Los creadores de South Park, Trey Parker y Matt Stone, escriben los episodios y los producen la semana previa a la emisión. A diferencia del resto de la televisión, ellos pueden incluir elementos de rabiosa actualidad. Y, en plena crisis de imagen de Paramount por la cancelación del programa de Stephen Colbert, Parker y Stone han reivindicado su obra como un bastión de la libertad de expresión y contra la actual Casa Blanca, además de criticar la corporación que financia los capítulos por ceder ante las amenazas de Donald Trump. ¿Cómo? Metiendo a Trump en la serie y haciendo chistes sobre su pene.
Trey Parker y Matt Stone han herido la masculinidad frágil del presidente y, de paso, han criticado e incomodado la corporación en la que emiten su serie
Los creadores de South Park, Trey Parker y Matt Stone, escriben los episodios y los producen la semana previa a la emisión. A diferencia del resto de la televisión, ellos pueden incluir elementos de rabiosa actualidad. Y, en plena crisis de imagen de Paramount por la cancelación del programa de Stephen Colbert, Parker y Stone han reivindicado su obra como un bastión de la libertad de expresión y contra la actual Casa Blanca, además de criticar la corporación que financia los capítulos por ceder ante las amenazas de Donald Trump. ¿Cómo? Metiendo a Trump en la serie y haciendo chistes sobre su pene.
“Nadie se mete conmigo y se sale con la suya”, decía un Donald Trump satirizado en el estreno de la temporada 27, que en España emite Comedy Central los viernes. Ni tan siquiera animaron a Trump sino que, en un claro desafío, utilizaron fotografías suyas. A continuación, el presidente se desnudaba y se metía en la cama con Satanás.
“Ni te la puedo ver de lo pequeña que la tienes”, le espetaba el mismísimo diablo. Además, se bromeaba sobre los documentos de Jeffrey Epstein. Al final del capítulo, un Trump realista hecho con inteligencia artificial acababa cruzando el desierto, se desnudaba y dejaba al descubierto un pene parlanchín.
“La hipocresía de la Izquierda no conoce fin: durante años han ido a por South Park por lo que consideraban contenido ofensa pero ahora alaban la serie”, reaccionó la Casa Blanca. “La serie no ha sido relevante desde hace 20 años y pende de un hilo con ideas sin inspiración en un intento desesperado para llamar la atención”.

Getty Images via AFP
El capítulo, en realidad, iba en la línea de siempre de South Park. El problema es que el contexto de los Estados Unidos ha cambiado y, por lo tanto, también lo que es transgresor o combativo.
Solo hay que ver los movimientos recientes de Paramount. A principios de julio, prefirieron pagar 16 millones de dólares a Trump después de que les demandara por el montaje de una entrevista a Kamala Harris en el programa 60 Minutes. No importaba que los expertos considerasen que podían ganar el juicio: no querían enfadar al presidente cuando la fusión entre Paramount Global y Skydance Media todavía debe ser aprobada por el FCC, un órgano regulado por el gobierno.

Richard Shotwell / Ap-LaPresse
Dos semanas después, se anunció que la actual sería la última temporada de The Late Show de Stephen Colbert. La teoría es que no les sale rentable. Sin embargo, en la industria no tardaron en interpretar la decisión como una forma de contentar a Trump, que en septiembre había declarado que CBS, un canal de Paramount, “debería rescindir su contrato”.
Por ahora, esta presión no parece afectar a Parker y Stone gracias al valor de su obra. El miércoles firmaron un acuerdo con Paramount de 1500 millones para producir y emitir la serie hasta 2030, tras semanas de tensas negociaciones. Horas después, South Park emitió el irreverente capítulo en el que denunciaron la rendición de la corporación ante Trump. La última trinchera.
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