Un adolescente con la camiseta del grupo ultra del Maccabi de Tel Aviv observa junto a su grupo de amigos y vecinos el agujero de dos plantas en un edificio de Petah Tikva, un suburbio acomodado de las afueras de la capital israelí. Un misil balístico lanzado desde algún punto de Irán impactó la madrugada de ayer directamente en la mamad (habitación segura) y provocó la muerte de cuatro personas y más de 50 heridos.
Israel e Irán siguen lanzándose misiles sin que nadie vea una salida
Un adolescente con la camiseta del grupo ultra del Maccabi de Tel Aviv observa junto a su grupo de amigos y vecinos el agujero de dos plantas en un edificio de Petah Tikva, un suburbio acomodado de las afueras de la capital israelí. Un misil balístico lanzado desde algún punto de Irán impactó la madrugada de ayer directamente en la mamad (habitación segura) y provocó la muerte de cuatro personas y más de 50 heridos.
“Estaba con mi abuela, porque mis padres están de vacaciones en Atenas”, explica Ilan, de 14 años, mientras los equipos de rescate acompañan a los vecinos de la urbanización a recoger enseres de sus casas. Está acostumbrado, explica, a correr al refugio cada vez que suenan las alarmas antiaéreas, pero no esperaba que la guerra le tocara tan de cerca.
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Amit, un año mayor, cree que la ofensiva lanzada por Beniamin Netanyahu contra el régimen de los ayatolás, que ha provocado una escalada bélica en la región, “no es algo bueno”. Pero “Irán está construyendo un arma nuclear, y cuando la tengan, van a bombardear Israel y van a matar a millones de personas, en Jordania, en Israel, en Egipto y en más países de la región”, explica el joven, quien tendrá que pasar las próximas semanas en casa de unos familiares hasta que reconstruyan su apartamento. “Ahora sufriremos daños, pero en el futuro todo será mejor”, añade.
Israel vivió una tercera noche de intensos bombardeos que afectaron principalmente a Tel Aviv y Haifa, donde las avanzadas defensas antiaéreas no consiguieron frenar la lluvia de proyectiles iraníes. Tras la última oleada, la cifra de muertos ascendió a 23, según un funcionario de la oficina del primer ministro, y más de 400 heridos. La inteligencia israelí cree que el régimen de los ayatolás aún cuenta con un amplio arsenal, explicó el consejero de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, en una entrevista con la radio del ejército. Sin embargo, el funcionario dijo que no hay planes para derrocar al Gobierno persa. “Pero, por supuesto, puede ser el resultado de la campaña”, declaró a la cadena israelí Kan.
El Parlamento iraní valora salir del TNP aunque niega querer utilizar armas de destrucción masiva
En Irán, donde también las defensas aéreas trabajan sin descanso, el número de víctimas asciende a 224, según el Gobierno, que afirmó que la mayoría de las víctimas eran civiles. El ejército israelí ha advertido a la población iraní, en una serie de mensajes, que abandonen ciertas zonas por su propia seguridad.
Las autoridades iraníes han rechazado esos mensajes, parte de una “guerra psicológica”, según ellos, y han pedido a la población que no entre en pánico. A pesar de ello, la televisión estatal ha mostrado imágenes de embotellamientos en las carreteras que salen de la capital. La agencia Reuters informó que miles de teheraníes han comenzado a acumular suministros y huir de la capital, epicentro de los ataques, en previsión de que el conflicto se alargue.
A pesar de haber construido varias ciudades de misiles subterráneas, Irán carece de refugios públicos. A falta de ellos, las autoridades anunciaron que las mezquitas, escuelas y estaciones de metro estarían abiertas las 24 horas para servir como refugios. Tras cuatro días de cruce de misiles, el Parlamento anunció la preparación de un proyecto de ley para abandonar el tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), aunque aseguró que sigue oponiéndose al desarrollo de armas de destrucción masiva. La medida corre el riesgo de aumentar las preocupaciones en los países occidentales sobre el programa nuclear iraní.
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“Los israelíes somos gente fuerte, muy fuerte”, explica a La Vanguardia la portavoz del municipio de Petah Tikva, Michal Maor, quien trabaja con los evacuados del bombardeo. Las fuerzas armadas de Irán instaron el domingo a los israelíes a abandonar su país: “¡Abandonen los territorios ocupados, porque, sin duda, no serán habitables en el futuro!”, declaró Reza Sayyad, portavoz de las fuerzas armadas.
Miles de teheraníes acumulan comida y huyen de la capital tras el anuncio de nuevos ataques
Maor explica que son muy pocos los israelíes que barajan escapar. “¿Y adónde irían? ¿A Haifa? ¿A Bat Yam? ¿A Bnei Brak?
¿A Tel Aviv?”, pregunta. Por el momento, no se esperan grandes desplazamientos de población dentro de Israel. “Mi hija, por ejemplo, acaba de terminar el servicio militar, y le resulta muy difícil quedarse allí mientras todo esto sucede aquí”.
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Todos creen que Netanyahu conseguirá doblegar a los iraníes en cuestión de semanas. “Si no existieran Irán ni Hamas, y si también resolviéramos lo de Siria y Líbano, por supuesto que estaríamos mejor. Pero el precio de esta guerra es muy alto”, concluye
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