El Debate sobre el Estado de la Comunidad Autónoma celebrado esta semana en el Parlament balear ha puesto de manifiesto la profunda brecha política entre el Partido Popular y Vox , socios imprescindibles para la investidura de Marga Prohens en 2023. Las desavenencias entre ambas formaciones, que se arrastran desde hace meses, se han convertido ya en un desencuentro estructural que amenaza con bloquear la acción de gobierno y la aprobación de los próximos presupuestos autonómicos.Las tensiones se remontan a diciembre de 2024, cuando Vox decidió tumbar los presupuestos del Govern de Prohens. Aquella votación marcó un punto de inflexión: el PP, en respuesta, llegó incluso a votar junto a la izquierda para impedir la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Baleares, lo que provocó un primer distanciamiento entre ambos bloques. Tras cinco meses de negociaciones discretas, finalmente en julio se alcanzó un acuerdo presupuestario, una especie de tregua que permitió desbloquear las cuentas de 2025. Pero la reconciliación ha durado poco .Con el inicio del nuevo curso político, Vox volvió a tensar la cuerda al registrar una iniciativa parlamentaria para aprobar la vehicularidad del castellano en la enseñanza y modificar las leyes educativas que, desde hace más de dos décadas -bajo gobiernos populares y socialistas-, mantienen al catalán como lengua predominante en las aulas. El PP considera esta cuestión una línea roja, consciente del desgaste que provocó el conflicto lingüístico durante la etapa de José Ramón Bauzá y de la oposición social que podría reavivarse.Noticia Relacionada estandar No Vox bloquea la ley del PP que impulsa inversiones clave en Baleares por su veto lingüístico Mayte Amorós Prohens ve frenada su ley de proyectos estratégicos después de que los de Abascal presenten sin consenso una propuesta sobre la vehicularidad del castellanoEl distanciamiento ha quedado patente en el Debate sobre el Estado de la Comunidad celebrado esta semana en el Parlamento autonómico. La portavoz de Vox, Manuela Cañadas, anunció antes de comenzar que su grupo acudiría al pleno «como oposición», y lo demostró con una intervención especialmente dura contra Prohens. Le acusó de «copiar» el discurso de Vox sin cumplirlo y le recordó reiteradamente que ocupa la presidencia «gracias a los votos de Vox».Política turísticaDurante el debate, uno de los puntos que volvió a separar a PP y VOX fue la política turística . Vox rechaza las propuestas de limitar la llegada de visitantes y aplicar nuevos gravámenes, mientras que el PP mostró mayor afinidad con los planteamientos del PSIB-PSOE. Entre las medidas que el Govern estudia figuran incrementar la ecotasa en verano , imponer un impuesto a los coches de alquiler y reducir el número de cruceros que llegan a las islas. «Si se sube la ecotasa, se grava el alquiler de vehículos y se limitan los cruceristas, estaremos ante un pacto PP-PSOE», denuncia Cañadas, acusando a Prohens de «turismofobia».La dirigente de Vox va aún más lejos y advierte que «se está preparando un bipartidismo corrupto en Baleares», con alusiones a casos de corrupción que salpican tanto al PP como al PSOE. «Prohens es una política de izquierdas» , sentencia.En el horizonte asoma ya el debate de los presupuestos de 2026. El Govern presentará en las próximas semanas el límite de gasto como paso previo a su elaboración y ha retado a Vox a apoyar las cuentas o asumir el coste político de una prórroga presupuestaria. Con 26 diputados frente a una mayoría absoluta de 30, el PP depende otra vez de Vox . Pero, a día de hoy, ambos partidos parecen más lejos que nunca. El Debate sobre el Estado de la Comunidad Autónoma celebrado esta semana en el Parlament balear ha puesto de manifiesto la profunda brecha política entre el Partido Popular y Vox , socios imprescindibles para la investidura de Marga Prohens en 2023. Las desavenencias entre ambas formaciones, que se arrastran desde hace meses, se han convertido ya en un desencuentro estructural que amenaza con bloquear la acción de gobierno y la aprobación de los próximos presupuestos autonómicos.Las tensiones se remontan a diciembre de 2024, cuando Vox decidió tumbar los presupuestos del Govern de Prohens. Aquella votación marcó un punto de inflexión: el PP, en respuesta, llegó incluso a votar junto a la izquierda para impedir la derogación de la Ley de Memoria Democrática de Baleares, lo que provocó un primer distanciamiento entre ambos bloques. Tras cinco meses de negociaciones discretas, finalmente en julio se alcanzó un acuerdo presupuestario, una especie de tregua que permitió desbloquear las cuentas de 2025. Pero la reconciliación ha durado poco .Con el inicio del nuevo curso político, Vox volvió a tensar la cuerda al registrar una iniciativa parlamentaria para aprobar la vehicularidad del castellano en la enseñanza y modificar las leyes educativas que, desde hace más de dos décadas -bajo gobiernos populares y socialistas-, mantienen al catalán como lengua predominante en las aulas. El PP considera esta cuestión una línea roja, consciente del desgaste que provocó el conflicto lingüístico durante la etapa de José Ramón Bauzá y de la oposición social que podría reavivarse.Noticia Relacionada estandar No Vox bloquea la ley del PP que impulsa inversiones clave en Baleares por su veto lingüístico Mayte Amorós Prohens ve frenada su ley de proyectos estratégicos después de que los de Abascal presenten sin consenso una propuesta sobre la vehicularidad del castellanoEl distanciamiento ha quedado patente en el Debate sobre el Estado de la Comunidad celebrado esta semana en el Parlamento autonómico. La portavoz de Vox, Manuela Cañadas, anunció antes de comenzar que su grupo acudiría al pleno «como oposición», y lo demostró con una intervención especialmente dura contra Prohens. Le acusó de «copiar» el discurso de Vox sin cumplirlo y le recordó reiteradamente que ocupa la presidencia «gracias a los votos de Vox».Política turísticaDurante el debate, uno de los puntos que volvió a separar a PP y VOX fue la política turística . Vox rechaza las propuestas de limitar la llegada de visitantes y aplicar nuevos gravámenes, mientras que el PP mostró mayor afinidad con los planteamientos del PSIB-PSOE. Entre las medidas que el Govern estudia figuran incrementar la ecotasa en verano , imponer un impuesto a los coches de alquiler y reducir el número de cruceros que llegan a las islas. «Si se sube la ecotasa, se grava el alquiler de vehículos y se limitan los cruceristas, estaremos ante un pacto PP-PSOE», denuncia Cañadas, acusando a Prohens de «turismofobia».La dirigente de Vox va aún más lejos y advierte que «se está preparando un bipartidismo corrupto en Baleares», con alusiones a casos de corrupción que salpican tanto al PP como al PSOE. «Prohens es una política de izquierdas» , sentencia.En el horizonte asoma ya el debate de los presupuestos de 2026. El Govern presentará en las próximas semanas el límite de gasto como paso previo a su elaboración y ha retado a Vox a apoyar las cuentas o asumir el coste político de una prórroga presupuestaria. Con 26 diputados frente a una mayoría absoluta de 30, el PP depende otra vez de Vox . Pero, a día de hoy, ambos partidos parecen más lejos que nunca.
El debate sobre el estado de la comunidad ahonda las diferencias entre la formación de Santiago Abascal y el PP
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