Nuestro organismo precisa de diferentes sustancias y nutrientes para poder funcionar de manera correcta, tanto a nivel de salud físico como mental.Proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas , minerales y agua hacen que podamos desempeñar funciones vitales y mantenernos con energía, reparar tejidos, mantenernos hidratados, etcétera.Noticias relacionadas estandar No Una dermatóloga explica si es necesario protegerse de la luz azul de los dispositivos V.L estandar No Los 10 mejores dermatólogos españoles elegidos por otros especialistas de la piel Cristina GarridoLa vitamina D, por ejemplo, tiene como principal función la regulación de la homeostasis del calcio y del fósforo en el organismo. Esto es clave para una buena salud , porque ayuda a mantener los huesos fuertes y también influye en el corazón, la defensa frente a infecciones, la diabetes y otras enfermedades, tal como indica el estudio ‘Impacto de la vitamina D en la salud. Dificultades y estrategias para alcanzar las ingestar recomendadas’. Hoy en día, muchas personas no obtienen suficiente vitamina D solo con el sol , por lo que se debe conseguir a través de la alimentación. Los principales alimentos que tienen vitamina D son los pescados grasos, los huevos, los lácteos o los cereales , sin embargo, como adelantábamos su aporte suele no ser suficiente, por lo que hay muchos casos en los que los médicos recomiendan reforzarlo mediante suplementación.En España y en otros países, se ha visto que la mayoría de la gente tiene niveles bajosde vitamina D y no alcanza las cantidades mínimas recomendadas . Estas son, según el ‘National Institutes of Health’ : para los bebés hasta los 12 meses, se recomienda una ingesta de 10 microgramos (400 UI) al día. En el caso de los niños de 1 a 13 años, la cantidad recomendada es de 15 mcg (600 UI). Los adolescentes de 14 a 18 años, así como los adultos de 19 a 70 años, también deben consumir 15 mcg (600 UI) diarios. Para los adultos mayores de 71 años, la recomendación aumenta a 20 mcg (800 UI) por día. Finalmente, las mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia deben tomar 15 mcg (600 UI) de vitamina D cada día.Una dermatóloga aclara por qué no obtenemos vitamina D del sol que entra por una ventana cerradaVolviendo a la exposición solar como fuente de captación y fabricación de vitamina D en el cuerpo, tener información suficiente sobre este proceso también es clave para saber cómo sintetizar la vitamina D correctamente a través del sol. Esto es lo que explica la dermatóloga Ana Molina a través de un vídeo en su cuenta de Instagram. «¿Sabías que aunque te dé el sol todo el día por la ventana… tu piel no fabrica vitamina D?» , comienza planteando la experta. «La radiación que necesitamos para sintetizarla, la ultravioleta B, no atraviesa los cristales. En cambio, la que sí pasa es la ultravioleta A, que es la que te envejece y hace que te salgan arrugas y manchas », explica.Así, indica que aunque no podamos captar la vitamina D del sol que entra por la ventana, contar con la iluminación natural en casa o el trabajo es «maravilloso, porque nos activa, mejora el ánimo y regula el ritmo circadiano. Vamos, que vamos a dormir mucho mejor. El problema no es la luz natural, sino el exceso de luz artificial ». Por último, la dermatóloga aconseja que, si no solemos salir mucho al exterior, «abre la ventana, deja que te dé el sol un ratito, sin cristal de por medio. Y cuando llegue la noche, evita focos potentes, blancos o azulados. Usa luces cálidas, indirectas, como las del atardecer. Tu piel y tu sueño te lo agradecerán». Nuestro organismo precisa de diferentes sustancias y nutrientes para poder funcionar de manera correcta, tanto a nivel de salud físico como mental.Proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas , minerales y agua hacen que podamos desempeñar funciones vitales y mantenernos con energía, reparar tejidos, mantenernos hidratados, etcétera.Noticias relacionadas estandar No Una dermatóloga explica si es necesario protegerse de la luz azul de los dispositivos V.L estandar No Los 10 mejores dermatólogos españoles elegidos por otros especialistas de la piel Cristina GarridoLa vitamina D, por ejemplo, tiene como principal función la regulación de la homeostasis del calcio y del fósforo en el organismo. Esto es clave para una buena salud , porque ayuda a mantener los huesos fuertes y también influye en el corazón, la defensa frente a infecciones, la diabetes y otras enfermedades, tal como indica el estudio ‘Impacto de la vitamina D en la salud. Dificultades y estrategias para alcanzar las ingestar recomendadas’. Hoy en día, muchas personas no obtienen suficiente vitamina D solo con el sol , por lo que se debe conseguir a través de la alimentación. Los principales alimentos que tienen vitamina D son los pescados grasos, los huevos, los lácteos o los cereales , sin embargo, como adelantábamos su aporte suele no ser suficiente, por lo que hay muchos casos en los que los médicos recomiendan reforzarlo mediante suplementación.En España y en otros países, se ha visto que la mayoría de la gente tiene niveles bajosde vitamina D y no alcanza las cantidades mínimas recomendadas . Estas son, según el ‘National Institutes of Health’ : para los bebés hasta los 12 meses, se recomienda una ingesta