La sobreoferta de fotovoltaica hunde los precios diarios hasta compensar el sobrecoste del escudo que Red Eléctrica aplica masivamente desde el 28 de abril Leer La sobreoferta de fotovoltaica hunde los precios diarios hasta compensar el sobrecoste del escudo que Red Eléctrica aplica masivamente desde el 28 de abril Leer
El escudo excepcional que Red Eléctrica activó inmediatamente después del apagón para garantizar la estabilidad del sistema ha llegado para quedarse. Siete semanas después, esa fórmula extraordinaria sigue condicionando la foto energética nacional. Ahora, el mix español arroja un 76% más de generación a base de gas, restricciones récord a las renovables y un sistema mucho más caro de operar, precisamente, por ese mecanismo de limitación que la empresa controlada por el Estado está imponiendo masivamente desde el blackout. El impacto en el recibo de los consumidores, por ahora, será limitado.
Para entender el cambio hay que remontarse a otro periodo comparable de la serie histórica: mayo de 2024. Ese mes, la generación de electricidad con ciclos combinados, centrales que queman gas natural para producir electricidad, en España fue de 1.530 gigavatios hora (GWh). El pasado mayo, los ciclos produjeron un 76% más, casi 2.700 GWh. El peso de esta tecnología en el mix energético peninsular pasó del 7,7% al 13,7% entre dos meses idénticos con un año de diferencia.
La razón no es un cambio en la meteorología ni un abaratamiento repentino del gas que esté beneficiando a los ciclos en la subasta diaria, donde las tecnologías se disputan el mercado del día siguiente. La mayor entrada de ciclos obedece en exclusiva a la intervención de Red Eléctrica para reforzar la seguridad del sistema tras el apagón a partir del mecanismo de «servicios de ajuste», dentro del cual destacan las llamadas «restricciones técnicas». Son órdenes con las que el operador estatal decide activar unas tecnologías y frenar otras para apuntalar el sistema. Desde el blackout está inyectando gas y parando renovables.
Este mecanismo explica que la energía verde que se ha perdido al no poder entrar en el sistema se haya disparado a niveles nunca vistos en un mes como mayo, que se caracteriza con una alta incidencia solar. El 2,1% de toda la generación verde mensual se perdió por este motivo. Según datos oficiales, las renovables generaron en mayo 12.765 GWh, lo que elevaría la producción desaprovechada en un mes a cerca de 268 GWh. Ello se ha reflejado en el menú energético del país.
La eólica y la solar supusieron el 40,68% de la generación total del mix de mayo, casi 7 puntos menos que en abril, cuando alcanzó un 47,55%, el valor máximo desde que existen registros, según la consultora Grupo ASE. «También retroceden respecto a mayo del año pasado: un 18,3% en el caso de la eólica y un 3% en el de la fotovoltaica. Destaca especialmente la reducción de esta última, ya que la potencia solar instalada ha aumentado cerca del 20% en el último año», exponen.
Este modus operandi de alta seguridad llevó el coste de los servicios de ajuste a niveles récord el mes pasado, hasta los 26,5 euros por megavatio hora, un 84% mayor al de hace un año. Solo el coste de las restricciones técnicas rozó los 405 millones de euros en mayo, frente a los 168 millones del mismo mes de 2024. Paradójicamente, el precio de la luz en el mercado diario o pool de mayo fue el más bajo del año en curso. En gran medida, fue gracias al apagón.
«A raíz del incidente se ha producido una sobreoferta fotovoltaica por las limitaciones de la interconexión eléctrica adoptadas por Francia y Portugal, especialmente en la primera quincena de mayo, para protegerse ante una hipotética repetición del suceso. Sin posibilidad de colocar gran parte de sus excedentes en estos mercados, la generación fotovoltaica ha propiciado un precio medio negativo en las horas solares de -3,12 €/MWh», explica a este medio Juan Antonio Martínez, analista de mercados energéticos de Grupo ASE.
A favor del consumidor han jugado las fuertes lluvias de los últimos meses, que han propiciado una generación hidráulica récord para estas alturas de año, la mayor desde 2018, superior en más de un 40% a mayo de 2024, y tres veces por encima a la anotada el mismo mes de 2023. Al igual que el gas, el agua también aporta estabilidad al sistema. «La hidráulica ha desplazado sus ofertas fuera de las horas no solares para obtener más rentabilidad, reemplazando al gas, cuyos costes son bastante más elevados», apunta.
«El coste de los servicios de ajuste no influyen en el precio del mercado diario, sino que se repercute directamente en la factura del consumidor», recuerda Martínez. Hay que mirar el precio final. En mayo fue de 44,1 €/MWh, algo por debajo del mismo mes de 2024. En definitiva, la fotovoltaica que está ofertando a derribo desde el apagón ha compensado el sobrecoste del escudo antiapagones.
Actualidad Económica // elmundo