Flanqueada por dos de sus ministros, el de Cultura, Ernest Urtasun, y el de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, Yolanda Díaz ha entrado este lunes a última hora de la tarde a la sala de prensa del Ministerio de Trabajo para explicar ante los medios que sale del Palacio de La Moncloa igual que entró: sin compromiso alguno por parte de Pedro Sánchez más allá de la convocatoria de la comisión de seguimiento del acuerdo de coalición de PSOE y Sumar. El presidente y su vicepresidenta segunda han mantenido a eso de las seis de la tarde una reunión en el complejo presidencial, a petición de esta última, tras el escándalo Cerdán y las que a juicio de Sumar son «gravísimas» informaciones sobre el ya ex secretario de Organización socialista. Pide Díaz a Sánchez dejar de hacer «como si no hubiera pasado nada» y también de «cinismos». «Basta ya. Que la corrupción es inevitable y que todos los políticos son iguales es rotundamente falso. Todos los políticos no somos iguales. El pueblo español no se merece este cinismo. Soy una persona limpia, tengo a cinco ministros limpios en el Gobierno y pertenezco a un espacio político limpio que lleva muchos años gobernando en distintos niveles institucionales sin ningún caso de corrupción», ha sentenciado la también ministra de Trabajo, poniendo la mano en el fuego por sus ministros, evitando hacer lo mismo con los socialistas. Su encuentro con el jefe del Ejecutivo da comienzo a la ronda de contactos con los socios de investidura en la que el socialista calibrará de primera mano a lo largo de esta semana si sigue contando con su apoyo. En Podemos ya han anunciado que plantarán al presidente porque se niegan a participar del «lavado de cara» a un «partido corrupto» como es el PSOE. Díaz, que dice haber pedido a Sánchez que recupere la confianza de la ciudadanía —pero también de su socio de Gobierno, Sumar— y haga que este Gobierno merezca la pena, ha acudido a la cita con el presidenta para exigirle asimismo «garantías· de que el caso Cerdán no se va a extender al conjunto del PSOE, de que va a llevar a cabo una »limpieza absoluta« de todos los rincones del poder y del partido implicados en cualquier presunto caso de corrupción como el de su número tres, que le provoca »absoluta repulsa«. Noticia Relacionada estandar No Podemos plantará a Sánchez en su ronda de contactos y considera que está «deslegitimado» para gobernar Patricia Romero La formación morada se niega a participar en un «lavado de cara a un partido corrupto» como el PSOESi bien no ha querido desvelar de las conversaciones —por «respeto absoluto» a la lealtad institucional que le debe a Sánchez, ha dicho—, la líder de Sumar ha dicho basta a la manera de trabajar en la que el Ejecutivo de coalición lleva inmersa hasta la fecha. «Empezamos un proceso nuevo […] con el impulso de la agenda social y el cese de los bloqueos por parte del PSOE a las medidas acordadas el 23-J», ha señalado. Para ello, reclaman a su socio de Gobierno la instauración «inmediata» de medidas de regeneración democrática. En concreto, dos: el fin del privilegio de los aforamientos e impedir que ninguna empresa que haya participado en prácticas corruptas pueda volver a tener un contrato con la administración públcas. «Queremos garantías y plazos claros. Queremos el cumplimiento del acuerdo de Gobierno», ha exigido. «Todos los políticos no somos iguales. El pueblo español no se merece este cinismo. Soy una persona limpia, tengo a cinco ministros limpios en el Gobierno», asegura DíazTambién ha querido dirigirse Díaz a su electorado: «Al pueblo progresista, os ofrezco la garantía y el compromiso de que no vamos a llegar a las elecciones de 2027 con miedo e incertidumbre, sino con esperanza y con fuerza». «Cuando haya elecciones vamos a salir a ganarlas. No tengan la menor duda», ha añadido. Por último, y al igual que ha hecho Podemos —que considera «vacías» las palabras del presidente y le acusan de querer despachar este escándalo político en vez de erradicar la corrupción de raíz—, la vicepresidenta segunda del Gobierno se ha referido a la comparecencia de Sánchez de este lunes en la que se ha victimizado y atacado al PP de corrupción. «Insuficiente», se ha limitado a decir Díaz preguntada por ella. Flanqueada por dos de sus ministros, el de Cultura, Ernest Urtasun, y el de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, Yolanda Díaz ha entrado este lunes a última hora de la tarde a la sala de prensa del Ministerio de Trabajo para explicar ante los medios que sale del Palacio de La Moncloa igual que entró: sin compromiso alguno por parte de Pedro Sánchez más allá de la convocatoria de la comisión de seguimiento del acuerdo de coalición de PSOE y Sumar. El presidente y su vicepresidenta segunda han mantenido a eso de las seis de la tarde una reunión en el complejo presidencial, a petición de esta última, tras el escándalo Cerdán y las que a juicio de Sumar son «gravísimas» informaciones sobre el ya ex secretario de Organización socialista. Pide Díaz a Sánchez dejar de hacer «como si no hubiera pasado nada» y también de «cinismos». «Basta ya. Que la corrupción es inevitable y que todos los políticos son iguales es rotundamente falso. Todos los políticos no somos iguales. El pueblo español no se merece este cinismo. Soy una persona limpia, tengo a cinco ministros limpios