de 10 microgramos (400 UI) al día. En el caso de los niños de 1 a 13 años, la cantidad recomendada es de 15 mcg (600 UI). Los adolescentes de 14 a 18 años, así como los adultos de 19 a 70 años, también deben consumir 15 mcg (600 UI) diarios. Para los adultos mayores de 71 años, la recomendación aumenta a 20 mcg (800 UI) por día. Finalmente, las mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia deben tomar 15 mcg (600 UI) de vitamina D cada día.Una dermatóloga aclara por qué no obtenemos vitamina D del sol que entra por una ventana cerradaVolviendo a la exposición solar como fuente de captación y fabricación de vitamina D en el cuerpo, tener información suficiente sobre este proceso también es clave para saber cómo sintetizar la vitamina D correctamente a través del sol. Esto es lo que explica la dermatóloga Ana Molina a través de un vídeo en su cuenta de Instagram. «¿Sabías que aunque te dé el sol todo el día por la ventana… tu piel no fabrica vitamina D?» , comienza planteando la experta. «La radiación que necesitamos para sintetizarla, la ultravioleta B, no atraviesa los cristales. En cambio, la que sí pasa es la ultravioleta A, que es la que te envejece y hace que te salgan arrugas y manchas », explica.Así, indica que aunque no podamos captar la vitamina D del sol que entra por la ventana, contar con la iluminación natural en casa o el trabajo es «maravilloso, porque nos activa, mejora el ánimo y regula el ritmo circadiano. Vamos, que vamos a dormir mucho mejor. El problema no es la luz natural, sino el exceso de luz artificial ». Por último, la dermatóloga aconseja que, si no solemos salir mucho al exterior, «abre la ventana, deja que te dé el sol un ratito, sin cristal de por medio. Y cuando llegue la noche, evita focos potentes, blancos o azulados. Usa luces cálidas, indirectas, como las del atardecer. Tu piel y tu sueño te lo agradecerán».
Nuestro organismo precisa de diferentes sustancias y nutrientes para poder funcionar de manera correcta, tanto a nivel de salud físico como mental. … Proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas, minerales y agua hacen que podamos desempeñar funciones vitales y mantenernos con energía, reparar tejidos, mantenernos hidratados, etcétera.
La vitamina D, por ejemplo, tiene como principal función la regulación de la homeostasis del calcio y del fósforo en el organismo. Esto es clave para una buena salud, porque ayuda a mantener los huesos fuertes y también influye en el corazón, la defensa frente a infecciones, la diabetes y otras enfermedades, tal como indica el estudio ‘Impacto de la vitamina D en la salud. Dificultades y estrategias para alcanzar las ingestar recomendadas’.
Hoy en día, muchas personas no obtienen suficiente vitamina D solo con el sol, por lo que se debe conseguir a través de la alimentación. Los principales alimentos que tienen vitamina D son los pescados grasos, los huevos, los lácteos o los cereales, sin embargo, como adelantábamos su aporte suele no ser suficiente, por lo que hay muchos casos en los que los médicos recomiendan reforzarlo mediante suplementación.
En España y en otros países, se ha visto que la mayoría de la gente tiene niveles bajosde vitamina D y no alcanza las cantidades mínimas recomendadas. Estas son, según el ‘National Institutes of Health’: para los bebés hasta los 12 meses, se recomienda una ingesta de 10 microgramos (400 UI) al día. En el caso de los niños de 1 a 13 años, la cantidad recomendada es de 15 mcg (600 UI). Los adolescentes de 14 a 18 años, así como los adultos de 19 a 70 años, también deben consumir 15 mcg (600 UI) diarios. Para los adultos mayores de 71 años, la recomendación aumenta a 20 mcg (800 UI) por día. Finalmente, las mujeres y adolescentes embarazadas o en período de lactancia deben tomar 15 mcg (600 UI) de vitamina D cada día.
Una dermatóloga aclara por qué no obtenemos vitamina D del sol que entra por una ventana cerrada
Volviendo a la exposición solar como fuente de captación y fabricación de vitamina D en el cuerpo, tener información suficiente sobre este proceso también es clave para saber cómo sintetizar la vitamina D correctamente a través del sol.
Esto es lo que explica la dermatóloga Ana Molina a través de un vídeo en su cuenta de Instagram. «¿Sabías que aunque te dé el sol todo el día por la ventana… tu piel no fabrica vitamina D?», comienza planteando la experta.
«La radiación que necesitamos para sintetizarla, la ultravioleta B, no atraviesa los cristales. En cambio, la que sí pasa es la ultravioleta A, que es la que te envejece y hace que te salgan arrugas y manchas», explica.
Así, indica que aunque no podamos captar la vitamina D del sol que entra por la ventana, contar con la iluminación natural en casa o el trabajo es «maravilloso, porque nos activa, mejora el ánimo y regula el ritmo circadiano. Vamos, que vamos a dormir mucho mejor. El problema no es la luz natural, sino el exceso de luz artificial».
Por último, la dermatóloga aconseja que, si no solemos salir mucho al exterior, «abre la ventana, deja que te dé el sol un ratito, sin cristal de por medio. Y cuando llegue la noche, evita focos potentes, blancos o azulados. Usa luces cálidas, indirectas, como las del atardecer. Tu piel y tu sueño te lo agradecerán».
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