Las labores de extinción en los montes gallegos continúan al tiempo que las pesquisas policiales para dar con los causantes de los incendios que en los últimos días han activado las alertas en Galicia se intensifican. A principios de semana, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, ya advirtió de que las primeras detenciones por esta ola incendiaria no tardarían en llegar , y este miércoles se tuvo noticia de la primera de ellas. El acusado de provocar varios fuegos en la parroquia orensana de Velle es un joven de 28 años, vecino del lugar, al que los agentes de la Unidade de Investigación de Incendios Forestais (UIFO) cazaron in fraganti, mechero en mano . Según los datos a los que tuvo acceso ABC, y debido a la alta actividad incendiaria detectada en esta zona, los efectivos y la propia Policía Nacional decidieron extremar las vigilancias para dar con la persona que estaba generando los conatos, a la que localizaron «justo en el momento en el que estaba provocando un nuevo incendio» gracias al apoyo de un helicóptero de la Policía Nacional y de varios drones de la UIFO. En concreto, fueron dos efectivos de este cuerpo y un agente del distrito XII los que pillaron al veinteañero, que de forma inmediata fue detenido y puesto a disposición judicial. El momento en el que el presunto pirómano fue sorprendido será clave en la acusación a la que se enfrenta, por las dificultades probatorias habituales en este tipo de delitos, que en este caso quedan neutralizadas. De ahí que el 85 por ciento del monte gallego, inciden desde Medio Rural, esté controlado por cámaras de vigilancia , que «en muchos casos logran captar el momento exacto en el que se inicia el fuego», como ocurrió con el arrestado en la parroquia de Velle. El hombre responde al perfil del vecino del lugar que conoce a la perfección cómo moverse por el monte para llegar a las áreas de más difícil acceso, en un horario en el que los medios aéreos no pueden actuar, y a sabiendas del peligro que entraña plantar fuego en ellas. Además de esta persona, son varias las investigaciones abiertas en toda Galicia para desenmascarar a quienes ponen en peligro el monte aprovechando las altas temperaturas que asuelan buena parte de la Comunidad desde hace varias jornadas. «Esperamos obtener resultados en breve de ellas» informan desde el Gobierno gallego para aclarar a los autores que sus acciones «no van a quedar impunes» y que «el peso de la ley caerá sobre ellos». A pie de incendio, desde Ponteceso, la conselleria do Medio Rural, María José Gómez, aseguró el pasado martes que los cuatro focos declarados en este municipio son «un atentado» y que no hay dudas de su «intencionalidad». Desactivada ya la situación dos por el riesgo de que las llamas se aproximasen a las viviendas, la situación evolucionaba favorablemente en Ponteceso al cierre de esta edición, pese al riesgo de reactivación. Según el último parte de la Xunta, a las 20.30 horas de este martes son seis los incendios forestales activos en Galicia . Uno de ellos se localiza en la localidad de Ponteceso, en la parroquia de Corme Aldea. Sumando el foco de A Graña y el de Brantuas, ya controlados, el fuego ha arrasado allí con 380 hectáreas de superficie . Militares de la UME desplazados al enclave, además del personal de la Xunta repartido en medios terrestres y aéreos, trabajan desde el martes para calmar la situación, que obligó al desalojo durante unas horas de los habitantes de los núcleos afectados. Otro fuego activo es el del concello lucense de A Fonsagrada, iniciado el martes y al que se destinaron doce brigadas, once motobombas, seis helicópteros y siete aviones. Ubicado en la parroquia de Monteseiro, la estimación de superficie calcinada es de 120 hectáreas. Tres vecinos que «corrían peligro» tuvieron que ser desalojados.En este mismo concello se dio a conocer un nuevo foco, en la parroquia de Cereixido, que complicó aún más la extinción. Sobre las características del fuego, el alcalde de la localidad explicó a Ep que los problemas para apagar las llamas son «muchos» porque las llamas están en una zona «muy pendiente». Además, indicó el regidor, las perspectivas no serán buenas «mientras siga haciendo calor y ‘nordés».MÁS INFORMACIÓN estandar No La conselleira de Medio Rural tilda de «atentado» el incendio de Ponteceso ABCA media de este martes también se declararon otros tres incendios que mantenían a los servicios de extinción en jaque. El más