Un incendio de una intensidad inusual se declaró el martes por la tarde en el departamento de Aude, en el macizo de Corbières, a unos 40 kilómetros de Carcasona, y en tan solo unas horas había arrasado 5.000 hectáreas de bosque y matorrales, obligando a la evacuación de dos campings y varias viviendas en pueblos cercanos, y a cortar al tráfico varias carreteras. Hay viviendas en llamas en varios pueblos y las autoridades han informado que al menos dos personas han resultado heridas de gravedad.
Mas de 1.200 bomberos y catorce aeronaves luchan contra las llamas, que han quemado ya viviendas en varios pueblos y causado al menos dos heridos graves
Un incendio de una intensidad inusual se declaró el martes por la tarde en el departamento de Aude, en el macizo de Corbières, a unos 40 kilómetros de Carcasona, y en tan solo unas horas arrasó 4.000 hectáreas de bosque y matorrales, obligando a la evacuación de dos campings y varias viviendas en pueblos cercanos, y a cortar al tráfico varias carreteras. Hay viviendas en llamas en varios pueblos y las autoridades han informado que al menos dos personas han resultado heridas de gravedad.
“El incendio ha arrasado 4..000 hectáreas. Se está propagando muy rápidamente debido a las condiciones meteorológicas desfavorables; es una de las zonas más secas del departamento y el viento es fuerte”, declaró a la AFP Lucie Roesch, secretaria general de la prefectura de Aude.
“En el lugar”, añadió, “la respuesta continúa reforzándose. En cuanto a los recursos aéreos, estamos al máximo de nuestra capacidad nacional: nueve aviones Canadair y cinco Dash, 980 bomberos en el lugar y 130 como refuerzos. Es una catástrofe grave. Será una noche larga”.

IDRISS BIGOU-GILLES / AFP
Los helicópteros lanza-aguas realizan frecuentes rotaciones para evitar que las llamas alcancen las viviendas en los pueblos de Lagrasse, Fabrezan y Saint-Laurent-de-la-Cabrerisse. En este último pueblo, tres casas resultaron dañadas por el incendio.
Los veraneantes de los campings de Lagrasse y Fabrezan fueron evacuados por precaución, al igual que una treintena de casas en Tournissan, otro pueblo de la zona, donde al menos una casa estaba parcialmente en llamas, al igual que varios jardines, donde los residentes intentaban sofocar las llamas con mangueras, según observó un fotógrafo de AFP.
Muchas carreteras departamentales están cerradas al tráfico para facilitar la labor de los bomberos.
La dimensión que cobró el incendio, que ya es el mayor del año en Francia, hizo que el propio presidente, Emmanuel Macron, tomase cartas en el asunto. “Todos los medios de la nación están movilizados, señaló ya entrada la noche en su cuenta de X, además de expresar su apoyo a los bomberos y mostrar su confianza “en el Gobierno y en los alcaldes”.
El prefecto de Aude ha abierto un centro de operaciones departamental, una unidad de información pública, e instó a la prudencia y al uso de fuentes oficiales para obtener información, sin difundir información falsa, según un comunicado de prensa de la prefectura.

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El departamento de Aude fue declarado en alerta roja por incendios forestales el martes, con un riesgo “muy alto”, debido a la ola de calor que se vive en el suroeste de Francia, según Météo-France.
Desde principios del verano, se han declarado varios incendios en Aude, un departamento afectado por la sequía y el calor extremo. Uno de ellos, a principios de julio, el mayor en el departamento desde 1986, abarcó 2.000 hectáreas y movilizó a casi 1.000 bomberos cerca de Narbona.
Afectada por la sequía y la desaparición de cultivos que, como la vid, frenaban la propagación de las llamas, la región de Aude ha experimentado un fuerte aumento de la superficie quemada cada año.
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“Hemos pasado de 300-400 hectáreas anuales a principios de la década de 2000 a casi 1.000 hectáreas en la actualidad”, explicó a AFP la semana pasada Jean-Paul Baylac, responsable de incendios forestales del Servicio Departamental de Bomberos y Rescate de Aude.
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