AChuso García Bragado (Madrid, 1969, ocho Juegos Olímpicos) la historia le lleva a una conversación con un entrenador de atletismo en los Juegos de Atenas, en 2004. “Hubo dos griegos, Kenteris y Thanou, que salieron corriendo de la villa cuando les avisaron del antidoping. Eso abrió una charla en la que aquel técnico (ya fallecido) hablaba del paso del amateurismo al profesionalismo. Nadie quería pagarle a los deportistas, y luego tuvimos becas. Nos dio a entender que en el futuro se podían crear unas competiciones sin límite de sustancias”.
Con el apoyo de Trump Jr., los Juegos Mejorados (donde se permite el dopaje) plantean una pregunta profunda a los deportistas
AChuso García Bragado (Madrid, 1969, ocho Juegos Olímpicos) la historia le lleva a una conversación con un entrenador de atletismo en los Juegos de Atenas, en 2004. “Hubo dos griegos, Kenteris y Thanou, que salieron corriendo de la villa cuando les avisaron del antidoping. Eso abrió una charla en la que aquel técnico (ya fallecido) hablaba del paso del amateurismo al profesionalismo. Nadie quería pagarle a los deportistas, y luego tuvimos becas. Nos dio a entender que en el futuro se podían crear unas competiciones sin límite de sustancias”.
Y ese brindis al sol es real. Los Enhanced Games (Juegos Mejorados), que se celebrarán del 21 al 24 de mayo en Las Vegas, promueven la competición (atletismo, natación y halterofilia) ajena a las normas del Comité Olímpico Internacional (COI). Sin controles. Con barra libre. Y se ponen al servicio de los atletas con “avances científicos para ampliar los límites del rendimiento humano”.
Del “no lo haría, solo hay una vida” al “no seamos hipócritas, hay gente que se la juega o va a guerras por nada”
El creador es el multimillonario australiano Aron D’Souza, que en su día se unió al fundador de Paypal junto a Elon Musk y uno de los peces gordos de Silicon Valley, Peter Andreas Thiel, para impulsar esta iniciativa resumida por Donald Trump Jr, uno de los mecenas. “Representan el futuro: competencia real, libertad y verdaderos récords. Se trata de excelencia, innovación y dominio estadounidense mundial, algo que representa la esencia del movimiento MAGA (lema de su padre en la campaña). Los Juegos serán un logro, y no podría estar más orgulloso de apoyar el movimiento que cambia el deporte”.
Los Enhanced Games fomentan la venta de testosterona y el “dopaje controlado” por médicos para superar límites, y consideran que organismos como la Agencia Mundial Antidopaje o el COI “coartan” la libertad. Para atraer competidores, las ganancias son elevadas.
El último ejemplo fue el del campeón mundial y quinto hombre más rápido de la historia en los 50 libre: Benjamin Proud. El nadador inglés, a sus 31 años, ha decidido pegarse un último baile en Las Vegas con el jugoso premio de un millón de dólares si bate el récord (más otros 200.000 por participar). “No permiten competir a nadie que esté bajo estrés o presente riesgo para la salud. Está todo controlado”, se escuda Proud, que ha levantado las reacciones más agrias de la natación mundial: “Estamos decepcionados”.
El doctor Jordi Segura, ex responsable del Laboratorio Antidopaje en Barcelona, considera que “el dopaje controlado no existe. Lo hacen servir de excusa. En el deporte, los que se dopan utilizan dosis bajas para no dar positivo; imagínese barra libre, es insano. Hay problemas a largo plazo con Epo, anabolizantes…”. Y pone el ejemplo de Florence Griffith, la triple campeona en Seúl que falleció a los 38 años con la sombra de esas sustancias: se retiró cuando se aprobaron los controles al azar.
Los Juegos Mejorados y la decisión de Proud lanza una pregunta . Y tú, ¿te doparías por un millón de euros si estuvieras en su piel?
Creo que no lo haría, aunque hasta que no estás en esa tesitura… Tengo integrado el dopaje; aumentas al rendimiento y dañas la salud”
Jessica VallaNadadora
Abre el fuego Dani Ballart (Barcelona, 1973, campeón olímpico). “No lo haría, solo hay una vida. Y menos por dinero… La sociedad te hace creer que cuanto más, mejor. Creo que esta persona (Proud) no debe ser muy feliz. Haría una reflexión: ¿qué mensaje le envías a tus hijos? Vale todo solo por dinero”. Va en la misma línea que García Bragado: “La motivación económica nunca fue grande para mí, pero entiendo que haya otro tipo de personas que en un cierto momento decidan hacer caja y participar. Parece ser que está cogiendo auge y me temo que tendrá audiencia por curiosidad”, augura.
Tampoco lo ve claro Jessica Vall (Barcelona, 1988), quien además de nadadora bronce mundial, trabajó en el laboratorio antidopaje de Barcelona. “Creo que no lo haría, aunque hasta que no estás en esa tesitura… Tengo integrado el dopaje; aumentas al rendimiento y dañas la salud. Jugar con estas sustancias te puede hacer ganar un millón, pero quizás en un año o más tarde lo pagas”. Y añade: “No existe el dopaje controlado. La testosterona acarrea esterilidad”.
En mi caso la salud no se compra con dinero. No es deporte, es espectáculo, Proud va al show”
Joanllu PonsNadador
Sin salir de la piscina, Joanllu Pons (Sóller, 1996), finalista en Río 2016, cree que “en mi caso la salud no se compra con dinero”, pero entiende a Proud: “No es deporte, es espectáculo, va al show”.
Más dudas le deja todo este asunto a Erika Villaecija (Barcelona, 1984), campeona mundial de natación: “Es complicado, entiendo a Proud, es mucho dinero. Las reglas del juego son esas. No sé si lo haría, quizás sí, o no. Me tienen que explicar bien y qué consecuencias tiene…”. Y subraya: “No vale todo para ganar, las sanciones por doping deben ser mayores ”.
En el otro lado, punzante en sus reflexiones, se halla Rafa Pascual (Madrid, 1970), el mejor jugador de voleibol: “Lo primero es la honestidad. Y, en este caso, existe, porque las reglas son esas, nadie hace trampas. No engañas. Luego está la salud. No quiero ser hipócrita. Un millón es mucho, puede solucionar la vida, ayudar a tus hijos. ¿Qué consecuencias va a tener eso? Que me lo expliquen y decidiría. ¿Por un millón iría a 200 km/h por la autopista? Pues si no hay nadie más en la carretera, quizás sí lo hago. Hay mil ejemplos de personas que se juegan la vida o que hacen cosas insanas. ¿Y los culturistas? No seamos hipócritas. Hay gente que va a guerras. O que tiene otras adicciones. Y no por un millón”. ¿Y tú?
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