preocupante, en el ayuntamiento pontevedrés de As Neves, parroquia de San Pedro de Batalláns, amenazó a la autovía de las Rías Baixas, A-52. Fuentes de Medio Rural indicaron que este foco provocó «limitaciones» en el tráfico, con una estimación inicial de superficie quemada de 50 hectáreas . El alcalde relató que el municipio estaba en una situación «muy crítica» con dos frentes que amenazaban las casas y con los habitantes de este núcleo confinados. Las llamas y el humo obligaron a vigilar de forma especial el riesgo para la autovía A-52 por si era necesario su corte y a los vecinos se les solicitó que regasen alrededor de sus domicilios para mantener las llamas a raya ante el rápido avance del fuego. Paralelamente, la consellería do Medio Rural informó de la declaración de otro fuego forestal en el municipio de Salceda de Caselas (Pontevedra) , parroquia de A Picoña, desde las 16,7 horas de ayer, con 80 hectáreas arrasadas. En él trabajaban tres helicópteros y dos aviones, entre otros. También continuaba sin control a espera de las labores nocturnas el incendio de Camariñas, Xaviña (50 hectáreas). En el capítulo de fuegos controlados están ya los del municipio pontevedrés de Mondariz, con 20 hectáreas quemadas, y el de Vilardevós, el peor incendio forestal de lo que va de verano en Galicia . Este último devastó 570 hectáreas en solo dos días y obligó a activar la situación de emergencia. La hipótesis más plausible para la Policía, teniendo en cuenta que tuvo hasta cinco focos de iniciación y que inició casi a medianoche, es que fue intencionado. Las labores de extinción en los montes gallegos continúan al tiempo que las pesquisas policiales para dar con los causantes de los incendios que en los últimos días han activado las alertas en Galicia se intensifican. A principios de semana, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, ya advirtió de que las primeras detenciones por esta ola incendiaria no tardarían en llegar , y este miércoles se tuvo noticia de la primera de ellas. El acusado de provocar varios fuegos en la parroquia orensana de Velle es un joven de 28 años, vecino del lugar, al que los agentes de la Unidade de Investigación de Incendios Forestais (UIFO) cazaron in fraganti, mechero en mano . Según los datos a los que tuvo acceso ABC, y debido a la alta actividad incendiaria detectada en esta zona, los efectivos y la propia Policía Nacional decidieron extremar las vigilancias para dar con la persona que estaba generando los conatos, a la que localizaron «justo en el momento en el que estaba provocando un nuevo incendio» gracias al apoyo de un helicóptero de la Policía Nacional y de varios drones de la UIFO. En concreto, fueron dos efectivos de este cuerpo y un agente del distrito XII los que pillaron al veinteañero, que de forma inmediata fue detenido y puesto a disposición judicial. El momento en el que el presunto pirómano fue sorprendido será clave en la acusación a la que se enfrenta, por las dificultades probatorias habituales en este tipo de delitos, que en este caso quedan neutralizadas. De ahí que el 85 por ciento del monte gallego, inciden desde Medio Rural, esté controlado por cámaras de vigilancia , que «en muchos casos logran captar el momento exacto en el que se inicia el fuego», como ocurrió con el arrestado en la parroquia de Velle. El hombre responde al perfil del vecino del lugar que conoce a la perfección cómo moverse por el monte para llegar a las áreas de más difícil acceso, en un horario en el que los medios aéreos no pueden actuar, y a sabiendas del peligro que entraña plantar fuego en ellas. Además de esta persona, son varias las investigaciones abiertas en toda Galicia para desenmascarar a quienes ponen en peligro el monte aprovechando las altas temperaturas que asuelan buena parte de la Comunidad desde hace varias jornadas. «Esperamos obtener resultados en breve de ellas» informan desde el Gobierno gallego para aclarar a los autores que sus acciones «no van a quedar impunes» y que «el peso de la ley caerá sobre ellos». A pie de incendio, desde Ponteceso, la conselleria do Medio Rural, María José Gómez, aseguró el pasado martes que los cuatro focos declarados en este municipio son «un atentado» y que no hay dudas de su «intencionalidad». Desactivada ya la situación dos por el riesgo de que las llamas se aproximasen a las viviendas, la situación evolucionaba favorablemente en Ponteceso al cierre de esta edición, pese al