en el Gobierno y pertenezco a un espacio político limpio que lleva muchos años gobernando en distintos niveles institucionales sin ningún caso de corrupción», ha sentenciado la también ministra de Trabajo, poniendo la mano en el fuego por sus ministros, evitando hacer lo mismo con los socialistas. Su encuentro con el jefe del Ejecutivo da comienzo a la ronda de contactos con los socios de investidura en la que el socialista calibrará de primera mano a lo largo de esta semana si sigue contando con su apoyo. En Podemos ya han anunciado que plantarán al presidente porque se niegan a participar del «lavado de cara» a un «partido corrupto» como es el PSOE. Díaz, que dice haber pedido a Sánchez que recupere la confianza de la ciudadanía —pero también de su socio de Gobierno, Sumar— y haga que este Gobierno merezca la pena, ha acudido a la cita con el presidenta para exigirle asimismo «garantías· de que el caso Cerdán no se va a extender al conjunto del PSOE, de que va a llevar a cabo una »limpieza absoluta« de todos los rincones del poder y del partido implicados en cualquier presunto caso de corrupción como el de su número tres, que le provoca »absoluta repulsa«. Noticia Relacionada estandar No Podemos plantará a Sánchez en su ronda de contactos y considera que está «deslegitimado» para gobernar Patricia Romero La formación morada se niega a participar en un «lavado de cara a un partido corrupto» como el PSOESi bien no ha querido desvelar de las conversaciones —por «respeto absoluto» a la lealtad institucional que le debe a Sánchez, ha dicho—, la líder de Sumar ha dicho basta a la manera de trabajar en la que el Ejecutivo de coalición lleva inmersa hasta la fecha. «Empezamos un proceso nuevo […] con el impulso de la agenda social y el cese de los bloqueos por parte del PSOE a las medidas acordadas el 23-J», ha señalado. Para ello, reclaman a su socio de Gobierno la instauración «inmediata» de medidas de regeneración democrática. En concreto, dos: el fin del privilegio de los aforamientos e impedir que ninguna empresa que haya participado en prácticas corruptas pueda volver a tener un contrato con la administración públcas. «Queremos garantías y plazos claros. Queremos el cumplimiento del acuerdo de Gobierno», ha exigido. «Todos los políticos no somos iguales. El pueblo español no se merece este cinismo. Soy una persona limpia, tengo a cinco ministros limpios en el Gobierno», asegura DíazTambién ha querido dirigirse Díaz a su electorado: «Al pueblo progresista, os ofrezco la garantía y el compromiso de que no vamos a llegar a las elecciones de 2027 con miedo e incertidumbre, sino con esperanza y con fuerza». «Cuando haya elecciones vamos a salir a ganarlas. No tengan la menor duda», ha añadido. Por último, y al igual que ha hecho Podemos —que considera «vacías» las palabras del presidente y le acusan de querer despachar este escándalo político en vez de erradicar la corrupción de raíz—, la vicepresidenta segunda del Gobierno se ha referido a la comparecencia de Sánchez de este lunes en la que se ha victimizado y atacado al PP de corrupción. «Insuficiente», se ha limitado a decir Díaz preguntada por ella.
La líder de Sumar sólo logra arrancar al presidente una la convocatoria de la comisión de seguimiento del pacto de coalición
Ambos se han reunido este lunes por la tarde en el complejo presidencial a petición de la vicepresidenta segunda
Flanqueada por dos de sus ministros, el de Cultura, Ernest Urtasun, y el de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, Yolanda Díaz ha entrado este lunes a última hora de la tarde a la sala de prensa del Ministerio de Trabajo para explicar ante los medios que sale del Palacio de La Moncloa igual que entró: sin compromiso alguno por parte de Pedro Sánchez más allá de la convocatoria de la comisión de seguimiento del acuerdo de coalición de PSOE y Sumar. El presidente y su vicepresidenta segunda han mantenido a eso de las seis de la tarde una reunión en el complejo presidencial, a petición de esta última, tras el escándalo Cerdán y las que a juicio de Sumar son «gravísimas» informaciones sobre el ya ex secretario de Organización socialista.
«Basta ya de cinimo. Que la corrupción es inevitable y que todos los políticos son iguales es rotundamente falso. Todos los políticos no somos iguales. El pueblo español no se merece este cinismo. Soy una persona limpia, tengo a cinco ministros limpios en el Gobierno y pertenezco a un espacio político limpio que lleva muchos años gobernando en distintos niveles institucionales sin ningún caso de corrupción», ha sentenciado la también ministra de Trabajo, cuyo encuentro con el jefe del Ejecutivo da comienzo a la ronda de contactos con los socios de investidura en la que el socialista calibrará de primera mano si sigue contando con su apoyo.
Díaz, que dice haber pedido a Sánchez que recupere la confianza de la ciudadanía y haga que este Gobierno merezca la pena, a acudido a la cita con el presidenta para exigirle asimismo «garantías· de que el caso Cerdán no se va a extender al conjunto del PSOE, de que va a llevar a cabo una »limpieza absoluta« de todos los rincones del poder y del partido implicados en cualquier presunto caso de corrupción como el de su número tres, que le provoca »absoluta repulsa«.
[En ampliación]
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