El primer ministro de Polonia, el liberal Donald Tusk, remodeló este miércoles su Gobierno de coalición, tal como había anunciado a mediados de junio, dentro de su objetivo de recobrar fortaleza política tras la derrota de su candidato, Rafal Trzaskowski, en las elecciones presidenciales celebradas el día 1 de ese mismo mes. La victoria del candidato de la oposición, el ultranacionalista conservador Karol Nawrocki, avivó las tensiones ya existentes en el seno de su variopinta coalición, que va del centroderecha a la izquierda, y el debilitado líder pronuncia así un llamamiento al orden y a cerrar filas.
El primer ministro liberal llama al orden a su variopinta coalición ante la previsible escalada de tensiones cuando Karol Nawrocki tome posesión de la jefatura del Estado el 6 de agosto
El primer ministro de Polonia, el liberal Donald Tusk, remodeló este miércoles su Gobierno de coalición, tal como había anunciado a mediados de junio, dentro de su objetivo de recobrar fortaleza política tras la derrota de su candidato, Rafal Trzaskowski, en las elecciones presidenciales celebradas el día 1 de ese mismo mes. La victoria del candidato de la oposición, el ultranacionalista conservador Karol Nawrocki, avivó las tensiones ya existentes en el seno de su variopinta coalición, que va del centroderecha a la izquierda, y el debilitado líder pronuncia así un llamamiento al orden y a cerrar filas.
Esta reestructuración busca recuperar impulso, ante la caída de los índices de aprobación de Tusk. Según el sondeo más reciente, elaborado este julio por el instituto demoscópico CBOS, solo el 32% de los polacos declara apoyarle, mientras que un 48% le rechaza, y esto es un punto más de rechazo que en el mes anterior.
Donald Tusk presentó en Varsovia un gobierno que combina algunas caras nuevas con nombres de peso de la coalición, como el ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski, que será además viceprimer ministro; y el ministro de Finanzas, Andrzej Domanski, que asumirá también la cartera de Economía, con lo que supervisará todos los departamentos económicos del Gobierno. También se reduce el número de ministerios para buscar una mayor eficiencia.
El ministro de Exteriores, Radoslaw Sikorski, será además viceprimer ministro, y el titular de Finanzas, Andrzej Domanski, asumirá también la cartera de Economía
“Hay momentos en la historia de cada país en los que, tras los acontecimientos que sacuden el panorama político, hay que recomponerse, mantenerse firme, contener las emociones y volver al trabajo con energía y confianza en las propias fuerzas; esto suele implicar cambios necesarios, incluidos cambios de personal”, argumentó el jefe del Gobierno en la comparecencia ante la prensa, rodeado de los miembros del nuevo gabinete.
Los ministros prestarán juramento el jueves, y el primer Consejo de Ministros con la nueva composición se celebrará el viernes. La coalición de Gobierno está formada por tres grupos: Coalición Cívica (KO), la coalición encabezada por el partido de Tusk, Plataforma Cívica (PO); Tercera Vía –coalición del centrista democristiano Polonia 2050 y del Partido del Pueblo Polaco (PSL), heredero del antiguo partido campesino-; y la izquierdista Lewica.

Aleksandra Szmigiel / Reuters
Para Tusk y sus socios vienen tiempos revueltos. El próximo 6 de agosto, Nawrocki tomará posesión como jefe del Estado relevando a su correligionario Andrzej Duda, que ha ejercido durante dos quinquenios. En Polonia, el presidente tiene un rol de representación y cierta influencia en la política exterior y de defensa, pero su poder clave reside en el derecho de veto legislativo, que puede utilizar para obstruir la labor de un primer ministro de otra corriente ideológica.
Eso ha hecho Duda de modo sistemático desde que Tusk llegó al poder en diciembre del 2023 tras vencer en las elecciones generales de ese mismo año al partido ultraconservador Ley y Justicia (PiS), que llevaba ocho años gobernando. Andrzej Duda, afín al PiS, ha vetado varias leyes en el último año y medio.

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Los analistas apuntan a que Karol Nawrocki, simpatizante del presidente estadounidense Donald Trump, y considerado un personaje más duro en sus convicciones ultraconservadoras que el saliente Duda, intentará sabotear la labor del Gobierno europeísta de Trump y fortalecer al PiS, partido que le apoyó en la carrera presidencial, a la que concurrió técnicamente como candidato independiente.
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El pasado 11 de junio el Gobierno superó una moción de confianza parlamentaria planteada por el propio Tusk tras la derrota electoral en las presidenciales, y ese mismo día anunció que habría una remodelación de gabinete y también su intención de reintroducir controles temporales en la frontera con Alemania para frenar la inmigración irregular, en respuesta al endurecimiento de los controles germanos por su canciller, Friedrich Merz.
La medida se materializó el 7 de julio, con una duración prevista, en principio, de 30 días. El partido Ley y Justicia (PiS) y la formación de extrema derecha Confederación llevaban semanas atizando el debate migratorio y acusando a Tusk de achantarse ante Alemania.
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