riesgo de reactivación. Según el último parte de la Xunta, a las 20.30 horas de este martes son seis los incendios forestales activos en Galicia . Uno de ellos se localiza en la localidad de Ponteceso, en la parroquia de Corme Aldea. Sumando el foco de A Graña y el de Brantuas, ya controlados, el fuego ha arrasado allí con 380 hectáreas de superficie . Militares de la UME desplazados al enclave, además del personal de la Xunta repartido en medios terrestres y aéreos, trabajan desde el martes para calmar la situación, que obligó al desalojo durante unas horas de los habitantes de los núcleos afectados. Otro fuego activo es el del concello lucense de A Fonsagrada, iniciado el martes y al que se destinaron doce brigadas, once motobombas, seis helicópteros y siete aviones. Ubicado en la parroquia de Monteseiro, la estimación de superficie calcinada es de 120 hectáreas. Tres vecinos que «corrían peligro» tuvieron que ser desalojados.En este mismo concello se dio a conocer un nuevo foco, en la parroquia de Cereixido, que complicó aún más la extinción. Sobre las características del fuego, el alcalde de la localidad explicó a Ep que los problemas para apagar las llamas son «muchos» porque las llamas están en una zona «muy pendiente». Además, indicó el regidor, las perspectivas no serán buenas «mientras siga haciendo calor y ‘nordés».MÁS INFORMACIÓN estandar No La conselleira de Medio Rural tilda de «atentado» el incendio de Ponteceso ABCA media de este martes también se declararon otros tres incendios que mantenían a los servicios de extinción en jaque. El más preocupante, en el ayuntamiento pontevedrés de As Neves, parroquia de San Pedro de Batalláns, amenazó a la autovía de las Rías Baixas, A-52. Fuentes de Medio Rural indicaron que este foco provocó «limitaciones» en el tráfico, con una estimación inicial de superficie quemada de 50 hectáreas . El alcalde relató que el municipio estaba en una situación «muy crítica» con dos frentes que amenazaban las casas y con los habitantes de este núcleo confinados. Las llamas y el humo obligaron a vigilar de forma especial el riesgo para la autovía A-52 por si era necesario su corte y a los vecinos se les solicitó que regasen alrededor de sus domicilios para mantener las llamas a raya ante el rápido avance del fuego. Paralelamente, la consellería do Medio Rural informó de la declaración de otro fuego forestal en el municipio de Salceda de Caselas (Pontevedra) , parroquia de A Picoña, desde las 16,7 horas de ayer, con 80 hectáreas arrasadas. En él trabajaban tres helicópteros y dos aviones, entre otros. También continuaba sin control a espera de las labores nocturnas el incendio de Camariñas, Xaviña (50 hectáreas). En el capítulo de fuegos controlados están ya los del municipio pontevedrés de Mondariz, con 20 hectáreas quemadas, y el de Vilardevós, el peor incendio forestal de lo que va de verano en Galicia . Este último devastó 570 hectáreas en solo dos días y obligó a activar la situación de emergencia. La hipótesis más plausible para la Policía, teniendo en cuenta que tuvo hasta cinco focos de iniciación y que inició casi a medianoche, es que fue intencionado.
El arrestado fue sorprendido in fraganti mientras intentaba generar un nuevo incendio en el monte
Un fuego en As Neves (Pontevedra) obliga a confinar a los vecinos y provoca problemas en la autovía
Las labores de extinción en los montes gallegos continúan al tiempo que las pesquisas policiales para dar con los causantes de los incendios que en los últimos días han activado las alertas en Galicia se intensifican. A principios de semana, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, ya advirtió de que las primeras detenciones por esta ola incendiaria no tardarían en llegar, y este miércoles se tuvo noticia de la primera de ellas. El acusado de provocar varios fuegos en la parroquia orensana de Velle es un joven de 28 años, vecino del lugar, al que los agentes de la Unidade de Investigación de Incendios Forestais (UIFO) cazaron in fraganti, mechero en mano. Según los datos a los que tuvo acceso ABC, y debido a la alta actividad incendiaria detectada en esta zona, los efectivos y la propia Policía Nacional decidieron extremar las vigilancias para dar con la persona que estaba generando los conatos, a la que localizaron «justo en el momento en el que estaba provocando un nuevo incendio» gracias al apoyo de un helicóptero de la Policía Nacional y de varios drones de la UIFO.
