La ocasión lo merecía. Setenta años no se cumplen todos los días, así que la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) echó ayer mano del ‘espejo retrovisor’ para recordar sus 70 años de amor al séptimo arte, un tiempo que «da para mucho», destacó la conductora de la gala inaugural, la periodista Pepa Blanes, que nada más comenzar hizo un breve repaso por todas las etapas del festival desde que naciera en pleno franquismo, en 1956, como Semana de Cine Religioso. Según reseñó, en cada uno de los periodos que ha tenido dejaron su impronta directores como Fernando Lara, Juan Carlos Frugone o Javier Angulo «hasta convertir la huella de un beso» -que sigue siendo hoy, un tanto modificada, la imagen del festival- «en referente del mejor cine de autor».Tras un breve repaso por sus últimas siete décadas con la ayuda de un documental que tiró incluso de imágenes del NO-DO, la gala cogió pulso para mirar hacia delante, «que es la única forma de hacer historia», y presentó al jurado de la 70 edición, en cuyo nombre habló la cineasta Elena López Riera. En su alocución reivindicó el poder de la cultura «en este momento difícil que nos ha tocado vivir», recordando la actual guerra en Gaza.Sergi Casamitjana y Gonzalo Salazar-Simpson, directores de la ECAM y la ESCAC, recogen las Espigas de Honor ICALEl conflicto estuvo muy presente tanto fuera del Teatro Calderon, con protestas contra la proyección, en el seno del festival, de ‘Yes’, del cineasta israelí Nadav Lapid, como dentro, pues varios de los que subieron al escenario lo hicieron luciendo una chapa con el mensaje ‘Free Palestina’. También estaba prendida del traje de la actriz Blanca Portillo, quien fue la encargada de entregar las Espigas de Honor a la ESCAC de Barcelona y ECAM de Madrid, escuelas por las que han pasado realizadores como Rodrigo Sorogoyen, Alauda Ruiz de Azúa, Juan Antonio Bayona o Quique Maíllo, recordó Blanes. Fueron sus respectivos directores, Sergi Casamitjana y Gonzalo Salazar-Simpson, quienes se encargaron de recoger el galardón, momento en el que agradecieron a la Seminci «esta idea maravillosa» de reconocerles, «que muy pocos festivales han tenido». Tuvieron también palabras para todas las personas que «anónimamente» han trabajado en ellas.Noticia Relacionada ARTE Y MODA estandar Si David Delfín, ¡que no se cierre la herida! Javier Díaz-Guardiola El documental ‘Muestra tu herida’, que se presentará en la Seminci, y la exposición ‘En tránsito’, en Patio Herreriano, ponen en valor al diseñador, olvidado por las generaciones más jóvenesAntes de presentar las secciones del festival -incluido el ciclo con motivo de los 475 años de ‘La Controversia de Valladolid-, la presentadora destacó que el cine español iba a estar muy presente entre las más de 200 películas que se proyectarán. La nota musical la puso en esta ocasión el Niño de Elche, quien, partiendo de algunas de las figuras más representativas del folclore castellano como Agapito Marazuela o Agustín García Calvo, hizo una reinterpretación de la jota castellana con ayuda de los músicos Sergio Portales y Laura Silva y el rapero Erik Urano. Sin duda, el momento más especial de la gala se vivió en su recta final, cuando se subieron al escenario cinco ‘semanistas’ para contar su estrecha relación con el festival. Forman parte de «una comunidad cinéfila entendida y exigente como pocas. Generaciones enteras de espectadores que han ido pasando de padres a hijos su pasión por el cine de autor», dijo Pepa Blanes. Hablaron José Miguel García, Cris Teresa Díaz, Gloria, Asier -el más joven- y Julio Alonso Zancada, que con 82 años era el único que podía presumir de haber sido testigo del nacimiento de una cita que le ha permitido, dijo, «no solo ver otro cine», sino asomarse a «otras ideas y otros conceptos que siguen influyendo en mi vida personal y profesional». Con este «sincero» homenaje y un brindis «con un buen vino de la tierra» por otros tantos años más «en las salas de cine» se puso el broche a la gala. La