquí, en Honduras. Gracias, compañeros por volver a crear la magia de Supervivientes, en cada una de las más de 240 horas de emisión de esta edición…».
«Gracias por vuestro esfuerzo, por vuestra implicación y vuestro trabajo impecable para que el mejor programa de la televisión se haga realidad. Gracias en convertir Supervivientes en lo que es, una experiencia vital que nos cambia a todos porque ya no somos los mismos, pero juntos somo mejores», sentenció.
Llegó el final, el momento de las lágrimas descontroladas, de la emoción, llegó el momento del adiós: » «Para mí, todos vosotros ya habéis ganado Supervivientes. Gracias de corazón a los que estáis ahí, a todos los espectadores que nos habéis acompañado gala tras gala y que dais sentido a este trabajo que tanto amamos». Las antorchas de la palapa se apagaron. Ahora sólo queda saber el ganador, y aquí, habra de nuevo movida…
Televisión // elmundo