En concreto, fueron dos efectivos de este cuerpo y un agente del distrito XII los que pillaron al veinteañero, que de forma inmediata fue detenido y puesto a disposición judicial. El momento en el que el presunto pirómano fue sorprendido será clave en la acusación a la que se enfrenta, por las dificultades probatorias habituales en este tipo de delitos, que en este caso quedan neutralizadas. De ahí que el 85 por ciento del monte gallego, inciden desde Medio Rural, esté controlado por cámaras de vigilancia, que «en muchos casos logran captar el momento exacto en el que se inicia el fuego», como ocurrió con el arrestado en la parroquia de Velle. El hombre responde al perfil del vecino del lugar que conoce a la perfección cómo moverse por el monte para llegar a las áreas de más difícil acceso, en un horario en el que los medios aéreos no pueden actuar, y a sabiendas del peligro que entraña plantar fuego en ellas.
Además de esta persona, son varias las investigaciones abiertas en toda Galicia para desenmascarar a quienes ponen en peligro el monte aprovechando las altas temperaturas que asuelan buena parte de la Comunidad desde hace varias jornadas. «Esperamos obtener resultados en breve de ellas» informan desde el Gobierno gallego para aclarar a los autores que sus acciones «no van a quedar impunes» y que «el peso de la ley caerá sobre ellos». A pie de incendio, desde Ponteceso, la conselleria do Medio Rural, María José Gómez, aseguró el pasado martes que los cuatro focos declarados en este municipio son «un atentado» y que no hay dudas de su «intencionalidad». Desactivada ya la situación dos por el riesgo de que las llamas se aproximasen a las viviendas, la situación evolucionaba favorablemente en Ponteceso al cierre de esta edición, pese al riesgo de reactivación.
Según el último parte de la Xunta, a las 20.30 horas de este martes son seis los incendios forestales activos en Galicia. Uno de ellos se localiza en la localidad de Ponteceso, en la parroquia de Corme Aldea. Sumando el foco de A Graña y el de Brantuas, ya controlados, el fuego ha arrasado allí con 380 hectáreas de superficie. Militares de la UME desplazados al enclave, además del personal de la Xunta repartido en medios terrestres y aéreos, trabajan desde el martes para calmar la situación, que obligó al desalojo durante unas horas de los habitantes de los núcleos afectados. Otro fuego activo es el del concello lucense de A Fonsagrada, iniciado el martes y al que se destinaron doce brigadas, once motobombas, seis helicópteros y siete aviones. Ubicado en la parroquia de Monteseiro, la estimación de superficie calcinada es de 120 hectáreas. Tres vecinos que «corrían peligro» tuvieron que ser desalojados.
En este mismo concello se dio a conocer un nuevo foco, en la parroquia de Cereixido, que complicó aún más la extinción. Sobre las características del fuego, el alcalde de la localidad explicó a Ep que los problemas para apagar las llamas son «muchos» porque las llamas están en una zona «muy pendiente». Además, indicó el regidor, las perspectivas no serán buenas «mientras siga haciendo calor y ‘nordés».
A media de este martes también se declararon otros tres incendios que mantenían a los servicios de extinción en jaque. El más preocupante, en el ayuntamiento pontevedrés de As Neves, parroquia de San Pedro de Batalláns, amenazó a la autovía de las Rías Baixas, A-52. Fuentes de Medio Rural indicaron que este foco provocó «limitaciones» en el tráfico, con una estimación inicial de superficie quemada de 50 hectáreas. El alcalde relató que el municipio estaba en una situación «muy crítica» con dos frentes que amenazaban las casas y con los habitantes de este núcleo confinados. Las llamas y el humo obligaron a vigilar de forma especial el riesgo para la autovía A-52 por si era necesario su corte y a los vecinos se les solicitó que regasen alrededor de sus domicilios para mantener las llamas a raya ante el rápido avance del fuego.
Paralelamente, la consellería do Medio Rural informó de la declaración de otro fuego forestal en el municipio de Salceda de Caselas (Pontevedra), parroquia de A Picoña, desde las 16,7 horas de ayer, con 80 hectáreas arrasadas. En él trabajaban tres helicópteros y dos aviones, entre otros. También continuaba sin control a espera de las labores nocturnas el incendio de Camariñas, Xaviña (50 hectáreas). En el capítulo de fuegos controlados están ya los del municipio pontevedrés de Mondariz, con 20 hectáreas quemadas, y el de Vilardevós, el peor incendio forestal de lo que va de verano en Galicia. Este último devastó 570 hectáreas en solo dos días y obligó a activar la situación de emergencia. La hipótesis más plausible para la Policía, teniendo en cuenta que tuvo hasta cinco focos de iniciación y que inició casi a medianoche, es que fue intencionado.
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