ocasión lo merecía. Setenta años no se cumplen todos los días, así que la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) echó ayer mano del ‘espejo retrovisor’ para recordar sus 70 años de amor al séptimo arte, un tiempo que «da para mucho», destacó la conductora de la gala inaugural, la periodista Pepa Blanes, que nada más comenzar hizo un breve repaso por todas las etapas del festival desde que naciera en pleno franquismo, en 1956, como Semana de Cine Religioso. Según reseñó, en cada uno de los periodos que ha tenido dejaron su impronta directores como Fernando Lara, Juan Carlos Frugone o Javier Angulo «hasta convertir la huella de un beso» -que sigue siendo hoy, un tanto modificada, la imagen del festival- «en referente del mejor cine de autor».Tras un breve repaso por sus últimas siete décadas con la ayuda de un documental que tiró incluso de imágenes del NO-DO, la gala cogió pulso para mirar hacia delante, «que es la única forma de hacer historia», y presentó al jurado de la 70 edición, en cuyo nombre habló la cineasta Elena López Riera. En su alocución reivindicó el poder de la cultura «en este momento difícil que nos ha tocado vivir», recordando la actual guerra en Gaza.Sergi Casamitjana y Gonzalo Salazar-Simpson, directores de la ECAM y la ESCAC, recogen las Espigas de Honor ICALEl conflicto estuvo muy presente tanto fuera del Teatro Calderon, con protestas contra la proyección, en el seno del festival, de ‘Yes’, del cineasta israelí Nadav Lapid, como dentro, pues varios de los que subieron al escenario lo hicieron luciendo una chapa con el mensaje ‘Free Palestina’. También estaba prendida del traje de la actriz Blanca Portillo, quien fue la encargada de entregar las Espigas de Honor a la ESCAC de Barcelona y ECAM de Madrid, escuelas por las que han pasado realizadores como Rodrigo Sorogoyen, Alauda Ruiz de Azúa, Juan Antonio Bayona o Quique Maíllo, recordó Blanes. Fueron sus respectivos directores, Sergi Casamitjana y Gonzalo Salazar-Simpson, quienes se encargaron de recoger el galardón, momento en el que agradecieron a la Seminci «esta idea maravillosa» de reconocerles, «que muy pocos festivales han tenido». Tuvieron también palabras para todas las personas que «anónimamente» han trabajado en ellas.Noticia Relacionada ARTE Y MODA estandar Si David Delfín, ¡que no se cierre la herida! Javier Díaz-Guardiola El documental ‘Muestra tu herida’, que se presentará en la Seminci, y la exposición ‘En tránsito’, en Patio Herreriano, ponen en valor al diseñador, olvidado por las generaciones más jóvenesAntes de presentar las secciones del festival -incluido el ciclo con motivo de los 475 años de ‘La Controversia de Valladolid-, la presentadora destacó que el cine español iba a estar muy presente entre las más de 200 películas que se proyectarán. La nota musical la puso en esta ocasión el Niño de Elche, quien, partiendo de algunas de las figuras más representativas del folclore castellano como Agapito Marazuela o Agustín García Calvo, hizo una reinterpretación de la jota castellana con ayuda de los músicos Sergio Portales y Laura Silva y el rapero Erik Urano. Sin duda, el momento más especial de la gala se vivió en su recta final, cuando se subieron al escenario cinco ‘semanistas’ para contar su estrecha relación con el festival. Forman parte de «una comunidad cinéfila entendida y exigente como pocas. Generaciones enteras de espectadores que han ido pasando de padres a hijos su pasión por el cine de autor», dijo Pepa Blanes. Hablaron José Miguel García, Cris Teresa Díaz, Gloria, Asier -el más joven- y Julio Alonso Zancada, que con 82 años era el único que podía presumir de haber sido testigo del nacimiento de una cita que le ha permitido, dijo, «no solo ver otro cine», sino asomarse a «otras ideas y otros conceptos que siguen influyendo en mi vida personal y profesional». Con este «sincero» homenaje y un brindis «con un buen vino de la tierra» por otros tantos años más «en las salas de cine» se puso el broche a la gala.
