La guerra en Ucrania ha dado un nuevo giro. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso el miércoles una serie de “sustanciales” sanciones contra las dos mayores compañías petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, “como resultado de la falta de compromiso serio de Rusia con un proceso de paz para poner fin a la guerra en Ucrania”. Es el primer castigo de este tipo desde que Donald Trump regresó al poder y supone una continuación de los que aplicó la administración de Joe Biden en los últimos tres años.
El Tesoro anuncia el primer paquete de sanciones de la Administración Trump
La guerra en Ucrania ha dado un nuevo giro. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos impuso el miércoles una serie de “sustanciales” sanciones contra las dos mayores compañías petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, “como resultado de la falta de compromiso serio de Rusia con un proceso de paz para poner fin a la guerra en Ucrania”. Es el primer castigo de este tipo desde que Donald Trump regresó al poder y supone una continuación de los que aplicó la administración de Joe Biden en los últimos tres años.
El nuevo paquete de sanciones, avanzadas por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, pretende incrementar la presión sobre el Kremlin, cortando sus ingresos procedentes de las ventas de petróleo, que financian la maquinaria bélica rusa. En un documento compartido por Trump en sus redes sociales, Washington pide a Rusia que “acepte de inmediato un alto el fuego” y considera que las sanciones son una medida efectiva para forzar al Kremlin a negociar. También, el Tesoro advierte que “está preparado para adoptar más medidas si es necesario, a fin de respaldar el esfuerzo del presidente por poner fin a otra guerra”.
EE.UU. dice que “una paz permanente depende de la disposición de Rusia a negociar de buena fe”
Las sanciones, contra el motor económico de Rusia se dirigen a “aumentar la presión sobre el sector energético ruso y degradar la capacidad del Kremlin para obtener ingresos para su maquinaria bélica y sostener su debilitada economía”, explica el documento. “EE.UU. seguirá abogando por una resolución pacífica del conflicto, y una paz permanente depende enteramente de la disposición de Rusia a negociar de buena fe. El Tesoro continuará utilizando sus facultades en apoyo de un proceso de paz”.
El nuevo cambio en la geopolítica de Washington se dio un día después de que Moscú rechazara la posibilidad de un alto el fuego inmediato y de la suspensión por parte de la Casa Blanca de la reunión que tenían prevista Trump y el líder ruso, Vladímir Putin, en Budapest (Hungría). “No me daba buena espina. No sentía que fuéramos a llegar al punto al que tenemos que llegar, así que la cancelé. Pero la haremos en el futuro”, argumentó Trump.
Es el último vaivén de su Administración tras una semana de importantes giros de guion. Hace ocho días, Trump habló por teléfono durante dos horas y media con Putin, que aparentemente le convenció para que no entregara a Ucrania misiles Tomahawk, de largo alcance. Pero las acciones de Rusia en el campo de batalla, con su incremento de bombardeos contra infraestructuras ucranianas, así como su negativa al diálogo, han llevado a Washington a cambiar sus planes e incrementar su presión al Kremlin.
Sin embargo, las sanciones podrían tener poco peso, porque EE.UU. apenas compra recursos energéticos de Rusia. Trump ha amenazado en repetidas ocasiones con aplicar medidas punitivas contra el Kremlin si no cesaba sus bombardeos, pero nunca había llegado a cumplirlo. Tan solo llegó a imponer un arancel indirecto a Rusia, del 25% a India, por su compra de petróleo ruso.
En paralelo, el periódico The Wall Street Journal avanzó el miércoles, citando fuentes oficiales de manera anónima, otra medida que sí puede suponer un golpe de timón importante a la guerra: EE.UU. levantará las restricciones sobre el uso que Ucrania puede hacer de los misiles occidentales de largo alcance. El presidente Trump, sin embargo, lo negó a través de su plataforma, Truth Social: “¡Noticia falsa! ¡EE.UU. no tiene nada que ver con esos misiles, de donde sea que vengan, o lo que Ucrania haga con ellos!”, publicó.
Concretamente, la exclusiva del periódico estadounidense habla de los misiles británicos Storm Shadow, que ahora podrían ser utilizados para atacar al interior de Rusia. La autoridad para aprobar este tipo de ataques la ha tenido hasta ahora el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, pero el poder de decisión se descentralizará y volverá al Mando Europeo de EE.UU., según The Wall Street Journal.
Tras este primer paquete de sanciones de la Administración Trump, podrían llegar castigos mayores si Rusia no se abre a negociar, según ha amenazado el Tesoro. Esto podría incluir mayores restricciones al comercio, la congelación de activos en los bancos y más aranceles a países que sigan comprando petróleo ruso.
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