La ocasión lo merecía. Setenta años no se cumplen todos los días, así que la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) echó ayer mano del ‘espejo retrovisor’ para recordar sus 70 años de amor al séptimo arte, un tiempo que «da para mucho», destacó … la conductora de la gala inaugural, la periodista Pepa Blanes, que nada más comenzar hizo un breve repaso por todas las etapas del festival desde que naciera en pleno franquismo, en 1956, como Semana de Cine Religioso. Según reseñó, en cada uno de los periodos que ha tenido dejaron su impronta directores como Fernando Lara, Juan Carlos Frugone o Javier Angulo «hasta convertir la huella de un beso» -que sigue siendo hoy, un tanto modificada, la imagen del festival- «en referente del mejor cine de autor».
Tras un breve repaso por sus últimas siete décadas con la ayuda de un documental que tiró incluso de imágenes del NO-DO, la gala cogió pulso para mirar hacia delante, «que es la única forma de hacer historia», y presentó al jurado de la 70 edición, en cuyo nombre habló la cineasta Elena López Riera. En su alocución reivindicó el poder de la cultura «en este momento difícil que nos ha tocado vivir», recordando la actual guerra en Gaza.
ICAL
El conflicto estuvo muy presente tanto fuera del Teatro Calderon, con protestas contra la proyección, en el seno del festival, de ‘Yes’, del cineasta israelí Nadav Lapid, como dentro, pues varios de los que subieron al escenario lo hicieron luciendo una chapa con el mensaje ‘Free Palestina’. También estaba prendida del traje de la actriz Blanca Portillo, quien fue la encargada de entregar las Espigas de Honor a la ESCAC de Barcelona y ECAM de Madrid, escuelas por las que han pasado realizadores como Rodrigo Sorogoyen, Alauda Ruiz de Azúa, Juan Antonio Bayona o Quique Maíllo, recordó Blanes. Fueron sus respectivos directores, Sergi Casamitjana y Gonzalo Salazar-Simpson, quienes se encargaron de recoger el galardón, momento en el que agradecieron a la Seminci «esta idea maravillosa» de reconocerles, «que muy pocos festivales han tenido». Tuvieron también palabras para todas las personas que «anónimamente» han trabajado en ellas.
Antes de presentar las secciones del festival -incluido el ciclo con motivo de los 475 años de ‘La Controversia de Valladolid-, la presentadora destacó que el cine español iba a estar muy presente entre las más de 200 películas que se proyectarán. La nota musical la puso en esta ocasión el Niño de Elche, quien, partiendo de algunas de las figuras más representativas del folclore castellano como Agapito Marazuela o Agustín García Calvo, hizo una reinterpretación de la jota castellana con ayuda de los músicos Sergio Portales y Laura Silva y el rapero Erik Urano.
Sin duda, el momento más especial de la gala se vivió en su recta final, cuando se subieron al escenario cinco ‘semanistas’ para contar su estrecha relación con el festival. Forman parte de «una comunidad cinéfila entendida y exigente como pocas. Generaciones enteras de espectadores que han ido pasando de padres a hijos su pasión por el cine de autor», dijo Pepa Blanes. Hablaron José Miguel García, Cris Teresa Díaz, Gloria, Asier -el más joven- y Julio Alonso Zancada, que con 82 años era el único que podía presumir de haber sido testigo del nacimiento de una cita que le ha permitido, dijo, «no solo ver otro cine», sino asomarse a «otras ideas y otros conceptos que siguen influyendo en mi vida personal y profesional». Con este «sincero» homenaje y un brindis «con un buen vino de la tierra» por otros tantos años más «en las salas de cine» se puso el broche a la gala.
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